Unos pocos conceptos
que debemos tener claros cuando alguien nos expresa ideas como la del título a
este artículo.
Por: Kristina
Hjelkrem | Fuente: Catholic-link.com
El católico que ama a Dios tiene un gran deseo
de compartir ese amor con los demás, de evangelizar. Puede ser
que muchas veces te hayas encontrado con alguien que no piensa o vive como tú y
entonces hayan entablado un debate. En
éste puedes encontrarte con dos tipos de cristiano: el no practicante o
ateo, que puede tener muy estudiado porque prefiere llevar una vida paralela al
Señor y a las enseñanzas de la Iglesia (corrientes de pensamiento distintas, el
big bang, inexistencia de una vida
después de la muerte, etc.), pero también aquellos que prefieren apartarse, por Dios y por la Iglesia en sí mismos…
Está claro que la humanidad está muy herida: hay grandes injusticias en el mundo que no parecen tener
solución y las personas se enfrentan a circunstancias personales cada vez más
complejas. En la continua búsqueda de consuelo y descanso, el escuchar
de amor y misericordia es lo
único que el corazón realmente anhela; pero a veces la dinámica de la libertad
del hombre y la bondad de Dios, es muy compleja para el corazón.
Me encanta una de las frases con las que
comienza la segunda parte del video: «Mi intención
es simplemente que sepas que lo que te han enseñado desde pequeño, no
es todo lo que hay». Creo que esa debe ser nuestra actitud al
evangelizar.
La Iglesia es Santa y es de Cristo, pero a la
vez se encuentra compuesta por personas que se equivocan y pecan. Los horrores que la sociedad a veces “achaca” a la Iglesia se pueden atribuir solo a
ciertas personas concretas que están en ella, y suelen tratarse de actos que la
misma Iglesia condena como equivocados. Invitar a ver que los errores de
ciertos miembros de la Iglesia “no es todo lo que
la Iglesia es”, es invitar a conocer a los grandes santos como San Juan
Pablo II y Santa Madre Teresa de Calcuta, es invitar a participar de las
actividades que organizan las parroquias para atender a enfermos y pobres, es
invitar a estudiar las enseñanzas de la Iglesia que iluminan la vida del hombre
(p.e. Teología del cuerpo de San Juan Pablo II, Amoris
Laetitia del Papa Francisco,
etc.).
De la misma forma, respecto de Dios, debemos
invitar a ver que el dolor, la muerte y los errores de las personas “no es todo lo que hay”, hay más: hay Amor, Belleza, Bondad. Uno de los mayores errores de
los corazones de las personas de nuestro tiempo es identificar a Dios con las
personas que lo siguen.
Por poca falta que haga decirlo, existe una gran diferencia, Dios es el amor
perfecto, mientras que los seres humanos de forma imperfecta intentamos llegar
al amor. Dios no se va a equivocar, no te va a herir, literalmente solo quiere
amar al mundo entero.
Como apóstoles de Cristo es importante tener
estas ideas claras para que sepamos no solo comprender a las personas que no
confían en la imagen de la Iglesia o de Dios, pero para también saber llevarles
a conocer a Dios verdaderamente, quitando del debate esas “sombras” que no se les pueden atribuir a Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario