El significado del
inédito gesto realizado por el Papa ante un grupo de peregrinos durante la
audiencia general.
El papa Francisco saludó con
un ‘gesto’ poco común a algunos peregrinos
al final de la audiencia general del miércoles 22 de noviembre de 2017 en la
plaza de San Pedro. Entre ellos se encontraba el fraile italiano, Emiliano
Antenucci, 38 años, escritor y divulgador.
El gesto de llevarse el dedo a
la boca – que significa a primera vista algo así como ‘no
hagan bulla’- parecería un movimiento de mano ‘jocoso’ por parte del Sucesor de Pedro, pero que
en realidad encierra un significado mucho más profundo.
Fray Antenucci compartió con
nosotros detalles inéditos de una especial devoción que comparte con el papa
Francisco: La devoción a la Virgen del Silencio.
Además, comentó los motivos
por los cuales el Papa ha hecho colocar en el Palacio Apostólico del Vaticano
una copia del cuadro para evitar las habladurías
y los chismes.
LA BENDICIÓN DE LA
VIRGEN DEL SILENCIO POR PARTE DEL PAPA
Fray Antenucci recuerda el 18
de mayo de 2015 como un día soleado en el que se despierta exaltado y le
pregunta miedoso a la Madre de Dios: “¿Qué quieres
de mí? Se haga la voluntad de Dios”. Eso sucede, antes de enterarse
de la noticia que considera un signo divino.
Después de rezar las alabanzas
y celebrar la misa, recibe el mensaje de Fray Jacques, un amigo que le avisa de
algo ‘sorprendente’ y que le llena de
emoción: El papa Bergoglio ha bendecido la copia de un cuadro de la Virgen del Silencio puesta en el
Vaticano por iniciativa pontificia.
Efectivamente, el L’Osservatore Romano
ha confirmado. “Que la Virgen María interceda ante el Señor, para que todos los que
entran en el palacio apostólico puedan tener siempre las palabras justas”,
dijo el Sucesor de Pedro en su intensión confiada a la Virgen del Silencio.
La imagen, está situada entre
los dos ascensores en la entrada principal del Palacio Apostólico, en el patio
de San Dámaso y fue bendecida por el Pontífice el lunes 18 de mayo por la
mañana, el mismo día del sobresalto desvelado de Antenucci.
“Cuántos
crucifijos, pinturas, íconos el Papa recibe cada día, y tal vez los ponen en
los sótanos del Vaticano o los donan o venden para hacer dinero para los
pobres”, pensó fray
Antenucci.
Pero, “con
el icono de la Virgen del Silencio
no fue así, de hecho se colocó en un lugar para que todos lo vieran” y
tiene hoy como custodio un guardia suizo.
El religioso sostiene que
tiene el original de la imagen y es testigo de “todos
los milagros que hizo, no sólo
en Italia, sino también en México, Ecuador, Polonia y en otras partes del
mundo”.
El ‘fraile del silencio’, ya había
encontrado al Papa, por primera vez, el pasado el 15 de junio de 2016. “Nuestra Señora abre todas las puertas, incluso las del
Vaticano”, contó.
“La Virgen se llama del Silencio, pero por
experiencia puedo asegurar que ella habla más que otras Madonas”, opinó.
El joven
fraile es un innovador, desde hace siete años enseña una vez al mes en un curso
sobre el silencio que nació en Asís, la ciudad italiana donde predicó San Francisco, pero que se realiza
ahora en Chieti, en la región de los Abruzos.
De hecho, ediciones San Paolo
están preparando la traducción al español del libro,
el Camino del Silencio, escrito por el franciscano, quien además
exportó los retiros espirituales sobre el argumento hasta México.
¿Cuál
es el mensaje que tiene la devoción de la Virgen del Silencio para nuestros
días?
“El mundo está
enfermo de ruido, por lo que el silencio es una “profecía” y es una forma de
escuchar a Dios y escuchar a los demás. La devoción a la Virgen del Silencio
nos dice con una mano de “quedarnos quietos” y con la otra nos propone un
silencio adorador y lleno de asombro. María
es la catedral del Silencio donde resuena la Palabra eterna”.
¿Existe
una dictadura del ruido?
“Sí, pero la
“dictadura del ruido” crea confusión, extravío y tristeza. El ruido nos hace
sordos ante las cosas que realmente importan en la vida. El mundo nos propone
la apariencia y el ruido que nos distrae de Dios, pero también del amor de
nuestro prójimo”.
¿Qué
novedad ofrece el silencio a la mujer o al hombre de nuestros días?
“El silencio nos
hace ver verdades sobre nosotros mismos y los demás. Nos da la novedad de tener
una visión renovada de la realidad y de los demás. Nos hace juzgar menos y amar
más. El silencio nos abre a la misericordia de Dios, al perdón de los demás y a
la expectativa de ser mejores”.
¿Hay
silencios que nos hacen cómplices del mal?
“Sí, la cultura
del silencio ante la criminalidad organizada y el silencio frente a la
injusticia que destruye la caridad fraterna”.
¿Qué
le dijo el papa Francisco en su último encuentro tras la audiencia general del
miércoles (22.11.2017)
sobre el silencio y la misión pastoral que ha emprendido?
“Me ha dicho que
una copia de la Virgen del Silencio que yo tengo en original, la ha
puesto en el Palacio Apostólico para evitar todas las habladurías que se hacen
y me animó a seguir por el camino del Silencio. Estaba muy feliz, mirando la
portada del libro (El Camino del Silencio), y luego, al final de la audiencia,
(pasando en el papamóvil) nos saludó con un agradable gesto del silencio”.
¿Cómo
inicia esta misión de difundir el silencio?
“La experiencia
nació en Asís, por una inspiración que tuve, asistida por el sabio consejo de
la madre, Anna Maria Cànopi, abadesa del monasterio benedictino de la isla de
S. Giulio d’Orta (NO), que ha examinado y aprobado el método del ‘libro de la
vida’. El curso del silencio tiene un equipo de expertos en varios ámbitos”.
¿Cuál
es el método del curso del silencio?
“El camino
trazado en el “Libro de la vida” es un método de cristoterapia dirigido a los
jóvenes, con tres pasos para sanar las enfermedades del alma: el silencio, la
Palabra de Dios y la Eucaristía”.
¿Cuál
es el propósito del curso?
“La experiencia
no se convierte en un simple fin de semana de oración, sino que busca educar a
un joven en un método que le permita mantener una unión constante y diaria con
Dios que se extienda a lo largo de su vida”.
EL PAPA MOLESTO CON QUIENES NO HACEN SILENCIO EN LA
MISA
Esta devoción mariana tiene un
nexo teológico en la enseñanza de San Agustín que decía al respecto: “La palabra debe nacer del silencio y éste de la palabra.
… Para ver a Dios es necesario el
silencio”. En efecto, el Papa se ha mostrado molesto con quienes
charlan, distraen y se distraen en la misa.
A la misa “no vamos a un
espectáculo, vamos a encontrarnos con el Señor y el silencio nos prepara”, dijo el Papa que ha dedicado las catequesis
de los últimos dos miércoles sobre la Eucaristía.
El Obispo de Roma ha sido
noticia por tronar contra los fieles, sacerdotes y hasta obispos, que usan
teléfonos móviles para hacer selfies y videos en las misas como si fuera “un espectáculo” o recriminando a quien charla con
el vecino durante la misa al estilo ‘salón de té’.
Solo
en el silencio de la oración se puede aprender a escuchar la voz de Dios.
— Papa Francisco
(@Pontifex_es) October 3, 2017
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