La Exaltación de la Santa Cruz es una fiesta religiosa de la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa y otras denominaciones cristianas.
Por: Varios | Fuente: www.ewtn.com / Otros
Se celebra el día 14 de septiembre
Los libros litúrgicos contienen dos fiestas
dedicadas al culto de la Cruz: La Invención de la Santa Cruz, el 3 de mayo, y
la Exaltación, el 14 de septiembre.
La Exaltación de la Santa Cruz, también conocida
como Triunfo de la Santa Cruz, es una fiesta religiosa de la Iglesia Católica,
la Iglesia Ortodoxa y otras denominaciones cristianas, que se celebra el 14 de
septiembre, ya que ese día es el aniversario de la consagración de la Iglesia
del Santo Sepulcro de Jerusalén en 335.
La fiesta del Triunfo de la Santa Cruz se hace
en recuerdo de la recuperación de la Santa Cruz obtenida en el año 614 por el
emperador Heraclio, quien la logró rescatar de los Persas que se la habían
robado de Jerusalén.
Al llegar de nuevo la Santa Cruz a Jerusalén, el
emperador dispuso acompañarla en solemne procesión, pero vestido con todos los
lujosos ornamentos reales, y de pronto se dió cuenta de que no era capaz de
avanzar. Entonces el Arzobispo de Jerusalén, Zacarías, le dijo: "Es que todo ese lujo de vestidos que lleva, están
en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo, cuando iba cargando
la cruz por estas calles".
Entonces el emperador se despojó de su manto de
lujo y de su corona de oro, y descalzo, empezó a recorrer así las calles y pudo
seguir en la piadosa procesión.
La Santa Cruz (para evitar nuevos robos) fue
partida en varios pedazos. Uno fue llevado a Roma, otro a Constantinopla, un
tercero se dejó en un hermoso cofre de plata en Jerusalén. Otro se partió en
pequeñísimas astillas para repartirlas en diversas iglesias del mundo entero,
que se llamaron "Veracruz" (verdadera cruz).
Nosotros recordamos con mucho cariño y
veneración la Santa Cruz porque en ella murió nuestro Redentor Jesucristo, y con
las cinco heridas que allí padeció pagó Cristo nuestras inmensas deudas con
Dios y nos consiguió la salvación.
A San Antonio Abad (año 300, fiesta el 17 de
enero) le sucedió que el demonio lo atacaba con terribilísimas tentaciones y
cuentan que un día, angustiado por tantos ataques, se le ocurrió hacerse la
señal de la Cruz, y el demonio se alejó. En adelante cada vez que le llegaban
los ataques diabólicos, el santo hacía la señal de la cruz y el enemigo huía. Y
dicen que entonces empezó la costumbre de hacer la señal de la cruz para
librarse de males.
De una gran santa se narra que empezaron a
llegarle espantosas tentaciones de tristeza. Por todo se disgustaba. Consultó
con su director espiritual y este le dijo: "Si
Usted no está enferma del cuerpo, ésta tristeza es una tentación del
demonio". Le recomendó la frase del libro del Eclesiástico en la S.
Biblia: "La tristeza no produce ningún fruto
bueno". Y le aconsejó: "Cada vez
que le llegue la tristeza, haga muy devotamente la señal de la cruz". La
santa empezó a notar que con la señal de la cruz se le alejaba el espíritu de
tristeza.
Cuando Nuestra Señora se le apareció por primera
vez a Santa Bernardita en Lourdes (Año 1859), la niña al ver a la Virgen quiso
hacerse la señal de la cruz. Pero cuando llegó con los dedos frente a la cara,
se le quedó paralizada la mano. La Virgen entonces hizo Ella la señal de la
cruz muy despacio desde la frente hasta el pecho, y desde el hombro izquierdo
hasta el derecho. Y tan pronto como la Madre de Dios terminó de hacerse la
señal de la cruz, a la niña se le soltó la mano y ya pudo hacerla ella también.
Y con esto entendió que Nuestra Señora le había querido dar una lección: que es
necesario santiguarnos más despacio y con más devoción.
Mire a la gente cuando pasa por frente a una
iglesia. ¿Cómo le parece esa cruz que se hacen? ¿No
es cierto que más parece un garabato que una señal de la Cruz? ¿Cómo la haremos
de hoy en adelante?
Como recuerdo de esta fecha
de la exaltación de la Santa Cruz, quiero hacer con más devoción y más despacio
mi señal de la Cruz.
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