El Cardenal Joseph Zen Ze-kiun, Obispo Emérito de
Hong Kong y firme opositor del acuerdo provisional entre el Vaticano y China
para nombrar obispos en el país asiático, respondió a la carta que sobre el
tema escribió hace unos días el Cardenal Giovanni Battista Re, nuevo decano del
Colegio de cardenales y que señaló que el Purpurado chino difiere en su visión
de la de los Papas San Juan Pablo II y Benedicto XVI.
En la carta del 26 de febrero, el Cardenal Re
señala que el acuerdo entre el Vaticano y China firmado en septiembre de 2018
representa el parecer de San Juan Pablo II y Benedicto XVI, y que el Cardenal Zen se equivoca al oponerse
a este.
“El Cardenal Zen ha afirmado varias veces que sería
mejor no tener un acuerdo que un 'mal acuerdo'. Los tres últimos Papas no compartieron
esta posición y apoyaron y acompañaron la redacción del acuerdo que, en este
momento, parecía ser el único posible”, afirmó el Cardenal Re en su misiva publicada
por el sitio web italiano La Nuova Bussola Quotidiana.
“En particular, sorprende la afirmación del
Purpurado (Zen) de que ‘el acuerdo firmado es el mismo que el Papa Benedicto
XVI rechazó firmar en su momento’. Tal afirmación no corresponde a la verdad”, dijo el Cardenal Re.
“Luego de haber tomado conocimiento en persona de
los documentos existentes en el archivo corriente de la Secretaría de Estado,
puedo decir” que “el
Papa Benedicto XVI aprobó el proyecto de acuerdo sobre el nombramiento de
obispos en China, y que solo en 2018 fue posible firmar”, añadió el
Cardenal Re en su carta a los cardenales.
El decano del Colegio Cardenalicio también señaló que “la expresión ‘Iglesia independiente’ ya no puede
interpretarse de manera absoluta, como 'separación' del Papa, como era el caso
en el pasado”.
El domingo 1 de marzo, el Cardenal Zen respondió a la misiva del
Cardenal Re a través de una carta abierta publicada en su
blog personal.
El Cardenal Zen recordó en su carta un pasaje del libro entrevista del
periodista alemán Peter Seewald con el Papa Benedicto XVI titulado “Últimas Conversaciones”, en el que Joseph
Ratzinger habla de la Ostpolitik
de San Juan Pablo II, es decir de las relaciones de la Santa Sede con los
países del bloque soviético.
“Hablábamos de eso. Era claro que la política del
(Cardenal Agostino) Casaroli, pese a haberse dado con las mejores intenciones,
había fracasado”, dijo Benedicto XVI en el libro
citado por el Cardenal Zen. El Cardenal Casaroli, fallecido en 1998, fue quien
desarrolló inicialmente la Ostpolitik
del Vaticano, durante los pontificados de San Juan XXIII y San Pablo VI.
“Las nuevas líneas seguidas por Juan Pablo II eran
fruto de su experiencia personal, del contacto con esos poderes. Naturalmente
entonces no se podía esperar que ese régimen cayera pronto, pero era evidente
que en vez de ser conciliadores y aceptar compromisos, era necesario oponerse
con fuerza. Esta era la visión de fondo de Juan Pablo II que yo compartía”, escribió el Cardenal chino en su respuesta al Cardenal Re.
El Cardenal Zen indicó asimismo que para probar que el acuerdo firmado
entre el Vaticano y China para nombrar obispos “ya
había sido aprobado por Benedicto XVI basta con mostrarme el texto firmado, que
hasta ahora no se me ha permitido ver, así como la evidencia del archivo que
usted ha podido verificar. Solo quedaría explicar por qué entonces no fue
firmado”.
