Cierto día, un
capitán de barco y su rudo jefe de ingenieros conversaban.
Empezaron a
discutir sobre quién era más importante de los dos para que el barco navegara.
Como la discusión se tornó
acalorada, el capitán decidió que por un día cambiarían de trabajo. El jefe de
ingenieros estaría en el puente de mando y el capitán en la sala de máquinas.
A sólo unas pocas horas de
haber iniciado el experimento, el capitán salió de la sala de máquinas. Venía
sudado y sus manos, su cara y su uniforme estaban llenos de grasa y aceite.
«Jefe», le dijo, «creo que tiene que venir a la sala de máquinas. No puedo
hacer que los motores anden»
«Por supuesto
que no puede», le dijo el jefe
de ingenieros. «Acabo de encallar el barco».
Maxwell, J. C.
(2001; 2003). Las 17 Cualidades Esenciales de un Jugador de Equipo; The 17
Essential Qualities of a Team Player (Page 55). Thomas Nelson, Inc.
Qué tontería en la vida es
cuando comenzamos a creer que somos los únicos y que el mundo depende solo de
nosotros. En la vida estamos rodeados de personas y cada uno tiene un papel
vital que desarrollar. Necesitamos aprender a considerar al otro y saber que
cada uno es experto en algo y cuando nos unimos el barco de la vida puede
marchar. Dios nos ha dado dones y capacidades a cada uno, pero siempre dejemos
que Él sea el capitán del barco.
1 Corintios 1:10 - Os ruego, pues,
hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una
misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis
perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
Colosenses 2:2 - Para
que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las
riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre,
y de Cristo.
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