Un día como hoy, 4 de septiembre, el Papa Francisco canonizó a la Madre
Teresa de Calcuta, a la que calificó como “una
generosa dispensadora de la misericordia divina”, una de las figuras más
icónicas de la Iglesia Católica y el mundo en el siglo XX.
La Misa de canonización se celebró en 2016, un día domingo en la Plaza
de San Pedro en el Vaticano. Se calcula que asistieron cerca de 120 mil
personas provenientes de todas partes del mundo.
Este evento se realizó en el marco del Jubileo de la Misericordia,
proclamado por el Papa Francisco, que tuvo lugar del 8 de diciembre de 2015 al
20 de noviembre de 2016.
El Pontífice presidió la celebración desde un altar instalado en el
atrio de la Basílica de San Pedro.
En el balcón principal del templo se colgó el retrato
oficial de la religiosa para la canonización, que se
tituló: “Santa Teresa de Calcuta: Portadora del Amor
de Dios", realizado
por el artista estadounidense Chas Fagan, por encargo de los Caballeros de
Colón.
Cuando inició la Eucaristía se presentó un
relicario que contenía
los cabellos y sangre de Santa Teresa de Calcuta. Tenía forma de cruz con un
corazón de color blanco y azul, que aludía al sari que usaba la religiosa.
Reliquias de #SantaTeresadeCalcuta
cargadas de simbolismo. Corazón, cruz, gota de agua, sangre, hermanas. pic.twitter.com/T2fGA3agRt
— ACI Prensa
(@aciprensa) 4 de septiembre
de 2016
Durante la Misa, el Prefecto de la Congregación para la Causa de los
Santos, Cardenal Angelo Amato, hizo la petición al Santo Padre para que la
religiosa sea inscrita en el libro de los santos y se leyó una breve reseña biográfica.
Luego se cantaron las letanías de los santos y el Papa Francisco leyó la
fórmula de canonización.
En su homilía, el Pontífice exhortó a los fieles a preguntarse “¿Cuál es la voluntad de Dios en mi vida?”.
Recordó que el “seguimiento de Jesús es un
compromiso serio y al mismo tiempo gozoso” y afirmó que la Madre Teresa durante
toda su vida fue “una generosa dispensadora de la misericordia divina,
poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la
vida humana”.
El Papa también expresó su deseo de que “esta
incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada vez más
que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda
ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua,
cultura, raza o religión”.
"La misericordia ha sido para ella la ‘sal’
que daba sabor a cada obra suya, y la ‘luz’ que iluminaba las tinieblas de los
que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento", destacó.
En la ceremonia estuvieron presentes la Superiora General de las
Misioneras de la Caridad, la congregación fundada por la Santa Teresa de
Calcuta, la hermana Prema Pierick; y Marcílio Haddad Andrino,
el brasilero cuya curación producida gracias a la intercesión de la religiosa
permitió el milagro para la canonización.
POR MARÍA XIMENA
RONDÓN | ACI Prensa
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