Cantabria homenajeó el pasado lunes 15 de septiembre a la
que es desde 1905 su patrona oficial,
la Bien Aparecida, venerada desde 1605.
El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, dirigió ante las autoridades civiles regionales y el presidente cántabro, Ignacio Diego, una oración a la Virgen: "Bien Aparecida, renueva nuestra diócesis, transforma a nuestra sociedad cántabra y haz que todos unidos busquemos lo que no une y no lo que nos divide y nos separa", proclamó en la misa celebrada en el Santuario de la virgen en en Hoz de Marrón (Ampuero).
El obispo oró también por las familias en paro y sin recursos, la pobreza infantil, la situación de los inmigrantes o la soledad de los ancianos, así como por la "sequía de vocaciones". Habló también de los jóvenes, que -dijo- están llamados a ser "callejeros de la fe".
En el exterior del templo se realizó una procesión de la imagen de la Virgen con la participación de cientos de devotos.
El santuario, a cargo de los religiosos trinitarios desde 1908, acogió misas también desde las seis de la mañana hasta las ocho de la noche.
Este año se cumple el décimo aniversario de la celebración de un Año Diocesano y Mariano que tuvo lugar entre el 15 de septiembre de 2004 e igual fecha de 2005. Esa celebración fue convocada para conmemorar los 400 años del hallazgo de la imagen de Nuestra Señora de La Bien Aparecida, los 100 años de su Declaración Pontificia como Patrona de la Diócesis de Santander y de Cantabria, y los 50 años de la Coronación Canónica de la imagen de la Virgen.
La devoción a la Bien Aparecida (una imagen del s.XV de pequeñísimo tamaño: 21,6 cm incluyendo el pedestal) nació en 1605, cuando unos niños pastores encontraron, de modo prodigioso, en una ventana de la ermita de San Marcos allí situada, esa imagen de la Virgen María.
Aunque las crónicas no registran curaciones ni milagros en aquel momento, sí consta que desde el 15 de septiembre de 1605 todos los lugareños suben a la ermita y extienden la devoción, que en 1670 cuaja con una cofradía de Nuestra Señora de la Bien Aparecida.
Esa fecha del 15 de septiembre queda incorporada actualmente como la fiesta civil del Día de Cantabria.
El edificio junto al santuario en sí, con los años, tuvo los más diversos usos: noviciado de la Orden Trinitaria, Hospital de Sangre en la guerra Civil, Sanatorio Antituberculoso, y Seminario desde 1952 hasta el año 1975.
En 1955 tuvo lugar la Coronación Canónica de la Imagen, en una solemne ceremonia celebrada en la Plaza de las Estaciones de la ciudad de Santander. En el acto religioso estuvieron presentes todas las advocaciones marianas de la Diócesis. La coronó el entonces obispo de Santander, José Eguino y Trecu (1929-1961), gran impulsor de la devoción bienaparicionista.
El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, dirigió ante las autoridades civiles regionales y el presidente cántabro, Ignacio Diego, una oración a la Virgen: "Bien Aparecida, renueva nuestra diócesis, transforma a nuestra sociedad cántabra y haz que todos unidos busquemos lo que no une y no lo que nos divide y nos separa", proclamó en la misa celebrada en el Santuario de la virgen en en Hoz de Marrón (Ampuero).
El obispo oró también por las familias en paro y sin recursos, la pobreza infantil, la situación de los inmigrantes o la soledad de los ancianos, así como por la "sequía de vocaciones". Habló también de los jóvenes, que -dijo- están llamados a ser "callejeros de la fe".
En el exterior del templo se realizó una procesión de la imagen de la Virgen con la participación de cientos de devotos.
El santuario, a cargo de los religiosos trinitarios desde 1908, acogió misas también desde las seis de la mañana hasta las ocho de la noche.
Este año se cumple el décimo aniversario de la celebración de un Año Diocesano y Mariano que tuvo lugar entre el 15 de septiembre de 2004 e igual fecha de 2005. Esa celebración fue convocada para conmemorar los 400 años del hallazgo de la imagen de Nuestra Señora de La Bien Aparecida, los 100 años de su Declaración Pontificia como Patrona de la Diócesis de Santander y de Cantabria, y los 50 años de la Coronación Canónica de la imagen de la Virgen.
La devoción a la Bien Aparecida (una imagen del s.XV de pequeñísimo tamaño: 21,6 cm incluyendo el pedestal) nació en 1605, cuando unos niños pastores encontraron, de modo prodigioso, en una ventana de la ermita de San Marcos allí situada, esa imagen de la Virgen María.
Aunque las crónicas no registran curaciones ni milagros en aquel momento, sí consta que desde el 15 de septiembre de 1605 todos los lugareños suben a la ermita y extienden la devoción, que en 1670 cuaja con una cofradía de Nuestra Señora de la Bien Aparecida.
Esa fecha del 15 de septiembre queda incorporada actualmente como la fiesta civil del Día de Cantabria.
El edificio junto al santuario en sí, con los años, tuvo los más diversos usos: noviciado de la Orden Trinitaria, Hospital de Sangre en la guerra Civil, Sanatorio Antituberculoso, y Seminario desde 1952 hasta el año 1975.
En 1955 tuvo lugar la Coronación Canónica de la Imagen, en una solemne ceremonia celebrada en la Plaza de las Estaciones de la ciudad de Santander. En el acto religioso estuvieron presentes todas las advocaciones marianas de la Diócesis. La coronó el entonces obispo de Santander, José Eguino y Trecu (1929-1961), gran impulsor de la devoción bienaparicionista.
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