Una persona de Estados
Unidos me ha hecho la siguiente pregunta:
¿Puede explicarme
Mt 8, 28-34? ¿Por qué los demonios le piden a Jesús ir a los cerdos antes de
ser expulsados? ¿Por qué Jesús acepta la petición? ¿Acaso Jesús tiene compasión
de ellos?) ¿Por qué los cerdos se tiran al precipicio de todas formas? Los
demonios, siendo espíritus, no sufren daño, sino los cerdos mismos, ¿correcto?
Jesús pudo haber expulsarlos sin necesidad de intermediarios, los cerdos.
La razón de Jesús está clara:
quiso que se entendiera de un modo visible adonde llevan los demonios. Ellos llevan
a la muerte, al abismo, a la destrucción. Por eso permite que entren en los
cerdos.
¿Por qué piden los demonios
entrar en los cerdos? Podríamos tratar de responder a esa pregunta, con otra
pregunta: ¿qué gana un demonio atormentando a un ser humano? El demonio no saca
ningún provecho. Sólo desea hacer sufrir.
Los demonios ven que van a ser
expulsados y en la desesperación del que sabe que no tiene nada que hacer, pide
una cosa sin pensarla mucho. Ante su sorpresa, se le concede.
Los demonios pensaban residir en esos cuerpos de animales. Pero una vez
dentro de los cerdos, la situación no se puede controlar: el animal se vuelve
como loco al sentir al mal espíritu dentro. Seguro que hay una resistencia de
la mente animal al mal espíritu que quiere dominarlo. Los demonios querrían
manejarlos a voluntad. Pero la mente animal ejerce una oposición. Al final, los
demonios, al ver que no los pueden dominar a voluntad, los conducen a la
muerte. Ésta es mi humilde opinión respecto a este pasaje.
P.
FORTEA
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