Una escuela primaria católica en Nashville, en el
estado de Tennessee (Estados Unidos), prohibió los siete libros de Harry Potter
debido a que el sacerdote encargado consideró preocupante la exposición de
brujería y magia negra en sus páginas.
El P. Dan Reehil, párroco de St. Edward Church
& School escribió a los maestros la semana pasada explicando su decisión,
tomada luego de consultar con varios exorcistas tanto en Estados Unidos como en
Roma.
“La serie de libros de Harry Potter fue eliminada
de la biblioteca de la escuela St. Edward por varias razones. Estos libros
presentan la magia como buena y mala, lo cual no es cierto, pero de hecho es un
engaño inteligente”, escribió en un correo electrónico
del 28 de agosto, que fue obtenido por el medio The
Tennessean .
El P. Reehil dijo que las maldiciones y hechizos utilizados en los
libros “son maldiciones y hechizos reales; que
cuando los lee un ser humano corren el riesgo de conjurar espíritus malignos en
la presencia de la persona que lee el texto”.
También dijo que “glorifican los actos de
adivinación; de conjurar a los muertos, de lanzar hechizos, entre otros actos
que son una ofensa a la virtud de la religión, al amor y al respeto que le debemos
solo a Dios. Se podría convencer a muchos que leen estos libros para que crean
que estos actos son perfectamente buenos, incluso buenos o espiritualmente
saludables”.
Los libros de Harry Potter han sido controvertidos desde que se publicó
la primera obra en 1997. La Asociación de Bibliotecas de los Estados Unidos
listó los libros de Harry Potter en 2001 y 2002 como “challenged
books”, un término que se refiere al intento de eliminar o restringir
materiales, en base a las objeciones de una persona o grupo. Los libros fueron
cuestionados debido a afirmaciones de ser “antifamiliares”,
“que contiene contenido de ocultismo/satanismo” y violencia.
La autora J.K. Rowling rechazó la idea de que sus libros contengan
mensajes anticristianos. En una entrevista de 2007 dijo que creía que había
paralelos entre el personaje principal de la serie, Harry Potter, y Jesucristo.
Para conversar sobre el tema, Mons. Charles Pope, autor y sacerdote
diocesano que ha participado en numerosos exorcismos en los últimos diez años dijo
a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que “siempre
es bueno errar por precaución en estos asuntos”, y agregó que la
decisión de retirar los libros de la biblioteca fue un “juicio
prudencial”.
“Creo que en momentos como estos necesitamos ser
más cautelosos, por lo que, como regla general, lo apoyaría, pero creo que cada
padre tendría que trabajar con sus propios hijos en estos asuntos”, dijo Mons. Pope.
El presbítero dijo que no leyó los libros de Harry Potter ni visto las
películas, solo “algunos extractos”.
Rosamund Hodge, autor de novelas de fantasía para adultos jóvenes y
dominico laico, dijo a CNA que cree que las preocupaciones sobre la “magia” en Harry Potter son exageradas.
“La magia en estos libros es tan ‘real’ como la
hada madrina de Cenicienta cantando ‘bibbidi- bobbidi-boo’”, respondió.
Hodge no cree que exista el riesgo de que los niños evoquen
accidentalmente espíritus malignos al repetir los “hechizos”
utilizados en los libros.
“Los niños son tan propensos a invocar demonios
haciendo una representación de Harry Potter como a vender accidentalmente sus
almas al proclamar ‘¡Abracadabra!’ mientras realizan trucos de cartas”, dijo Hodge.
El autor explica que Rowling “no escribe con
imaginación católica” y tampoco le preocupan las acusaciones de
contenido “oculto” en Harry Potter.
Por otra parte, considera que los niños católicos podrían aprender algo
de los libros, a pesar de que los personajes de la saga no poseen una
cosmovisión católica.
“Creo que la respuesta adecuada no es prohibir los
libros, sino discutirlos. Si los niños aprenden a lidiar con Harry y con sus
amigos que a veces creen en cosas equivocadas, tal vez estén preparados para la
cena de Acción de Gracias donde su tío favorito anuncia que la eutanasia
debería ser legal”, comentó Hodge.
Mons. Pope, por su lado, finalizó la entrevista señalando que sin
importar la decisión que se tome sobre Harry Potter, los católicos deben
protegerse contra cualquier tipo de juego con lo oculto o de la brujería.
“Una vez que te dedicas a la brujería, estás en el
lado oscuro, ya que no hay nada de Dios en esto. Es una violación del Primer
Mandamiento. El demonio es muy real y es muy pernicioso. También es muy astuto.
Necesitamos estar sobrios sobre su acción en el mundo actual”, enfatizó el exorcista.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI
Prensa
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