Fuente: Red Familia
Los valores nos ayudan a
ser mejores personas y, en consecuencia, a tener una mejor sociedad. Promovámoslos
desde la familia.
Es muy común escuchar la frase: “La educación se aprende en casa”, y nada más
cierto que esto. La manera en la que nos comportamos con los demás está
relacionada con la forma en la cual fuimos tratados en nuestro hogar. Los padres somos los primeros y principales educadores de
nuestros hijos y en la familia es donde se aprende a resolver conflictos, a
manifestar amor y a obedecer las reglas.
Es a través de la convivencia en familia como se
transmiten los valores, normas y actitudes; es ahí donde nuestros hijos
aprenden a tener confianza en sí mismos, a sentirse queridos y valorados. La educación en la familia no se genera de manera automática, para llegar
a ella se debe hacer uso de los valores, que son el medio y el fin del acto
educativo.
Pero para poder educar en valores es necesario
saber qué son los valores. Son cualidades que las personas vamos adquiriendo y
que nos hacen ser mejores seres humanos; además, reflejan la personalidad del
individuo.
PARA
QUE LOS VALORES EXISTAN DEBE DE HABER TRES CONDICIONES BÁSICAS:
La vida,
que no es un valor sino una condición importante, sin ella
simplemente no se existe.
La libertad, que
es una condición para que los valores puedan ser ejercidos por la voluntad de
un ser humano.
El amor, que
es una condición superior a la de los valores ya que sin él no tenemos la
posibilidad de cuidar a los demás o de desear aplicar un valor a beneficio
propio o de otro.
Hay una gran cantidad de acciones positivas que
están relacionadas a tres valores fundamentales para una adecuada educación y
formación de los hijos: Respeto, responsabilidad,
honestidad.
Pero… ¿cómo promovemos que nuestros
hijos crezcan con valores? Recordemos que la educación inicia en
casa, la escuela solo es un complemento muy fuerte para la educación, pero la
responsabilidad es de los padres.
En Red Familia te damos
algunas sugerencias que te ayudarán a educar en valores:
1.- Habla con tus hijos
sobre la importancia de compartir sus pertenencias.
2.- En ocasiones premia su
obediencia: el sentir que aportan algo cuando son obedientes les hará sentir
responsables en la colaboración.
3.- Asígnales obligaciones
y responsabilidades, esto les ayudará a procesar esfuerzos y límites de
participación.
4.- Busca que asuman la
consecuencia de sus decisiones y sus actos.
5.-Fomenta la generosidad
en ellos, desprendiéndose de cosas que ya no utilizan y que pueden servirle a
otros.
6.-Evita darles todo lo que
quieren de manera inmediata, es necesario que sufran pequeñas frustraciones
para aprender a esperar y ser tolerantes.
Los valores nos ayudan a
ser mejores personas y, en consecuencia, a tener una mejor sociedad.
Y recuerda, ¡en la formación con valores y en la familia está la solución!
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