"Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del
cielo, el Hijo del hombre. Y así como Moisés levantó la serpiente en el
desierto, así también el Hijo del hombre ha de ser levantado, para que todo el
que cree en él tenga vida eterna.
Tanto amó
Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no
muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para
condenar al mundo, sino para salvarlo."
La
festividad de hoy tiene un claro mensaje: La Cruz es un símbolo de salvación.
En la Cruz está el Amor de Dios que se nos entrega a todos para darnos la VIDA,
no para condenarnos. Jesús se clavó en la Cruz junto a todos los que sufren. Y
no nos podemos considerar cristianos si no somos capaces de ver a Jesús en cada
una de las personas abandonadas, hundidas por la injusticia, crucificadas por
el dolor. Por eso todo aquel que tiende la mano, da su vida por el otro, lucha
por la justicia, es cristiano aunque no lo sepa ni pretenda serlo. Y todo aquel
que, por muchas oraciones, ceremonias y creencias que tenga, deja abandonado al
que sufre, está muy lejos de ser cristiano aunque se precie de ello.
Enviat per Joan Josep Tamburini
No hay comentarios:
Publicar un comentario