Los soldados y
cruzados que se encaminaron a Tierra Santa pudieron ver muchos relieves y
pinturas bizantinas que nos muestra a St Jorge y el dragón o serpiente.
Por: P. Argenter | Fuente: www.phistoria.net
San Jorge siempre ha estado
muy unido a la fuerza de superación y contra la tiranía.- Hay
muchas leyendas en torno a este santo que tanto fue venerado en Europa, sobre
todo, en época medieval. Este venerable se une a la leyenda con el dragón
que acaba muerto bajo el ataque del santo montado encima de un caballo
blanco. Es decir, el triunfo del bien sobre el mal. Vamos a
conocer un poco la historia de St Jorge, unido a las cruzadas, a las leyendas
medievales y a la defensa del pueblo cristiano contra los ataques de los
infieles. Queremos destacar que hay muchas versiones, pero tan solo nos
acercaremos a la versión más antigua y expandida por las iglesias de Oriente y
Occidente.
San Jorge nació hacia el año 275 o 280 (Siglo
III d.C.) en Capadocia – perteneciente a la región de Anatolia (en Capadocia
que antes era Armenia y ahora pertenece a Turquía) en tiempos del Imperio
Romano; era hijo de una familia romana de nobles acomodados de religión
cristiana.
Siendo un niño perderá a su padre, Geroncio y
viajará con su madre Policromía (de origen griega) a Palestina, al pueblo de
Lydda o Diospolis, donde su madre nació, y lugar donde se criaría.
En Palestina recibirá el tratamiento de
caballero, siendo tribuno militar, aún siendo menor de 30 años, una hazaña muy
importante por aquel entonces.
De seguida le colocaron como guardia personal
del emperador Diocleciano (285-305). Este mismo emperador persiguió sin cuartel
a todos los cristianos de su imperio.
LA
LEYENDA DE ST JORGE Y EL DRAGÓN:
Siendo un joven oficial en tierras de Libia,
estuvo la ciudad de Silca o Silene, donde acudían a veces dragones.
Cuenta la leyenda que un dragón, estuvo atacando Silca durante un periodo de
tiempo. El dragón era muy feroz y se llevaba niños, jóvenes y mujeres que
acababan muertos.
Un buen día, según cuenta la leyenda, el dragón
exigió que le entregarán a la bella hija del Rey de Silene. El monarca
horrorizado ofreció al dragón todas las bellas pertenencias que tenía a cambio
de la vida de su hija. El pueblo se indignó de aquellas palabras y
exigió al rey que entregara a su hija ya que ellos habían perdido a sus hijos y
seres queridos durante los ataques del dragón a la población. Pero
el rey no quería aquella muerte horrible para su hija. Para apaciguar los
deseos del pueblo, el monarca aceptó entregarle a la princesa.
La bendijo y la dejó a fuera de las murallas de
su ciudad para que el dragón la recogiera.
San Jorge que en ese momento llegó a la ciudad
se encontró con la bella joven a la que le preguntó que ocurría puesto que
lloraba desconsolada. La doncella le respondió a sus preguntas como
pudo. San Jorge le ofreció su ayuda y su protección. En ese momento, justamente,
llegó el dragón enfurecido que salía del lago donde vivía. Rápidamente
St. Jorge montó sobre su caballo y sacó su espada y con mucho coraje se le
enfrentó. Mientras luchaba se encomendó a Dios ofreciéndole aquella
bestia del mal a cambio de la victoria. En su armadura el símbolo de la
cruz en blanco lucía sobre su pecho y mientras el enfrentamiento, St. Jorge
seguía abogándose al todo poderoso.
Una vez que pudo controlar al animal, St. Jorge
pidió a la princesa que atara al cuello del dragón su cinturón y así lo hizo la
joven. Los villanos (la gente del pueblo) que siguieron el combate desde
las murallas salieron a ver muerto al dragón. Cargaron en carro a la
bestia mitológica todavía viva, adormecida, a causa del impacto del caballero
cristiano con su espada.
UNA VEZ EN LA CIUDAD, ANTE
TODA LA POBLACIÓN Y DEL REY, SAN JORGE LES DIJO:
“El monstruo está dormido,
no despertará, pero Dios quiere que le honréis recibiendo el sacramento del
bautismo. Dejad vuestras creencias y entregaros al dios de los cristianos
y a cambio yo mataré al dragón con mi espada”. Enseguida
que el dragón parecía que iba despertando la gente se horrorizó y se dejaron
bautizar por el santo.
En cuando el dragón despertó, San Jorge montó en
su caballo y con un su espada atravesó al dragón, cayendo éste desplomado al
suelo. Su sangre se escampó por todo y de rodillas St. Jorge entregó a
Dios su victoria.
Dice incluso su leyenda que San Jorge quiso
hablar con el rey y enseñarle cuatro nuevas aptitudes: Crear
y honrar una iglesia al Dios cristiano, ayudar a sus sacerdotes, asistir
regularmente a misa y proteger a los pobres y necesitados.
