Una
oveja grande, otras tres pequeñas y cuatro o cinco gallinas. Despedazadas y
colgadas de los árboles. Este panorama se encontró una vecina de Santa Eugenia (Baleares,
España) el pasado 12 de diciembre en un bosque cerca de su casa, al parecer
restos de un ritual. La mujer explica que nunca había visto nada
semejante. “Era algo dantesco, cuando lo vi
me quedé en shock”.
Recogemos la noticia que
publica el Diario de Mallorca,
firmada por Xavier Peris, pero corrigiendo la alusión explícita a un “ritual satánico”, ya que no hay indicios que
indiquen tal calificación. Seguramente nos encontremos ante los restos de un rito de carácter afroamericano que implique sacrificios
animales (recomendamos leer el libro Cultos afroamericanos y cristianismo, de José Luis Vázquez Borau). Otros medios
también han divulgado que se trata de satanismo, mientras que Última Hora apunta
con más acierto a santería.
Cati, que vive en una casa en
la zona de ses Coves, cerca de Santa Eugenia, explica que los hechos ocurrieron
entre las diez y media y las once y media de la noche del pasado día 11. Aunque
ni ella ni sus vecinos vieron nada extraño, sabe que fue entonces porque sus
perros ladraron mucho, algo fuera de lo común.
Al día siguiente encontró los restos del supuesto ritual en un bosque a
unos quinientos metros de mi casa. “Al
principio me pensaba que alguien había dejado basura, así que me acerque para
quitarlo. Entonces me encontré con
los animales, algunos decapitados, otros descuartizados y destripados, colgados
de los árboles”.
La vecina de Santa Eugenia
explica que nunca había visto nada parecido. “No
es como cuando ves un animal que han atropellado, era algo muy horrible”. Los vecinos del llogaret avisaron a la Policía
Local, que tomó fotos para hacer un informe. Al día siguiente, cuando se
disponía a retirar los restos con su marido, encontró que ya lo habían
limpiado. “Debieron ir personal del
Ayuntamiento”, comenta.
El 24 de diciembre por la
mañana han acudido al lugar agentes de la Guardia Civil, que han tomado
declaración a los testigos e investigan lo ocurrido.
Pese a que ella no tenía conocimiento de que hubiera ocurrido algo similar, en
el pueblo le han comentado que hace unos años ya aparecieron restos aparecidos
en otra finca.
El diario Última Hora
ofrece con más detalle las declaraciones de la vecina: “Eran las 22.30 o las 23.30 horas, no me acuerdo muy
bien. Había luna llena y los perros comenzaron a ladrar de forma muy
insistente, pero la verdad es que no les hice mucho caso. En este camino no hay
casi vecinos porque estamos muy apartados de la carretera. A la mañana
siguiente, nada más levantarme, descubrí una gran cantidad de basura. Estaba
todo muy sucio. Cuando llegué a la zona trasera de la finca me encontré con los
restos de un ritual satánico. No pude aguantar la mirada y comencé a correr
para pedir socorro”, comenta
Cati.
A la llegada de las primeras
unidades policiales, los agentes se encontraron con cuatro o cinco
gallinas muertas y decapitadas. En las ramas de los árboles una gran oveja
abierta por la mitad en canal y las tripas esparcidas por las ramas y el suelo.
Unos corderos degollados, sangre por todos lados y una caja de cartón con agujeros
en forma de altar en el centro.
Los policías confirman que allí se practicó un sacrificio de animales.
Secretaría RIES
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