El líder de la secta
surcoreana Shincheonji, Lee Man-hee, de 88 años, fue detenido ayer, 1 de
agosto, por tratar de obstruir supuestamente los esfuerzos para contener la
propagación del coronavirus cuando ese grupo se convirtió en el
epicentro del principal brote que ha afectado a Corea del
Sur, tal como informa la agencia Efe.
Un tribunal de Suwon, ciudad
al sur de Seúl, emitió el 1 de agosto la orden de arresto contra Lee por
considerar que remitió a las autoridades
sanitarias documentos falsos sobre el número de participantes en las distintas
ceremonias religiosas celebradas
por la secta en febrero, cuando Shincheonji disparó el número de contagios en
el país asiático.
ACUSACIONES A UNA
SECTA CONTROVERTIDA
También se le acusa de malversar unos 5.600 millones de wones (unos
4,9 millones de euros) en fondos del grupo y de organizar eventos religiosos
sin autorización entre 2015 y 2019, según informó la agencia de noticias
surcoreana Yonhap.
El tribunal ha considerado en
un escrito que varios de los cargos han quedado comprobados y que existe riesgo de que Lee destruya pruebas que
justifican su detención. “Puede haber
debate sobre algunos cargos, pero otros han sido confirmados. Es más, hay
circunstancias que indican sistemáticos intentos de destruir pruebas, por lo
que no puede descartarse que haya intentos similares en el futuro”, ha dicho el juez Lee Myeong Chul para justificar
la orden de detención, según informa Nius.
La Fiscalía solicitó su arresto el pasado 28 de julio, una petición que
el tribunal competente comenzó a revisar el día 31. En julio, otros siete altos
representantes de la secta fueron también acusados de
obstruir las investigaciones de las autoridades sanitarias y
tres de ellos permanecen detenidos.
Unos 4.000 fieles de
Shincheonji, principalmente de la ciudad de Daegu, a unos 230 kilómetros al
sureste de Seúl, resultaron infectados con el COVID-19 y se convirtieron en el origen de un brote que ha sumado más de 5.000
infecciones en total. A día
de hoy esa cifra aún supone más de un tercio del total de contagiados en Corea
del Sur, donde se han contabilizado 14.305 hasta el momento.
La secta ha emitido un
comunicado en el que asegura que no ha obstruido las investigaciones de las
autoridades sanitarias, sino que simplemente ha mostrado
recelo ante la cantidad de información solicitada sobre sus feligreses. Además, ha
reivindicado que “la orden de detención no es un veredicto de
culpabilidad”. “Haremos todos los esfuerzos posibles para revelar la
verdad”, ha afirmado el colectivo Shincheonji.
MILENARISMO Y
PROSELITISMO
La Iglesia de Jesús
Shincheonji, secta de impronta cristiana fundada por Lee en 1984, cuenta en
general con una mala imagen pública entre los
surcoreanos. Los que mejor conocen al grupo lo consideran como una secta muy destructiva por el efecto que tiene en muchos de sus
miembros, que tienden a cortar todo lazo con amigos y familiares, y el
secretismo que rodea muchas de sus actividades, incluidas sus maniobras para
captar nuevos fieles.
Luis Santamaría, de la Red
Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), explica en un artículo publicado por Aleteia que
el líder ahora detenido fundó la secta al
considerarse “el ‘pastor
prometido’, llamado a restaurar el verdadero cristianismo y a cumplir la
verdadera alianza establecida por Jesús, algo en lo que han fracasado el resto de
confesiones cristianas”.
Además, según escribe este
investigador, “se trata de un movimiento milenarista, que basándose
en el libro del Apocalipsis anuncia
la inminencia de la llegada del ‘milenio’, una era de mil años de paz y
de reinado de Cristo a la que asistirá el propio Lee”.
La secta, que sobrepasaría
actualmente los 200.000 adeptos, es
muy controvertida por el proselitismo que realiza entre los cristianos,
pues “los reclutadores de la secta suelen acercarse a los creyentes de otras
confesiones –incluso acudiendo a sus cultos– ocultando su pertenencia y
empleando otros nombres tras los que está el Tabernáculo”, como señala Santamaría.
Secretaría RIES
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