Si hay un tema que todo hijo y pueblo de Dios debe conocer, es el de la Liberación espiritual, a pesar de ser un tema bastante largo, es de gran importancia conocerlo. Es por ello que en este artículo nos encargaremos de que lo conozcas, así que te invitamos a continuar leyendo.
LA LIBERACIÓN ESPIRITUAL
Como ya mencionamos, el tema de la liberación
espiritual, se trata de un tema largo y de gran importancia, que todo creyente
del Señor, debe si o si, conocer. Luchar en contra de cada uno de los sistemas
que generan la pobreza espiritual en los hijos del Señor. La pobreza espiritual
se le atribuye principalmente a la falta de entendimiento, y a aquellas
fortalezas mentales que el mal ha logrado forjar en los seres humanos, que no permiten
que Dios entre en nuestras mentes.
¿Sabías que la santidad
es más que una persona buena? ¿Sabías que esta es un estilo de vida? Si quieres saber más acerca de Qué es la santidad y cómo vivir en ella, te invitamos a leer el artículo.
¿QUÉ ES LA LIBERACIÓN ESPIRITUAL?
Podemos definir a la liberación espiritual como un algo que da la posibilidad, a los seguidores del Señor, de recibir bendiciones, es algo muy relacionado con los valores y los sentimientos de estos. Por medio de la liberación se quiere luchar y terminar con la falta del entendimiento, al mismo tiempo se busca fortalecer la espiritualidad de la mente, por medio de la liberación de las ataduras.
El proceso de la liberación se da cuando las
personas aceptan a Dios y a su hijo como su Salvador, al aceptar esto, la
salvación llega a todos por medio de la gracia divina de estos. Dios es muy
bondadoso y permite que llegar a la liberación no se torne tan difícil. Cuando
las personas aceptan en espíritu al señor como el Salvador, pueden, sin duda
alguna recibir todas las bendiciones que la liberación espiritual representa.
Todo por la fe que se tiene en Dios.
Dios, tiene el ferviente deseo que cada uno de sus
hijos sean seres humanos que por medio de la fe sean bendecidos, esto es algo
que no tenemos que dudar en ningún momento. Al mismo tiempo, nuestro Señor
desea eliminar de la humanidad toda cosa o elemento que no permita que esta
bendición llegue a sus hijos.
Cuando uno de los hijos de Dios decide tomar el mal
camino, en nuestro Señor se genera un gran dolor, al observar esto. Igualmente,
cuando un ser humano sufre adversidades ocasionadas por la poca fe que tiene en
su palabra, sufre un gran dolor, pues él nos ama y no desea que eso nos pase,
ni que tomemos el mal camino, ni que no creamos y vivamos su palabra.
Por tal motivo, es que todos los creyentes debemos
enfocarnos en identificar el mal, y darnos cuenta de la influencia que este
quiere ejercer en nosotros para así poder eliminarlo. La liberación se trata de
un proceso a través del que los creyentes con ayuda de su fe tienen la
capacidad de deshacerse del mal que los puede estar acechando. La liberación
implica acabar con las ataduras y las fortalezas mentales y espirituales, que
la maldad ha sembrado en el mundo de los hombres.
Con
la liberación se lleva a cabo la evolución del hombre, con respecto a su fe
hacia Dios.
¿CÓMO
SE INICIÓ EL MINISTERIO DE LA LIBERACIÓN ESPIRITUAL?
Este ministerio, comienza por Juan Bautista, en el momento en que el pueblo de Israel fue preparado para ser capaces de recibir al Reino de Dios por medio de su hijo, Jesucristo. Es decir, el Reino de Dios se pudo recibir gracias a la predicación de su palabra, por medio de esta se crea el ministerio de la liberación espiritual, liberación que será dada por el mismísimo salvador. En el momento en el que Jesús se presenta ante Juan Bautista como un predicador, él hablaba acerca de la llegada de la época del Reino de los cielos, y que, por esta razón, todos aquellos creyentes debían estar verdaderamente arrepentidos de sus pecados.
Según Jesucristo, nuestro salvador, el Reino de los
cielos estaba siendo víctima de violencia desde los tiempos de Juan Bautista. Por
el hecho de que Satanás quería hacer frente a las palabras del bien que estaban
siendo transmitidas por Juan Bautista. Por tal motivo, cuando se comienza a
predicar acerca del Reino de los cielos, se da un proceso muy notorio de
manifestaciones de liberaciones espirituales. Este proceso produce mucha
molestia en Satanás, ya que se comienza un proceso de total entrega al Señor,
oprimiéndolo a él, y en respuesta, él inicia una serie de sistemas opresores
también.
Es por esto que en las escrituras se pide que cada
uno de los creyentes, de los habitantes del mundo se arrepienta de sus pecados
y que permitan la entrada de Dios a sus corazones, para que, de esta manera,
este puede protegerlos y salvarlos de todo mal.
