VATICANO, 06 Ene. 16 / 06:33 am (ACI).- Luego de la Santa Misa por la Solemnidad de
la Epifanía del Señor, el Papa Francisco presidió el rezo del ángelus como es
habitual desde la ventana del estudio del Palacio Apostólico.
Francisco explicó el significado de los Reyes Magos y de los pastores
de Belén que fueron a adorar al Niño Jesús al ver la estrella.
Los primeros le dan a la Epifanía “un aire
de universalidad”. “Este es el
respirar de la Iglesia,
la cual desea que todos los pueblos de la tierra puedan encontrar a Jesús,
tener experiencia de su amor misericordioso”, dijo el Papa.
El Pontífice manifestó que para todos “hay una gran consuelo al ver la
estrella, es decir, en el sentirse guiados y no abandonados a nuestro destino”.
“La estrella es el Evangelio, la Palabra del Señor”. “Esta luz nos guía hacia Cristo.
¡Sin la escucha del Evangelio no es posible encontrarlo!”, exclamó.
“Los pastores y los Magos son muy distintos
entre ellos, pero tienen algo en común: el cielo.
Los pastores de Belén corrieron a ver a Jesús no porque fueran particularmente
buenos, sino porque velaban en la noche y, alzando los ojos al cielo, vieron
una señal, escucharon su mensaje y lo siguieron”.
Los Magos “escrutaron el cielo, vieron una nueva
estrella, interpretaron la señal
y se pusieron en camino”, dijo Francisco.
Así, “los pastores y los Magos nos enseñan que
para encontrar a Jesús es necesario saber alzar la mirada al cielo, no replegarse sobre sí mismo, sino tener
el corazón y la mente abiertos al horizonte de Dios, que siempre nos sorprende,
saber acoger sus mensajes y responder con prontitud y generosidad”.
“Los Magos, en efecto, siguiendo la estrella
llegaron al lugar donde se encontraba Jesús” y su experiencia “nos exhorta a no
contentarnos con la mediocridad,
a no ‘ir tirando’, sino a buscar el sentido de las cosas, a escrutar con pasión
el gran misterio de la vida”,
dijo el Papa.
Además, “nos enseña a no escandalizarnos de la
pequeñez y de la pobreza, sino a reconocer la majestad en la humildad y sabernos arrodillar frente a ella”.
En definitiva, “eran hombres prestigiosos, de regiones lejanas y culturas diversas, y
se habían encaminado hacia la tierra de Israel para adorar al rey que había
nacido”.
“La Iglesia desde siempre ha visto en ellos la
imagen de toda la humanidad, y con
la celebración de la Epifanía quiere casi guiar respetuosamente a cada hombre y
mujer de este mundo hacia el Niño que ha nacido para la salvación de todos”.
El Santo Padre también recordó que en la noche
de Navidad
Jesús se manifestó a los pastores, “hombres humildes y despreciados”. “Fueron
ellos los primeros en llevar un poco de calor
en aquella fría gruta de Belén”, añadió.
Después de rezar el ángelus, el Papa saludó a
los fieles que se encontraban en la Plaza de San Pedro y envió un saluda
especial a los cristianos de Oriente
Medio. “Hoy expresamos nuestra cercanía
espiritual a los hermanos y hermanas del Oriente Cristiano, católicos y
ortodoxos, muchos de los cuales celebran mañana la Navidad del Señor”. “Que les
llegue nuestro deseo de paz y de bien”, dijo Francisco.
También recordó que en este día se celebra la Jornada Mundial de la Infancia Misionera:
“es la fiesta de los niños que, con sus oraciones y sacrificios, ayudan a los
de su misma edad más necesitados haciéndose misioneros y testimonio de
fraternidad y del compartir”.
Por Alvaro de
Juana
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