Hoy, 5 de septiembre, celebramos la fiesta de Santa
Teresa de Calcuta, canonizada hace tres años por el Papa Francisco en una Misa
celebrada en la Plaza de San Pedro, a la cual asistieron unas 120 mil personas.
La Santa albanesa murió exactamente hace 22 años,
el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta, India, a los 87 años de edad a causa de
un paro cardiaco.
Santa Teresa de Calcuta dio siempre testimonio de servir a Cristo en los
“más pobres entre los pobres”, enseñando que
la mayor pobreza no estaba en los barrios humildes de Calcuta, sino en los
lugares donde muchas veces falta el amor o en las sociedades que permiten el
aborto.
La Madre Teresa nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, perteneciente
en ese entonces a Albania, y actualmente a Macedonia. Su nombre original fue
Gonxha Agnes Bojaxhiu, que cambió a Teresa al ingresar al Instituto de la
Bienaventurada Virgen María.
Fue bautizada al día siguiente de nacer, recibió la Primera Comunión a
la edad de 5 años, y la confirmación un año después.
Ingresó a la Congregación de las Hermanas de Loreto en 1928, un año
después llegó a la India e hizo sus primeros votos en 1937. Estuvo 20 años en
dicha congregación.
El 7 de octubre de 1950 fundó a las Misioneras de la Caridad, con el
carisma de entregarse a los más pobres entre los pobres. En 1963 fundó la rama
masculina los Hermanos Misioneros de la Caridad, en 1973 a las Hermanas
Contemplativas, en 1979 a los Hermanos Contemplativos. En 1984 fundó a los
Padres Misioneros de la Caridad y el movimiento Corpus Christi para
sacerdotes.
En 1979 se le confirió el Premio Nobel de la Paz.
Cuando la congregación que fundó contaba con 3,842 religiosas en 594
casas en todo el mundo, fue llamada a la Casa del Padre el 5 de septiembre de
1997.
Fue beatificada por
su gran amigo San Juan Pablo II el 19 de octubre del 2003,
quién la recordó de la siguiente manera: “Saciar la
sed de amor y de almas de Jesús en unión con María, la Madre de Jesús, se
convirtió en el único objetivo de la existencia de la Madre Teresa, y en la
fuerza interior que la impulsaba y la hacía superarse a sí misma e ‘ir deprisa’
a través del mundo para trabajar por la salvación y la santificación de los más
pobres de entre los pobres”.
Fue canonizada 13
años después por el Papa Francisco dentro de la
celebración del Jubileo de los voluntarios y operarios de la misericordia.
El Pontífice señalo que "Madre Teresa,
a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la
misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida
y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y
descartada. Se ha comprometido en la defensa de la vida proclamando
incesantemente que 'el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más
pobre'".
En una célebre entrevista poco antes de morir, Santa Teresa de Calcuta
dejó este mensaje a la revista brasileña misionera “Sem
Fronteras” en 1997: “Ámense los unos a los
otros, como Jesús los ama. No tengo nada que añadir al mensaje que Jesús nos
dejó. Para poder amar hay que tener un corazón puro y rezar. El fruto de la
oración es la profundización en la fe. El fruto de la fe es el amor. Y el fruto
del amor es el servicio al prójimo. Esto nos trae la paz”.
¡Feliz Fiesta de Santa Teresa de Calcuta!
POR LILIANA MONTES
| ACI Prensa
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