Debemos destacar que, Juan Bautista fue quien
preparó a los hombres para la llegada de Jesucristo al mundo, él, se encargó de
predicar con perseverancia acerca del Reino del Señor. Es así como también se
da inicio a un ministerio propio de Jesucristo. El objetivo de este ministerio,
siempre fue el de enseñar y predicar la palabra del Señor, de predicar y
enseñar sobre el Reino de los Cielos.
LA
LIBERACIÓN ESPIRITUAL Y EL MINISTERIO DE JESÚS
En cualquier sitio en el que se
encontrará Jesucristo, este dejaba claro las bases fundamentales de su ministerio:
Predicar, enseñar, sanar y echar fuera a los
demonios, así se puede leer en Mateo 4:23-24:
“Recorría Jesús toda
Galilea. Enseñando en las sinagogas de ellos. Predicando el evangelio del Reino
y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Se difundió su fama por
toda Siria, y le trajeron todos los que tenían dolencias. Los afligidos por
diversas enfermedades y tormentos. Los endemoniados. Lunáticos y paralíticos. Y
los sanó”.
También se puede
leer de esto en Marcos 1:39:
“Y predicaba en las sinagogas de ellos en
toda Galilea. Y echaba fuera los demonios”.
Por medio de las escrituras, podemos es posible ver
a Jesús cumpliendo al pie de la letra las misiones de su ministerio. En la
actualidad no es raro ver que algún pastor, ministro o creyente practicando muy
bien las primeras tres que son predicar, enseñar y hasta sanar, sin embargo,
ninguno se atreve a realizar la cuarta misión que es la de echar a los demonios
fuera, puesto a que el ministerio de la liberación espiritual es uno bastante
perseguido y que causa muchas controversias. Cuando se está predicando, los
demonios se manifiestan, y las personas comienzan a liberarse.
La liberación espiritual no se da en ciertas
iglesias y ministerios, porque en la actualidad, muchos en el mundo se han
dejado llevar por la psicología y psiquiatría que por lo enseñado por Jesús. Se
han buscado métodos científicos para ayudar a las personas deprimidas y atadas,
se han creados armas carnales y humanas para cuestiones que son meramente del
espíritu, por ello, son muchas las personas que aún continúan muy oprimidas al
llegar a la iglesia. Y a estas en vez de darles soluciones por medio de la fe,
del poder de la Sangre de Cristo, de su Palabra, de la unción del Espíritu
Santo, se le dan soluciones y remedios creados por el hombre.
Una forma de ser agradecidos con
nuestro Dios por todo lo que hace por nosotros, es por medio de los diezmos y
ofrendas. Si quieres conocer la importancia de estos te invitamos a acceder en
el siguiente artículo: Diezmos y ofrendas.
¿POR QUÉ UN CREYENTE NECESITA LIBERACIÓN?
Es muy importante tener en cuenta que cuando un hombre se entrega a la palabra de Dios, este estará naciendo nuevamente, tendrá un nuevo desarrollo espiritual. Esto sin duda, permite que, esta persona se someta a un proceso que lo convertirá en un nuevo ser. También hay que destacar que, para el alma, la voluntad, las emociones y la mente, permanecen intactas, ya que en estas no se realiza el nuevo nacimiento. El alma, en este sentido no renace.
Es por esta razón que el alma de un creyente,
necesita de una transformación renovadora, que le permita llegar a la
liberación. Cada proceso realizado que se relacione con Jesucristo, permite la
liberación como personas.
La palabra del Señor es muy exacta y clara, más
cuando habla de la realización de procesos de liberación espiritual, cada vez
que se lleva a cabo un proceso de estos, nos convertimos en una nueva criatura.
Es decir, nos convertimos en nuevas personas, a la altura de nuestro espirito.
Nos convertimos en personas libres y puras.
Aun así, es necesaria una verdadera liberación del
alma, aquella liberación que da la sensación de sanación y por supuesto la
clara sensación de transformación, a un nivel espiritual. De esta manera se
logrará entender la verdadera voluntad que tiene el Señor en nosotros.
El alma de los creyentes puede estar llena de
heridas y ataduras, esto se puede relacionar a la falta de perdón, al rechazo y
a la baja autoestima. El alma necesita de una sanación y liberación por esto.
Con esto, la palabra de Dios, será comprendida adecuadamente. La sanación,
transformación y liberación, permitirán que crezcamos y maduremos como
creyentes.
Estas heridas, se ocasionan por los ataques del
mal, por la opresión que ejercen, los cuales logran penetrar porque no se tiene
una fe verdadera. Esto a su vez provoca un bloqueo hacia la palabra de Dios, y
permite la entrada a elementos que quiebran el corazón.
El demonio, influye de tal manera en las personas
que no las deja pensar, este bloqueo se transforma, se manifiesta en
enfermedades. Y esta es la simple razón por la que es necesaria la liberación
espiritual, para poder comprender la palabra del Señor, y lograr vencer a los
demonios.
¿POR
QUÉ LA IGLESIA NO HA ENTENDIDO EL MINISTERIO DE LA LIBERACIÓN ESPIRITUAL?
