viernes, 8 de enero de 2016

¿KILITOS DE MÁS?


Aceptémoslo, te pasaste un poco de kilos. No te preocupes, tenemos la solución para que los bajes ¡ya!

“¡Reduzca 15 kilos en 2 semanas sin rebote y sin esfuerzo!”. Estos remedios contra la obesidad son promesas de charlatanes. Lo que no es charlatanería es que la obesidad es un grave problema, que incluso está calificado como una epidemia mundial.

Sin embargo, no toda lonjita es signo de obesidad. Para saber si lo que tienes es un problemón tienes que calcular tu índice de masa corporal (IMC), algo muy sencillo de hacer si dominas las matemáticas.

La complicada operación consiste en dividir tu peso (en kilos) entre el cuadrado de tu estatura (en metros). Ah, ¿verdad? Ejemplo: si mides 1.60 m. y pesas 63 kg., la operación que tienes que hacer es:

63 (peso en kilos) ÷ 2.56 (resultado de 1.6 x 1.6), tu IMC será de 24.6 kg/m2. Pero eso qué significa.

Según los enterados si tu IMC está entre:

20 y 25 Kg/m2: es ideal

25 y 30 kg/m2: se observa un aumento de riesgo. Los pacientes con este IMC son considerados con sobre peso o exceso de peso, pero no con obesidad

30 y 35 kg/m2: tienes obesidad leve

35 y 40 kg/m2: padeces obesidad moderada

Por encima de 40 kg/m2: OJO, cuidado, tienes obesidad mórbida

Bajo los 20 Kg/m2: OJO ¡más cuidado! también se observa mayores índices de dolencias pulmonares y desnutrición. Están en esta lista, por ejemplo, quienes padecen de anorexia nerviosa.

Una vez identificada tu situación ya podemos decirte qué hacer si tienes obesidad. Primero que nada, debes cambiar algunos hábitos, nosotros te ayudamos con estos tips:

Muévete

El sedentarismo es una de las principales causas de la obesidad. Y está comprobado que la actividad física es uno de los mayores determinantes del uso de la energía del cuerpo.

El hecho de incrementar la actividad física hace que el cuerpo tenga que utilizar más calorías y logra que el balance calórico del cuerpo sea más favorable para no presentar obesidad.

Comer sano no es lo mismo que comer poco

Para mantener una buena salud, es necesario cambiar nuestros hábitos y prácticas alimentarias. En nuestro medio, por lo general, la comida diaria parece muy sana aunque en realidad, tiene un 50% de carbohidratos, un 40% de grasas y un 10% de proteínas.

Debemos iniciar por modificar estos porcentajes y consumir 70% de carbohidratos, 15% de grasas y 15% de proteínas.

Una manera fácil de llevar a cabo este proyecto es:

* Aumentar la cantidad de: cereales, fruta, verduras, legumbres, granos, tortilla y pan.

* Comer con moderación: carne de pollo (sin piel), de res, pescado, clara de huevo, leche y derivados.

* Consumir en mínimas cantidades: mantequilla, margarina, aceites, dulces, aderezos, azúcar, chocolates, yema de huevo y refrescos.

* No olvides tomar agua. Tu cuerpo requiere consumir entre 1.5 y 2 litros de agua por día.

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