Con
toda honestidad, nada tengo que reprochar al modo como los responsables han
gestionado la crisis del coronavirus en España. Ahora bien, el decreto del
gobierno italiano de poner bajo cuarentena a diez millones de connacionales me
parece una de las medidas más irracionales que se podían tomar.
No hace
falta explicar las razones por las que esta orden sin sentido no es más que
otra bellota caída del mismo alcornoque. No perderé tiempo en ello. Esta es una
muestra más, otra, de qué tipo decisiones tan equivocadas se pueden tomar
cuando se pone en la cúspide del mando a las personas inadecuadas.
La
política ha interferido en la gestión de esta crisis desde el principio.
Infinidad de políticos no han querido arriesgarse a tener que asumir la
responsabilidad de los muertos en la prensa. Así que se hace todo que humanamente se
pueda hacer e incluso más. La absolución de la prensa amerita cualquier medida.
Además, la factura la pagarán otros.
Estos
incendiarios del miedo saben que la factura económica, a nivel mundial, va a
ser de órdago. A nivel mundial, hablamos de millones de personas que se
quedarán en el paro en los próximos cuatro años. La conjunción de una economía
europea enferma con el final del ciclo alcista, unido a esta crisis sanitaria,
auguran, sin lugar a dudas, no un suave descenso, sino un aterrizaje brusco y
violento. Tal como están las cosas, muchos europeos se van a quedar en un paro
de larga duración con la consiguiente pérdida de ilusión por la vida. La falta
de fondos sí que provocará un descenso del sistema sanitario: eso produce
muertes.
Los
gobernantes de Italia han demostrado una clara irresponsabilidad que tendrá muy
duras consecuencias. Esta medida, sin la menor de las dudas, no servirá para
nada, absolutamente para nada, salvo para servir a los propios intereses
políticos. Para poder decir a sus votantes con cara de perro apaleado: “He hecho todo lo que he podido”.
Post Data 1: Probablemente, esta última majadería le sumará cuatro millones de votantes más. "Fíjate, es que no pudo hacer más", comentará alguna señora gorda con bata y rulos al ir a comprar el pan.
Post Data 1: Probablemente, esta última majadería le sumará cuatro millones de votantes más. "Fíjate, es que no pudo hacer más", comentará alguna señora gorda con bata y rulos al ir a comprar el pan.
Post
Data 2: Si algo
nos enseñan las películas de zombies es que tras el fracaso de la contención en
una gran nación, no hay nada que hacer.








No hay comentarios:
Publicar un comentario