Asia Bibi, la cristiana que fue encarcelada
injustamente durante casi diez años por un falso delito de blasfemia, presentó
su libro autobiográfico en París (Francia), y afirmó que fue “acusada en nombre
de Jesús y sabía que sería liberada también en su nombre”.
Asia Bibi se reunió con la prensa para la presentación de su libro “Enfin libre!”, en español “Por fin libre”, acompañada por una de sus hijas que sufre de
una discapacidad.
Esta mujer pakistaní estuvo en la cárcel casi diez años acusada por un
supuesto delito de blasfemia que no había cometido. En esa dura prueba Asia
Bibi aseguró que su fe “siempre ha sido fuerte
porque sabía que Dios estaba conmigo, Dios nunca te deja solo, siempre te
acompaña”.
Según explicó Bibi, el mismo sacerdote que la bautizó, adelantó a sus
padres que “esta pequeña sería probada por Dios”.
“Mis padres me lo dijeron y yo sabía que aquello pasaría algún día”,
precisó.
Durante su tiempo de cárcel, incluso cuando fue condenada a muerte, Asia
Bibi rezaba a Dios pidiéndole ayuda para superar esta prueba. Por eso animó a
fortalecer la fe porque “si te fías de Dios tu fe
se hace más fuerte”, precisó.
“Yo sabía que iba a ser liberada, porque había sido
acusada en nombre de Jesús y sería liberada en nombre de Jesús”, afirmó.
Agradeció especialmente a todas las personas que han rezado por ella
durante todos sus años de cautiverio, en especial
al Papa Benedicto XVI.
“Cuando mi marido vino para decirme que Su Santidad
el Papa había rezado por mí, me sentí realmente bendecida, desde el fondo de mi
corazón porque sabía que aquello era una bendición de Dios. Estaba muy feliz,
no tengo palabras para agradecerlo”,
subrayó. Precisó que uno de sus “deseos más
grandes” es conocer al Papa Francisco.
Ante la pregunta de cómo llevaron sus hijas sus años de cárcel, la hija
de Asia Bibi que la acompañaba comenzó a llorar. Fue uno de los momentos más
emotivos del encuentro porque su madre, Asia Bibi, la consoló diciendo “no te preocupes, mamá está aquí”, “todas estas personas
han venido a verte, para conocerte, y darte amor… Sonríe”.
También recordó al ministro de Minorías de Pakistán, Shabbaz Batthi, que
fue asesinado por defender la inocencia de Asia Bibi y luchar contra la ley de
blasfemia.
Aseguró que lloró mucho su muerte y que “quien
muere por la verdad y por su fe, siempre está vivo, nunca muere”.
En ese sentido subrayó que la “fuente de su
fortaleza es Dios”.
Tras una ajustada agenda en Francia, en la que incluso se encontró con
el presidente francés, Emmanuel Macron, Asia Bibi mostró sus dudas sobre la
petición de asilo en Francia. Sin embargo se pudo conocer que el estatus de
refugiada del que disfruta en Canadá finaliza a finales del año 2020.
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