Solo digo, que no
pierdas las esperanzas y te quedes amargado viendo solo el momento presente.
Por: José Miguel Arráiz | Fuente: InfoCatolica.com
Una gran tentación que los cristianos católicos tienen actualmente es la
de la desesperanza. Es incluso COMPRENSIBLE si leemos
diariamente las noticias y la situación actual de la Iglesia. Los que
acostumbran leer InfoCatólica y demás diarios católicos (incluso aquellos
medios que hacen enormes esfuerzos por matizar y suavizar la situación) saben
de qué hablo.
Un ejemplo del agobio que puede producir mantenerse al día de la
situación actual de la Iglesia se puede encontrar en este mismo portal en
algunos comentarios de las noticias. Por ejemplo: “Este
comentario es de un catolico amargado
porque en eso me he convertido
de ver las noticias que dia a dia vienen de nuestras tierras otrora catolicas…”
(Comentarista de una noticia)
Otros no lo dicen tan directamente, pero se siente en el resentimiento de lo que expresan, en
una constante y monótona queja. Si es una noticia sobre cómo los musulmanes
asesinan a Cristianos, no falta el que diga sarcásticamente “El Islam, una religión de paz…”. Si es un miembro del
clero que contradice las enseñanzas de la Iglesia y hace giños al mundo por el
que se derrite” no falta el que venga a llamarlo “m#@%$ traidor apostata
miserable”. Como esos ejemplos a montón. A veces incluso compadezco al
que le toca moderar los comentarios del portal por toda la amargura que tiene
que soportar.
Y como digo: es en cierta forma COMPRENSIBLE: En cierta forma tiene parte de razón el que se molesta al
ver la injusticia campar a sus anchas en el mundo y a los cristianos ser
inefectivos en contrarrestarla. No somos de piedra: no puede permanecer insensible quien se entera de cuantos
bebes no nacidos asesina la multinacional del aborto Planned Parenthood al día,
y menos cuando se sabe que la misma matanza va a comenzar en países como
Irlanda o Argentina. No, no son buenas noticias, es ciertamente, una
etapa oscura de la historia que nos ha tocado vivir.
Pero no todo lo que es COMPRENSIBLE es JUSTIFICABLE. De hecho pienso
(es mi opinión) que quien se deja vencer por la desesperanza en cierta forma
sufre una enfermedad espiritual
y una falta de fe.
Falta de fe porque si en verdad se cree en las promesas de nuestro
Señor, se sabe que el mismo que se preguntó: «pero,
cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?»
(Lucas 18,8) es el mismo que acababa de prometer a sus elegidos «que les hará justicia pronto». El Señor
sabía que las cosas se pondrían feas, pero sabría que al final vencería. Sin
embargo, ellos toman la actitud del que ve una película donde su
personaje favorito ha muerto, y a pesar de que sabe que va a resucitar al final,
se queda afectado por la frustración.
Por supuesto, en nuestro caso se trata de la película de la vida, pero
¿no es mejor aún saber que de esa “película”
también conoces el final? ¿No
han leído como termina el Apocalipsis? ¿Quieres más spoilers? ¿Entonces,
por qué convertirse en un católico
amargado como el comentarista de aquella noticia? ¿por qué sumergirte en
un estado de depresión constante y eterna queja?
Entiende bien: no
digo que no te preocupes por la situación
actual de la Iglesia, no digo que no pidas a Dios que te de la gracia de hacer
todo lo que esté de tu parte para mejorarla. Solo digo, que no
pierdas las esperanzas y te quedes amargado viendo solo el momento presente.
Termino como empecé. Citando el Evangelio: «Os
he dicho estas cosas para que tengáis
paz en mí. En el mundo tendréis
tribulación. Pero ¡ánimo!:
yo he vencido al mundo» (Juan 16,33)
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