Asimismo, dijo que “el cambio de época del significado de las palabra
‘independencia’ temo que existe solo en la cabeza del eminentísimo Secretario
de Estado”, Cardenal Pietro Parolin, “inducido
tal vez por una errada traducción del chino hecha por alguien de la
Congregación de la Evangelización de los Pueblos”.
El Cardenal Zen indicó que esta persona fue “además
responsable también de los al menos 10 errores de traducción de la carta del Papa
Benedicto de 2007” a los fieles de China, un texto que el
Gobierno comunista no permitió que se difundiera, obligando
incluso a retirarlo de diversos sitios web católicos.
“Sin embargo, dada la inteligencia de su Eminencia
me es difícil creer que haya sido engañado. Es más probable que haya querido
‘dejarse engañar’”, prosiguió el Cardenal Zen en su
respuesta al Cardenal Re.
“Tengo evidencia de que Parolin manipula al Santo
Padre, el cual me manifiesta siempre mucho afecto pero no responde a mis
preguntas”, agregó.
“Ante las posturas de la Santa Sede que no logro
entender, a todos los hermanos desolados que vienen a mí les digo que no
critiquen a quien sigue esas indicaciones. Sin embargo, en ellas se deja aún
libertad a quien tiene objeción de conciencia. Aliento a estos a retirarse a
las catacumbas, sin oponerse a cualquier injusticia, ya que de otro modo
terminarían perdiendo más”, resaltó.
“¿En qué me he equivocado?”, cuestionó luego. “Estoy cien por ciento de
acuerdo con la invitación a rezar”, subrayó.
En una reciente entrevista con CNA –agencia
en inglés del Grupo ACI– el Cardenal Zen dijo que “la
situación es muy mala y la fuente de esto no es el Papa que no sabe mucho de
China. El Santo Padre Francisco me tiene en una estima especial”.
Ahora, continuó el Cardenal, “estoy peleando
contra Parolin porque las cosas malas vienen de él”.
“No te puedes comprometer” con el Partido Comunista Chino porque ellos son “perseguidores”
de la fe, continuó el Cardenal Zen en el diálogo con CNA. “Ellos quieren la rendición total. Eso es el comunismo”,
agregó.
LA SITUACIÓN DE LOS CATÓLICOS
DE CHINA
En abril de 2019, el P. Bernardo Cervellera, experto en la Iglesia
Católica en China y editor de la agencia de noticias Asia News, informó que “en muchas diócesis la Asociación Patriótica y la Oficina
de Asuntos Religiosos siguen exigiendo a todos los sacerdotes que se inscriban
en la Asociación y sostengan la ‘Iglesia independiente’”.
En China existe la Asociación Patriótica Católica China, controlada por
el Gobierno; y la Iglesia clandestina, subterránea o no oficial, que se ha
mantenido fiel a la Santa Sede.
En la práctica, afirma el P. Cervellera, más que una “reconciliación” entre la Asociación Patriótica y
la Iglesia clandestina, con el acuerdo entre China y el Vaticano para el
nombramiento de obispos “hay una gran presión sobre
la comunidad subterránea con una fuerte intromisión en la vida de la Iglesia”, una
presión que crece cada día más y que deja sin opciones a los fieles católicos
en el país.
En el vuelo de regreso de su viaje a Letonia, Lituania y Estonia a fines
de septiembre de 2018, el Papa Francisco dijo a los periodistas: “Yo soy el responsable” del acuerdo entre el Vaticano y China.
Sobre los obispos chinos que no estaban en comunión con la Iglesia hasta
antes del acuerdo, Francisco dijo que “han sido
estudiados caso por caso. Por cada obispo han llegado al final los expedientes
de cada uno a mi escritorio y he sido yo el responsable de firmar cada caso”.
En cuanto al acuerdo, Francisco precisó que “la
cosa se hace en diálogo, pero nombra Roma, nombra el Papa. Esto es claro. Y
rezamos por los sufrimientos de algunos que no entienden o que tienen en sus
espaldas muchos años de clandestinidad”.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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