viernes, 8 de noviembre de 2019

ECOTEOLOGÍA Y ESTUPIDEZ


El arzobispo de Toledo y primado de España, Monseñor Braulio Rodríguez Plaza, ha publicado una carta pastoral titulada “Conseguir la reconciliación con la tierra, con el prójimo y con Dios”. En ella, se leen cosas como esta:
En nuestro mundo, sin embargo, hay gente que lucha por todo lo contrario, como el Papa Francisco y otros muchos. No se trata de volver todos al campo, a los pueblos vacíos, sino es otra realidad la que hemos de perseguir. Es conseguir una reconciliación con la tierra, con el prójimo, con Dios: un camino que se fundamenta en el reconocimiento del lugar que nos corresponde en la inmensidad del universo. El carácter destructivo de nuestro cacareado “progreso” no siempre ha sido evidente, sino que, despreciando todas las actividades agrarias y sus sensibilidades, sólo pensamos en la oferta de recursos naturales que no basta para nuestras demandas de ellas.
“Solo pensamos en la oferta de recursos naturales que no basta para nuestras demandas de ellas". Seguro que don Braulio no era consciente de que ese mismo argumento es el que utilizan los neomalthusianos para justificar la promoción del aborto, de la eutanasia y del control de la población en general. A partir de ese argumento, los líderes del Nuevo Orden Mundial fomentan la anticoncepción y promueven un sexo sin compromisos y sin hijos, incluido el matrimonio homosexual. El control de la población es la solución de esta gentuza para erradicar la pobreza y para liberar a la mujer. Si los pobres no tienen hijos, se acaba con la pobreza. Si las mujeres no tienen hijos, se liberan de la esclavitud de la maternidad que impide - según el criterio de estos desalmados - su realización personal y profesional (porque para estos, la maternidad es una maldición). No hace mucho leíamos cómo el príncipe Harry de Inglaterra - por poner un ejemplo de estupidez - declaraba que su esposa y él solo querían tener dos hijos para “ayudar a salvar al planeta".
Yo no me tengo que reconciliar con la Tierra. Eso es una estupidez. La Tierra no es un ser humano a quien haya que pedir perdón por nada. Salvo que se considere a la «Madre Tierra» como un ídolo pagano al que adorar. La Tierra no grita, no sufre, no tiene heridas. Esas personificaciones del planeta tienen una intencionalidad perversa.
Solo hay un Dios verdadero, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Carlos Esteban escribe un magnífico artículo en InfoVaticana que titula “El primado de España se apunta a la ecoteología” que les recomiendo.
Por otra parte, en La Nuova Bussola Quotidiana leo en portada: “Los obispos italianos quieren que recemos a la Pachamama". Allí se puede ver esta “oración":
Al parecer, un párroco de Verona promovió una vigilia del “Buen Vivir” y en ella rezó esta oración:
«Pachamama de estos lugares, bebe y come esta oferta a voluntad, para que esta tierra sea fructífera. Pachamama buena madre, ¡Sé propicia! ¡Sé propicia! Deje que los bueyes caminen bien y no se cansen. Haz que las semillas germinen bien, que no les pase nada malo, que las heladas no las destruyan, que produzcan buenos alimentos. Te pedimos a ti: danos todo. ¡Sé propicia! ¡Sé propicia!».
¡Un párroco rezándole a una deidad pagana…! Yo no doy crédito. No me lo puedo creer… Pero de ser verdad, el hecho sería de una gravedad inusitada.
No obstante, las noticias sorprendentes de hoy no acaban aquí. Por desgracia. Al parecer en la Catedral de Lima también se le canta a la Pachamama. El título de la canción es “Madre Tierra, Pachamama, te venimos a cantar”. Lo publica Infovaticana. Esta es la letra:
MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A DAR GRACIAS AL SEÑOR.
Para comenzar el día nos llenamos de tu luz y al final de la jornada no nos dejas de alumbrar, no se apague, madre, el fuego que tenemos por amar, por cuidarte y respetarte por vivir y construir
MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A ALABAR A MI SEÑOR.
Pachamama, madre buena, destruida, sin amor, con tu suelo maltratado, y ríos enturbiados ya, ya no hay bosques, hay ciudades con cemento y soledad, perdón madre, por mi olvido, Madre Tierra, he de volver.
MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A ENCONTRAR A NUESTRO DIOS.
Nos ofreces, de tu vientre, los regalos de mi Dios, nuestras siembras y trabajos que tu cuidas con amor, hoy no llegan para todos y no alcanzan pa’ vivir, danos madre, incienso nuevo que haga santo el compartir.
MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A ALABAR A MI SEÑOR.
Pachamama, madre, amiga, compañera en este andar, soy tu hijo un poblador, de la tierra labrador, sin trabajo y sin justicia, sin amparo y sin calor llega el tiempo, Pachamama, de anunciar la libertad.
MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A ENCONTRAR A NUESTRO DIOS.
Pachamama te queremos los que estamos junto a ti, te cantamos y bailamos bien unido el corazón, no me olvido de mi gente, no me olvido del país, llega el tiempo, Pachamama, de vivir en amistad.
Señor, yo estoy dispuesto a defender la fe de la Iglesia con mi propia vida. Acepta, Señor, mi oblación. Ven pronto a socorrernos. Mira que tu barca navega en medio de la oscuridad más espantosa y la tormenta amenaza con hundirla. Ten compasión de nosotros, Señor.
Jamás reconoceré ni rendiré ningún tipo de culto a la Madre Tierra o a la Pachamama o como quiera que llamen a esa supuesta divinidad pagana. Eso es pecado de idolatría.
Yo no reconozco más madre que la mía, a la que quiero con locura; y a mi Madre del Cielo: a la Santísima Virgen María. Cristo nos la dio por madre en la cruz. La Virgen es la Purísima, la Inmaculada Concepción; ella es Madre de Dios y Madre Nuestra. Ni “madre tierra” ni gaitas. Nuestra Madre es la Santísima Virgen María.
¡Viva María Santísima! ¡Viva Cristo Rey!
Pedro L. Llera

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