Al principio, cuenta la leyenda, San Jorge
ocultó su religión hasta que un tiempo después decidió hacer pública su
condición de cristiano. Cuando el emperador conoció este dato, no dudó
muy enfadado, ordenar ejecutar al joven tribuno. San Jorge protestó y
criticó la política persecutoria del emperador.
Días después de su tortura por parte del
ejército romano, San Jorge fue decapitado, muriendo así el 23 de abril del
303. Su tortura tuvo como escena las murallas de Nicomedia (Turquía),
donde estaba destinado.
Los testigos de sus torturas y posterior muerte
acudieron a la emperatriz Alejandra de Bizancio para contarle aquel
momento. Los mismos convencieron a la monarca de que se convirtiera
al cristianismo.
Su cuerpo fue sepultado en la población de su
madre: Lydda, también conocida como “Hagio
Georgiopolis”. Su tumba todavía es venerada por los
cristianos, principalmente por los cristianos ortodoxos griegos.
En la inscripción de su tumba se lee: “San Jorge, portador del estandarte” en griego.
En Israel se cuenta que el venerable nació en
Lydda (Israel) y no en Capadocia, como cuenta la leyenda.
Su fábula la trajeron los marineros y cruzados
europeos venidos de Siria en el siglo XI. En Grecia, el primer país que
introduce en su liturgia la vida de este santo, tan venerado. Antes de
estos acontecimientos, San Jorge ya era muy querido en Siria y Palestina.
El emperador Constantino I construyó una iglesia en honor al santo
convirtiéndolo en un beato para la iglesia ortodoxa griega.
Uno de los primeros Papas de la Iglesia le
canonizó en el año 494 y fue el papa Gelasio I, señalándo como fiesta de San
Jorge el día que murió degollado, el 23 de abril e inscrito en el santoral
católico.
En el siglo VI, un abad irlandés, Adomnanus de
la isla de Iona se hizo con los relatos del obispo de Galia, en que Arkulf
peregrinó a Tierra Santa hacia el año 680 y trajo consigo la leyenda.
Los cruzados de la Tercera Cruzada (1189-1192)
intentaron recuperar la iglesia destruida años atrás en el 1010 y posteriormente
volvió a ser destruida por los hombres de Saladino en el año 1191.
No se pudo construir ninguna iglesia en aquel emplazamiento hasta el siglo XIX,
en el año 1872.
En España, este santo vino de la mano del rey
aragonés, Pedro I, que parece ser, se le apareció durante la batalla de Alcóraz
(Huesca) en el año 1096.
Pedro II fue quien fundó en el año 1202 la orden
militar de San Jorge en un castillo de Tarragona.
Su hijo, Jaime I “El
Conquistador” también habla de St. Jorge en su libro de hechos, en la
que relata que se le apareció el santo cuando estaba conquistando Mallorca y
Valencia.
Desde entonces, su leyenda está muy vinculada a
la corona de Aragón.
San Jorge fue siempre el segundo patrón de
Cataluña, después de Sant Jaume y el primero de Aragón, y adoptado como uno de
los santos más venerados de la costa levantina española.
INTERPRETACIÓN
DE SU FIGURA CON EL DRAGON:
De siempre la iglesia católica ha interpretado
la figura de San Jorge como el arma de Dios en la Tierra. Su caballo
blanco en el que iba montado, era la iglesia.
La lanza el arma otorgado por Dios era para
acabar con la blasfemia, el mal, la tentación y sobre el ángel caído, que en
este caso, es la figura del Dragón.
Curiosamente tiene mucho que ver con la figura
de San Miguel Arcángel, ambos matando al dragón o al demonio con arma de metal,
lanza o espada.
En el Medievo, la leyenda nos sitúa a un San
Jorge ante una princesa prisionera de un dragón, delante del castillo o de unas
murallas de una ciudad en el que su padre es el rey, quien además es quien pide
al santo que la rescate en su nombre.
Otros pueblos no hablan de la leyenda del santo
y el dragón, si no del santo y una serpiente. Los romanos nos habla de un
cuento sobre un militar romano que mató una serpiente muy grande. En
Andorra, Turquía y en el Vaticano, curiosamente nos encontramos relieves
antiguos en que sale el santo con una gran serpiente durante una lucha
sangrienta.
Los soldados y cruzados que se encaminaron a
Tierra Santa pudieron ver muchos relieves y pinturas bizantinas que nos muestra
a St Jorge y el dragón o serpiente.
Fueron ellos, maravillados por la lucha del
santo oriental subido en su caballo blanco, como muestra del bien, luchando
contra el mal, una bestia feroz de horrible rostro.
En occidente, los reyes y los cruzados fueron
los principales percusores de la devoción por este santo.
Fue nombrado santo patrón
de diferentes reinos europeos: Inglaterra, Cataluña,
especial devoción en Grecia, Rusia, Polonia, Rep. Txeca, Mallorca, Valencia,
Italia, Malta, Tierra Santa, Iglesias cristianas de Turquía y de Israel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario