Participó en un encuentro organizado por el gran
oriente de Italia.
El pasado 12 de noviembre se
celebró en Siracusa (Sicilia, Italia) el encuentro organizado por el gran
Oriente de Italia, sobre «Iglesia y la masonería,
tan cerca tan lejos». Mons. Antonio Stagliano, obispo de Noto, participó
en el evento y ha concedido unas declaraciones a La Croce
(InfoCatólica) Después de la reunión, Giovanna Armiño ha
entrevistado para «La Croce» al obispo de Noto, mons. Antonio Stagliano, quien
ha participado del Encuentro. Estas son algunas de sus declaraciones al final
del evento:
«Creo
que muchos católicos han expresado su preocupación y hasta indignación porque
tienen una concepción de la Francmasonería que evidentemente es negativa. Los
masones serían de esos encapuchados, satanistas, mafiosos. Si esto es cierto,
incluso puedo entenderlos. Pero yo he
sido invitado a un debate público, con una masonería que no parece ser una
sociedad secreta, y sus cabezas son visibles. Fui capaz de predicarles el
Evangelio también a ellos, porque me habían pedido que hable sobre la
relación entre la Iglesia y la masonería. Puesto que sé poco de la masonería,
pensé hablar de la Iglesia Católica. Dejando librado a su inteligencia que
comprendan si están lejos o cerca.
Les he explicado que para la Iglesia del Vaticano
II, la Iglesia de diálogo, ellos no están cerca ni lejos, sino totalmente
fuera. Están fuera de la comunión católica, están excomulgados. Les expliqué lo
que es la excomunión. Así que permítanme tranquilizar a todos aquellos que
piensan que mi presencia «dialogal» es una especie de despacho de aduana.
Absolutamente no. No entra en mi competencia hacer esto. Pero como teólogo, como obispo y sobre todo como
teólogo, he querido explicar que están fuera de la comunión de la Iglesia.»
La entrevistadora recordó al
prelado que los masones dicen que hay varios católicos afiliados a la
masonería: «¿Ud. se ha dirigido también a ellos
hablando de la excomunión?».
«Ciertamente, yo
diría que una de las principales
razones que me llevaron a este diálogo, fueron en primer lugar, obedecer el
mandato de Jesús, de que si hay lobos, ‘os envío como ovejas en medio de
lobos’, y si hay enemigos de la Iglesia, ‘tienes que amar a tus enemigos’.
Así que mi proceder, por lo menos desde la intención de mi corazón es hacer una
obra de caridad intelectual, caridad es también dar alguna iluminación
particular a las personas que pueden estar desorientadas. Porque si muchos de
los que me han escuchado son masones y son católicos, evidentemente esas
personas son nuestros hermanos, un poco desorientados. ¿Cómo reconciliar con la excomunión su pertenencia a la masonería; con el
ir a la Iglesia y tal vez incluso alimentarse de la Eucaristía? No es posible.
Si luego, como algunos dicen, pertenecen a la Francmasonería algunos sacerdotes
y algunos obispos, parece que es necesaria una presencia autorizada de un
obispo que les diga: mira, estas cosas no son posibles. Porque si un sacerdote o incluso obispo se adhiere a
la Francmasonería, significa que no le importa la excomunión. Pero un
católico al que no le importa la excomunión creo que tiene problemas de
identidad católica, me parece.
He venido aquí a
decir que esa lejanía y proximidad debe ser interpretada diciendo que ellos
están tan lejos, que están fuera de la comunión con la Iglesia. Entonces,
siendo personas dotadas de razón usted puede hablar con ellos y dialogar, y yo he desarrollado el tema para ver cuál sería
la posible proximidad que ven en una distancia abismal.»
Publicado
originalmente en el blog de Marco Tosatti
Traducción
para Infocatolica por M. Virginia O. de Gristelli
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