martes, 28 de noviembre de 2017

QUÉ SON LOS SACRAMENTALES? ¿CUÁNTOS HAY Y DE QUÉ TIPO? ¿PROTEGEN DEL DEMONIO?


Los sacramentales recogen una gran variedad de bendiciones y han permanecido como una parte de la vida de la Iglesia a lo largo de los siglos.

El Concilio Vaticano II sobre la Sagrada Escritura nos dice en su artículo 60: “La santa madre Iglesia instituyó, además, los sacramentales. Estos son signos sagrados creados según el modelo de los sacramentos, por medio de los cuales se expresan efectos, sobre todo de carácter espiritual, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida.”

Es importante entender que los sacramentales NO son lo mismo que los sacramentos. Los primeros fueron creados e instituidos por nuestra Santa Madre Iglesia y operan por medio de su intercesión (i.e. son signos de la oración de la Iglesia) para disponernos a recibir el efecto de los sacramentos tal a como nos dice el Concilio.

Y más importante aún es saber que los sacramentos son necesarios para alcanzar la salvación, a diferencia de los sacramentales.

¿QUÉ SON LOS SACRAMENTALES?

De manera más sencilla, los sacramentales son los ritos de bendición y consagración que se encuentran en el Ritual y en el Pontifical Romano.

A pesar de que tienen raíces bíblicas, muchos se sorprenden al saber que el número de sacramentales ha cambiado a lo largo de los siglos.

La Iglesia, en su sabiduría, puede cambiar, modificar, añadir o sustraer sacramentales de acuerdo a las circunstancias culturales.

¿CUÁNTOS SACRAMENTALES EXISTEN?

Así que, ¿Cuántos sacramentales existen? ¿Hay alguna lista donde podamos ir y consultar los sacramentales disponibles? Antes de discutir cualquier lista de sacramentales, debemos conocer brevemente la historia detrás de la compilación de sacramentales de la Iglesia.

Aunque los sacramentales han estado presentes desde el inicio de la Iglesia misma, no tenemos ninguna compilación sino hasta el siglo V.

En ese tiempo, la Iglesia Romana comenzó a juntar los textos litúrgicos de los sacerdotes en un volumen único llamado "Sacramentario". Éste incluía, además del texto para celebrar la Misa, "las oraciones [que los obispos] quieren al consagrar una iglesia y muchos exorcismos, bendiciones y consagraciones que se encuentran ahora en el Pontifical Romano y el Ritual".

Este tipo de libro litúrgico fue generalmente usado hasta la Edad Media, cuando el Rituale Romanum fue introducido para separar las oraciones de la Misa de las diversas bendiciones sacramentales.

Durante la Edad Media, cada diócesis tenía su propio Ritual de forma que hacía falta uniformidad. Es por tal razón, que el Papa Pablo V instituyó el Rituale Romanum en 1614 para ser utilizado ampliamente en la Iglesia.

Este libro fue revisado en 1752 y contenía una larga colección de bendiciones para varios objetos.

Desde ese momento, el Ritual ha sido revisado en múltiples ocasiones y refinado hasta el día de hoy.

La lista de bendiciones sacramentales se ha reducido a lo largo de los siglos y se han brindado instrucciones más directas.

Sin embargo, cada diócesis (y orden religiosa) está aún autorizada a elaborar su propio suplemento para el Ritual y puede instituir sus propios sacramentales con la aprobación del Papa.

Dado que los sacramentales son instituidos por la Iglesia y son adaptados a la cultura, el número de sacramentales ha fluctuado y nunca ha habido un número permanente.

Los sacramentales están destinados a santificar nuestra vida cotidiana y dependen grandemente en la situación actual. Lo que era aplicable en el siglo V puede que no necesariamente aplique hoy en día. Ellos no tenían computadoras, por ejemplo, y una bendición para el Internet hubiese sido algo extraño para ellos.

Es por esto, además, que es casi imposible elaborar una lista completa de todos los sacramentales actualmente en uso. Se debería contactar a cada diócesis y orden religiosa en el mundo para determinar qué sacramentales han instituido.

TIPOS DE SACRAMENTALES

Sin embargo, al menos podemos categorizarlos para tener una idea de lo que son y cuántos hay. Primero que todo, la Iglesia define bendiciones sacramentales (de personas, comidas, objetos y lugares) así como exorcismos, que están destinados a alejar la presencia del maligno de lugares, personas y objetos.

Las bendiciones de personas incluyen, entre otros: "Bendición del abad o abadesa de un monasterio, consagración de vírgenes y viudas, el rito de profesión religiosa y la bendición de ciertos ministerios de la Iglesia (lectores, catequistas, acólitos, etc.)”.

Las bendiciones de objetos diseñados para uso sagrado incluyen: "La dedicación o bendición de una iglesia o altar, la bendición de los óleos santos, recipientes, vestimentas, campanas, etc.”.

Las bendiciones sacramentales incluyen también aquellas cosas que rodean la “piedad popular” tales como las estaciones de la cruz, rosarios, medallas, etc.

Hay además, numerosas bendiciones de objetos usados cotidianamente como campos de deportes, escuelas, bibliotecas, equipos de pesca, máquinas de comunicación, hornos, etc. Para una lista mucho más amplia de sacramentales, pueden revisar el Ritual Romano o el Bendicional.

CONCLUSIÓN

En conclusión, los sacramentales recogen una gran variedad de bendiciones y han permanecido como una parte de la vida de la Iglesia a lo largo de los siglos.

La Iglesia instituye estas bendiciones no para complicar nuestras vidas o para hacerla menos bíblica, sino para infundir nuestras vidas diarias con gracias espirituales adicionales que nos ayudarán a ser Cristianos virtuosos.

A medida que avanzamos, mantengamos siempre en mente ese fin y no hagamos estos rituales sólo por hacerlos.

La peor cosa que podemos hacer es utilizar estas bendiciones sacramentales como una especie de libro de “hechizos” o “encantamientos” que trabajan de forma “mágica” para alcanzar un objetivo deseado.

A Satanás le gusta burlarse de Dios y por eso ha influenciado las artes negras de tal forma y es por esto que magos y brujos tienen algo similar al Ritual, pero de una manera mucho más perversa y maligna.


El demonio busca controlar y poseer el mundo, mientras Dios busca santificar el mundo y nos anima a volver siempre a Él.

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