¿Te imaginas solo a
solas con Jesús?
Por: Karla Estrada Navarro | Fuente: PadreSam.com
Por: Karla Estrada Navarro | Fuente: PadreSam.com
El mundo de hoy presiona a todos a correr
siempre. Con las actividades, el trabajo, el estudio, responsabilidades,
problemas, angustias siempre creemos nos falta una cosa: TIEMPO. Ese ajetreo nos lleva, incluso a nosotros
cristianos, a decir “NO TENGO TIEMPO” y por
ende, a no buscar a Jesús en el Santísimo Sacramento y a su Iglesia de la mejor
manera.
Y si hoy te preguntara a ti: ¿Quisieras tomarte
un tiempo para ir a visitar a Jesús sacramentado? Esa pregunta, un día llegó a
mí… y respondí con dudas, “un
día de estos iré”, al final, con
excusas; sin embargo, me ganó la curiosidad, hice la prueba: un día
decidí visitar a Jesús en el sagrario y descubrí algo tan maravilloso que debo
compartir contigo.
La primera impresión que tuve al entrar en esa
capilla escondida en esta pequeña ciudad francesa fue la certeza inexplicable
que Jesús está verdaderamente presente en la hostia consagrada. Sin embargo, me
sorprendió verle SOLO. No había nadie quien
le acompañara, pero, Él estaba ahí, humilde, escondido, sencillo… como si
esperase a alguien importante.
Entré
y extrañamente descubrí que no sabía que decirle, ¿te
imaginas solo a solas con Jesús?, ese día descubrí que hay silencios que hablan
de amor. Descubrí que mi oración no debe ser elaborada o ensayada, no debo
esperar a estar “bien” o “convertida” para decidir irle a ver, No. Él me espera,
tal cual soy. Incluso cuando estoy sin ánimos, Él siempre me sorprende con su
paz, viéndolo a Él. Él conoce mi realidad, sea cual sea. En el silencio he ido
aprendiendo que si Él es mi centro, todo adquiere el lugar indicado. Viéndolo a
Él, me conozco a mí. Viéndolo a Él, sana hasta lo más profundo de mí. Descubrí
que Él quiere que le comparta hasta los detalles más sencillos, sin pena ni
miedo – incluso si estoy enojada – porque hablándolos con El, iré descubriendo
Su voluntad.
Al verle en la hostia consagrada, me di cuenta
lo afortunados que somos los católicos al tenerlo presente TODOS LOS DÍAS. El cumple la palabra que dijo a
sus Apóstoles: “Y he aquí que yo estoy con
ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.
Descubrí
que Él es el amigo que espera paciente, en
silencio, con tanta ilusión que se le visite. Cada vez que he ido con un
corazón dispuesto, a compartir con El un momento de mi día, mi ser cambia. Los
problemas y los ajetreos son los mismos pero mi corazón es otro, es un corazón
fortalecido, con el solo hecho de visitarle unos minutos con entera devoción,
he sido capaz de ver con esperanza mi vida, porque me doy cuenta que Él no deja
solos a sus hijos. Con Él siempre hay tiempo y una solución para todo.
En conclusión, descubrí que el Amor de los
Amores está presente en un trozo de pan, esperando a sus hijos que vayan a
visitarle, para mostrarnos que Todo lo podemos en ÉL que nos fortalece.
No lo dejes solo. Visítalo y verás cómo Su Corazón transforma tu vida porque Él REALMENTE te escucha y vive por ti.
Artículo originalmente
publicado en PadreSam.com
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