Esto se lo podemos atribuir directamente a la influencia que ha tenido el espíritu de Grecia, el cual ocasionó que se eliminara la realización de ciertas actividades espirituales en la iglesia, como es el caso de los sucesos paranormales o sobrenaturales que antes se presenciaban en las iglesias. Entre los elementos que caracterizan al espíritu de Grecia, y que de forma muy frecuente influyen en la iglesia del Señor están:
- El desarrollo del humanismo
y de la exaltación del hombre.
- El intelectualismo, el desarrollo
de la inteligencia, lo cual es el mayor causante de la exaltación que
sufre el hombre.
- Negar aspectos y elementos
difíciles o imposibles de explicar. Son muchas las personas que niegan que
existan los demonios, cosa que no deja que los espíritus se liberen de los
creyentes.
- No creer en lo sobrenatural,
como los dones de sanación, las profecías y los milagros.
Son estos mismos motivos lo que dañan la mente de
los creyentes, que hacen que no crean en la liberación espiritual.
¿PUEDE
UN CREYENTE SER O ESTAR POSEÍDO POR UN DEMONIO?
Si se es un creyente verdadero y de corazón,
sencillamente no se puede ser poseído, sin embargo, se pueden llegar a sentir
distintos sentimientos tales como la opresión, la depresión, la obsesión, entre
otros que no es más que estar atado a un ente malintencionado.
Cuando un ser humano se enfrasca en malas
experiencias, abusos y/o traumas del pasado y con esto se justifica cuando
realiza una mala acción, es decir, cuando peca con sus acciones en el presente,
este simplemente puede estar siendo oprimido y atado por un ser maligno.
Sin embargo, hay que tener muy claro, hay que ser
muy conscientes de que ningún demonio, ente o espíritu maligno nos puede llegar
a poseer, y todo debido a que nosotros tenemos de por si el alma llena con el
Espíritu Santo, este simplemente es parte de nuestro espíritu. Una posesión
implica adueñarse del alma de algún ser humano.
Por lo tanto, si llevamos al Espíritu Santo, al
Espíritu del Señor dentro, no hay manera de que el enemigo, de que esos entes
malintencionados puedan llegar a adueñarse de nosotros. Sin embargo, los entes
malignos pueden influir en los creyentes, ejercer cierta opresión en el cuerpo,
en el alma, en las emociones y en la voluntad. Esto pasa cuando el creyente le
otorga ciertos derechos al ente malintencionado.
CUATRO
COMPONENTES FUNDAMENTALES DEL MINISTERIO DE JESÚS
Como ya lo habíamos mencionado anteriormente, el ministerio de Jesús cuenta con 4 componentes, con 4 bases fundamentales. Los cuales son predicar, sanar, enseñar y por supuesto sacar a los demonios que quieran perjudicar al Reino del Señor.
El señor Jesucristo nos da la potestad a cada uno
de nosotros de realizar el proceso de enseñanza y de también realizar el
proceso de liberación del mal que pueda estar habitando en nosotros. Es de gran
importancia, eliminar la tristeza que aborda a los numerosos creyentes, y la
mejor forma para eso, es sanando el alma del creyente por medio de una limpieza
espiritual.
Así mismo, Jesús en una de sus tantas enseñanzas,
habla de lo que es la liberación espiritual. Cosa que provocaba el
entendimiento adecuado de aquellos elementos que caracterizan y destacan al
Reino de los Cielos. El proceso de enseñanza es un tesoro, que Dios nos otorga
porque simplemente nos ama.
Al mismo tiempo, la enseñanza es capaz de ayudar en
el proceso de la eliminación de la pobreza espiritual que muchos poseen.
LOS
VERDADEROS CREYENTES NO NECESITAN LIBERACIÓN DE DEMONIOS
Uno de los errores más comunes que se dan hoy en día, y que son acogidos por el seno eclesiástico es el desenvolvimiento de la liberación de los demonios que se realiza sobre aquellas personas creyentes y seguidoras de la iglesia. Este se trata de un proceso tan común como dañino, ya que con este se está diciendo a los cristianos de corazón que pueden ser atacados por demonios, que pueden ser poseídas por ellos, y que necesitan de una liberación.
De este mismo modo, con este mal concepto se han
llevado a cabo la realización, por parte de predicadores, de diversos textos
que se han vuelto populares pero que están basados en un error.
¿CÓMO
SE LIBERA EL ESPÍRITU?
Como ya mencionamos la liberación espiritual de demonios y/o entes debe ser llevada a cabo en personas no creyente, y si eres de esas, pero has tomado la decisión de tomar el camino de Dios, de corazón aquí te dejamos 10 pasos que te ayudarán a llegar a la liberación:
- Afirma tu fe en Cristo en
forma personal.
- Humíllate.
- Confiesa cualquier pecado
conocido.
- Arrepiéntete de todos tus
pecados.
- Perdona a todas las otras
personas, gobiernos e instituciones.
- Rompe con el ocultismo y
toda religión falsa.
- Prepárate para ser liberado
de toda maldición sobre tu vida.
- Confirma tu fe en Dios.
- Expulsa.
- Ata y Desata.
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