La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM)
publicó este 30 de marzo su “Plan Emergente Nacional Sacerdotal COVID-19”, en
el que da una serie de indicaciones para los presbíteros, como la de atender
sacramentalmente a pacientes de coronavirus “sólo si cuenta con los medios de
protección correspondiente”.
El documento fue preparado por la Comisión Episcopal para Vocaciones y
Ministerios (CEVyM) y la Dimensión Episcopal del Clero.
Los obispos mexicanos señalaron en el documento que “debemos estar preparados ante la demanda que se nos hará
de estar presente acompañando a los pacientes de COVID-19, es decir,
proporcionarles los sacramentos de Unción de los Enfermos, Confesión y
Viático”.
“¿Qué hacer ante esta circunstancia de la cual no
podemos huir, pues está en nuestra realidad, pero que no podemos enfrentar
como habitualmente sabemos y podemos hacer? Pueden ir a ver un paciente con
estas características si y sólo si cuenta con los medios de protección
correspondiente”, indicó la CEM.
Estos medios, detallaron los obispos, comprenden
el uso de bata, guantes de látex, tapabocas N95, cubre zapatos, gorro y que el
sacerdote “no tenga enfermedades preexistentes (diabetes, hipertensión,
obesidad mórbida, o alguna otra que lo haga estar débil en sus defensas)”.
“Si no tiene esta protección, no se acerque al
paciente, pues se va a contagiar, y será propagador del virus a más personas”, indicaron.
Los obispos mexicanos también aconsejaron a los presbíteros fortalecer
su vida espiritual, pues “una sólida espiritualidad
y madurez humana sacerdotal, nos permitirá́ hacer frente a los desafíos
sacerdotales que trae consigo el COVID -19”.
En el ámbito psicológico, la CEM señaló a los sacerdotes que “cuidar tus acciones, pensamientos y sentimientos
resultará de gran importancia para responder adecuadamente a los periodos en
los que el ánimo pueda fallar y, la sensación de incertidumbre o desasosiego
crezca, si es que se llega a dar el caso”.
La CEM animó también a los sacerdotes mexicanos a que “ante este escenario global hemos de contemplar con
esperanza cristiana y un profundo sentido de fe, asumiendo con corazón de
padres y hermanos esta oportunidad con una profunda confianza, más no con ingenuidad,
sino con ojos de fe y corazón de pastores que han de conocer las necesidades
del Pueblo cristiano, para involucrarse en ellas y potenciar todas aquellas
iniciativas que favorezcan la presencia del Reino de Dios”.
Redacción ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario