Conté mis
años y descubrí que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el
que viví hasta ahora.
Me
siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces; los primeros los comió
con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos
profundamente.
Ya
no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos,
normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr
nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a personas
absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Mi tiempo es escaso como para discutir
títulos. Quiero la esencia, mi alma tiene prisa… Sin muchos dulces en el
paquete…
Quiero
vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reír de sus errores. Que no
se envanezca, con sus triunfos. Que no se considere electa antes de la hora.
Que no huya de sus responsabilidades. Que defienda la dignidad humana. Y que
desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
*Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de
las personas*…
Gente
a quien los golpes duros de la vida, le enseñaron a crecer con toques suaves en
el alma
Sí…,
tengo prisa…, tengo prisa por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede
dar.
Pretendo
no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan… Estoy seguro que
serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.
Mi
meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Tenemos
dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una........
Pedro
Salinas
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