¡Salchicha, salchicha rica, la legítima de Huacho, vendo también relleno, y mantequita de chancho!
Por
favor, no me divulgue por tener tremendo empacho, pero en confianza le digo, que
estas que vendo, no son de Huacho.
Siempre
el limeño presume de ser sabido, y al rato, no sabe lo que consume.
A pesar
de su sapiencia, le falta mucha experiencia, pero persiste en su afán; y más de
las veces, en vez de liebre, gato le dan.
Limeño,
no te aficiones en comer salchicha de Huacho, es un cuento tan gastado, que es
tiempo de echarlo al tacho.
Si tienes
paciencia espera, sentado un rato en la esquina, y me avisas cuando llega, la
salchichera de Lima.
¡Salchicha,
salchicha rica!
¡La
legítima de Huacho!...
De Flor de María Drago Persivale.
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