Los «ejecutores» casi nunca hablan con
psicólogos; se aprueban el 90% de peticiones.
El suicidio asistido cumple tres años completos en
Canadá y se dobla el número de suicidados.
El
Gobierno canadiense ha publicado su primer
informe oficial sobre la aplicación en el país del suicidio asistido (pedir ayuda para matarse, por lo general tomando
o dando paso a un veneno que prepara un técnico), práctica legalizada en Canadá
en 2016.
El
informe demuestra que en apenas dos años de
"normalización" de esta "oferta" se ha doblado el número de
personas que se suicidan mediante
esta técnica: de 2.800 casos en 2017 a 5.600 en 2019.
EL
SUICIDIO ASISTIDO YA SUPERA (Y SE AÑADE) AL SUICIDIO TRADICIONAL
De hecho,
el suicidio asistido enseguida ha superado al suicidio tradicional (el que se
supone que las sociedades intentan reducir y prevenir).
Cada año hay unos 4.000 suicidios en este país de 37
millones de habitantes (una tasa de entre 11 y 12 por cada cien mil
residentes). Pero ahora se le añade esta nueva categoría:
otros 5.600 suicidios nuevos adicionales al año, en este caso con ayuda
de un técnico.
CIFRAS
OFICIALES DE SUICIDIO ASISTIDO EN CANADÁ
2016 (año de aprobación): 1.015
2017 (primer año completo): 2.833
2018: 4.467
2019: 5.631
2017 (primer año completo): 2.833
2018: 4.467
2019: 5.631
Así, el
suicidio asistido mata más que el suicidio tradicional, y también más que las
enfermedades de riñón. Si crece un poco más y llega a las 7.000 víctimas
anuales, superará a la diabetes y el alzheimer como causa de muerte.
¿POR
QUÉ SE SUICIDAN? DICEN QUE PORQUE CAMBIA SU ACTIVIDAD
Con los
datos de 12.000 canadienses ya ayudados a suicidarse, el Gobierno puede
establecer estadísticas, al preguntarles por la causa de su decisión. Aunque la
ley dice que no se debe optar a este suicidio por "presiones
externas", en la encuesta de 2019, un tercio decía
sentirse "una carga" para sus cuidadores. Un 54%
decía que sentía un "control inadecuado del
dolor" o temía llegar a sentirlo.
Casi 8 de cada diez se suicidaban así por "perder la habilidad de
realizar actividades cotidianas" (algo que
podrían reclamar muchos mutilados o amputados).
Sólo un 4,7% decía que la causa era "ansiedad, miedo, sufrimiento
existencial". Cabe
sospechar que esta causa esté camuflada en las respuestas, puesto que son cosas
que un tratamiento psiquiátrico podría tratar... y el suicida (y los
ejecutores) no quieren tratamiento.
Aproximadamente
2 de cada 3 de los ayudados a suicidarse tenían cáncer.
La
ley canadiense permite ayudar a que alguien se suicide cuando:
- hay una "razonable previsión" de que se acerca la muerte
natural
- o se declara un "sufrimiento físico o psicológico duradero que es
intolerable y no puede aliviarse de manera que
encuentren aceptable"
- se pide voluntariamente, y no como "resultado de presión
externa" (pero ningún mecanismo previene contra la presión externa y un
tercio dice que lo piden porque se sienten "una carga")
Sin
embargo, como se ve en la estadística, sólo la mitad de los suicidados
habla de tener problemas con el dolor (o prever que en el futuro lo
tendrá).
¿QUÉ
DIRÁN LOS AMPUTADOS O INMOVILIZADOS POR ACCIDENTES?
Las
causas más comunes declaradas para pedir el suicidio ("perderse actividades cotidianas" o "perderse actividades
significativas") pueden
comentarlas muchas personas con enfermedades graves o amputaciones, que tras un
periodo de meses o años de adaptación, encuentran nuevas actividades o nuevas
formas de afrontarlas. El problema del suicidio asistido es que no se espera el
proceso de adaptación.
También muchos moribundos disfrutan realizando actividades significativas en sus
últimos días con ayuda de los cuidados paliativos, desde reunirse con seres queridos a visitar lugares especiales
con ayuda, pero quien recurre al suicidio asistido quizá ni siquiera es capaz
de imaginar que puede realizar esas actividades. ¡Tomar
el veneno es más fácil y barato para todos!
En
teoría, el suicidio asistido se llama así porque el suicida es quien se toma su
veneno, y el "asistente" sólo se
lo prepara y acerca. Pero el informe revela que, como en
otros países, en realidad siempre es el asistente ("médico" o
"sanitario") quien le inyecta o administra la sustancia asesina.
De los
5.600 casos de 2019, sólo 7 (siete) se administraron
ellos mismos el veneno.
AUTORIZACIÓN
CASI SIEMPRE.
En 2019 recurrieron al suicidio asistido personas con una edad media de
75 años, aunque hubo un centenar que se suicidaron con entre 18 y 45 años.
Cada caso necesita ser autorizado, pero la autorización se da casi
siempre, en un 92% de los casos.
Un 3,6% de las personas que recibieron autorización, luego retiraron su
petición.
Un 15% de las personas autorizadas
a suicidarse, en realidad murieron antes de forma natural.
LOS
"EJECUTORES" CASI NO CONSULTAN A OTROS MÉDICOS
De los "sanitarios" que aplicaron el veneno, sólo un 28% se molestaron en hablar con un experto en cuidados paliativos respecto a un caso.
Y sólo un 6% se molestó en hablar con un psiquiatra. ¿Cuántos casos de suicidio por depresión (no tratada) pueden haberse
producido?
SÓLO
SE CITA UNA ASOCIACIÓN MÉDICA: LA NUEVA PATRONAL DEL SUICIDIO
En sus
conclusiones, el informe gubernamental es claramente activista a favor de esta
práctica que se ha multiplicado por dos en Canadá. No menciona, por ejemplo,
que la Asociación Médica Mundial en octubre de 2019 de nuevo declaró: "la Asociación Médica
Mundial se opone firmemente a la eutanasia y al suicidio con ayuda
médica".
El
informe, en cambio, enumera que en los últimos 4 años han implantado "alguna forma de ayuda a morir" los
Estados de Colorado, distrito de Columbia, Hawaii, Maine, New Jersey y el
Estado australiano de Victoria, y se plantea un referéndum sobre el suicidio
asistido auto-administrado en Nueva Zelanda (¿ese
que sólo se auto administran 7 de los 5.600 suicidados en Canadá?).
El
informe no menciona a la Asociación Médica Mundial ni a ninguna otra asociación
médica, excepto una sola, la CAMAP, la nueva patronal creada en 2017, la Asociación Canadiense de
Asesores y Proveedores de Ayuda Médica a Morir (su única ayuda es aportar y
aplicar el veneno y cobrar por ello). En su web se autodefinen como "un grupo
de personas apasionadas y compasivas".
Pablo J. Ginés/ReL
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