En un mensaje dirigido a las Pontificias Academias,
cuyos representantes se reunieron hoy en el Palacio de la Cancillería en Roma,
el Papa Francisco afirmó que ante la angustia que sufre el hombre de hoy, la
Virgen María ofrece una visión serena y una palabra tranquilizadora.
Así lo indicó el Santo Padre en su mensaje a las
pontificias academias cuya 24° sesión pública fue organizada por la Pontificia
Academia Mariana Internacional, fundada por el Papa Pío XII en 1959 y que este
año celebra su 60 aniversario.
Tras señalar que “la academia es un lugar
donde el saber se convierte en servicio, porque sin un saber que nace de la
colaboración” no hay “desarrollo plenamente
humano”, el Santo Padre resaltó el papel de la Pontificia Academia
Mariana Internacional que eligió para la sesión pública de las pontificias
academias el tema “María, vía de paz entre las
culturas”.
El Pontífice recordó que en la exhortación apostólica Marialis cultus, San Pablo VI resalta “la relación entre la Virgen Santa y el pueblo creyente
que resuena alto, claro, consciente y apasionante”.
En el documento de 1974, San Pablo VI escribió que “al hombre contemporáneo, frecuentemente atormentado
entre la angustia y la esperanza, postrado por la sensación de su limitación y
asaltado por aspiraciones sin confín, turbado en el ánimo y dividido en el
corazón, la mente suspendida por el enigma de la muerte, oprimido por la
soledad mientras tiende hacia la comunión, presa de sentimientos de náusea y
hastío, la Virgen, contemplada en su vicisitud evangélica y en la realidad ya
conseguida en la Ciudad de Dios, ofrece una visión serena y una palabra
tranquilizadora: la victoria de la esperanza sobre la angustia, de la comunión
sobre la soledad, de la paz sobre la turbación, de la alegría y de la belleza
sobre el tedio y la náusea, de las perspectivas eternas sobre las temporales,
de la vida sobre la muerte”.
Francisco también recordó que San Juan Pablo II “hizo
que la Madre del Redentor se convirtiera en motivo de inspiración para un
renovado encuentro y una renovada fraternidad como vías de acceso de la Iglesia
y el mundo en el nuevo milenio”.
“Por esto, él quiso que la mariología tuviese el
debido rol en la formación teológica universitaria y en el diálogo entre lo
saberes. Auspicio entonces que la mariología entrar en los asuntos cruciales de
nuestro tiempo”, resaltó el Papa.
La mariología es la parte de la teología dedicada a la Virgen María.
Además del estudio de su vida, hace interpretaciones de los dogmas marianos: su naturaleza (Inmaculada Concepción, Asunción de la
Virgen, Coronación de la Virgen, etc.), su papel en la salvación, sus advocaciones;
y cómo debe realizarse su veneración o culto.
El Papa Francisco indicó luego que Benedicto XVI “exhortó a los estudiosos a profundizar más en la relación entre
mariología y teología de la palabra”, y luego citó un pasaje de la
exhortación apostólica Verbum Domini del Papa Emérito.
“De esto se beneficiarán tanto la vida espiritual
como los estudios teológicos y bíblicos. Efectivamente, todo lo que la
inteligencia de la fe ha tratado con relación a María se encuentra en el centro
más íntimo de la verdad cristiana”, señala el
texto de Benedicto XVI.
En su discurso, Francisco destacó el acompañamiento que la Pontificia
Academia Mariana Internacional ha hecho al Magisterio universal de la Iglesia “con la investigación y la coordinación de los estudios
mariológicos: con los congresos mariológicos-marianos internacionales, como el
número 25 que se celebrará el próximo año, colaborando así con diversas
instituciones académicas”.
“Estos esfuerzos son un claro testimonio de cómo la
mariología es una presencia necesaria de diálogo entre las culturas, capaz de
alimentar la fraternidad y la paz”, destacó
el Papa.
PREMIOS DE LAS
PONTIFICIAS ACADEMIAS
A nombre del Santo Padre, el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal
Pietro Parolin, fue el encargado de entregar el Premio de las Pontificias
Academias.
El Papa expresó su alegría por poder premiar a distintos estudiosos, “deseando por ello promover y alentar la investigación
teológica y particularmente la que está dirigida a profundizar los temas
mariológicos”.
El premio en esta ocasión fue entregado a la doctora Carmen López
Calderón, por la obra “Grabados de Augsburgo para
un ciclo emblemático portugués. Los azulejos de la iglesia del convento de
Jesús de Setúbal”, y al doctor y reverendo Ionut-Catalin Blidar, por el
estudio “La humanidad inmaculada de María –icono
del logos de Dios– cumplimiento de la estirpe elegida y fruto del árbol de la
cruz. Una aproximación ecuménica a la mariología inmaculatista greco-latina
(siglos II-XIV)”.
El Papa también decidió entregar la medalla del pontificado al Instituto
Mariológico Croata.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
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