Casi no se presenta a Cristo como el Redentor y
Salvador
El cardenal
Jorge Urosa, arzobispo emérito de Caracas, ha publicado la segunda parte de su
artículo sobre el Instrumentum Laboris (IL) del Sínodo para la Amazonia. El
purpurado se enfoca en la cuestión de la evangelización, asunto que considera
que está mal abordado por el texto pre-sinodal.
(InfoCatólica) El cardenal venezolano indica
que es «muy importante que el Sínodo tenga muy
presente algo que es débil en el Instrumentum Laboris: las exigencias del
mandato evangelizador de Cristo a los apóstoles y a la Iglesia entera».
Tras constatar que dicho
mandato «está actualmente poco destacado en el
Instrumentum Laboris», añade:
«Una
Iglesia profética es una Iglesia que no solo proclama con fuerza la justicia social y defiende los derechos
humanos, que dialoga y acompaña, sino que, sobre todo, anuncia a Cristo y
evangeliza».
El purpurado propone hacerse
eco la exhortación Evangelii Nuntiandi, de San Pablo VI, que «lamentablemente no ha sido citada en el texto».
Además de recordar en la
segunda parte del artículo los errores antropológicos del IL, el cardenal Urosa
denuncia que el mismo «tiene una
cristología muy débil, pues casi
no se presenta la persona de Cristo como el redentor y salvador de
la humanidad. Pero además, propone una visión liberacionista y reductiva de la
misión de la Iglesia».
El cardenal sostiene que un
Instrumentum Laboris no puede ser un «documento
para una asamblea de ONGs, sino de un Sínodo eclesial, de una asamblea
importantísima de la Iglesia para ayudarla a vivir mejor su misión».
Tras indicar que el IL no ha
sido criticado por la defensa que hace de una sana ecología y de los derechos
de los indígenas y constatar que «no es un
documento definitivo, ¡qué bueno hubiera sido que lo hubieran
trabajado más! y hubieran procurado incorporar mejor esos aspectos de la
doctrina católica, especialmente sobre Jesucristo y sobre la misión
de la iglesia para evitar provocar dudas, polémica y hasta un fuerte rechazo» y
sentencia: «El problema no es la ecología sino su débil
eclesiología».
Como contraposición al IL, el
cardenal Urosa destaca que el documento de Aparecida «abordó con
fuerza el tema de la evangelización
de los pueblos indígenas» y recuerda que fue precisamente el
papa Francisco el presidente de la Comisión que redactó dicho documento:
«En este
contexto, Aparecida es sin duda un estupendo punto de comparación y un elemento
de iluminación para los Padres del Sínodo de Amazonia. En fin de cuentas, Aparecida fue
elaborado colegial y sinodalmente por Obispos de toda América Latina y del
Caribe, y por ende, también de las Iglesias de la Amazonia».
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