LOS PADRES SON EL PILAR PARA UN NIÑO,
SOBRE TODO EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA.
Prefiero emplear el término ‘padres tóxicos’ en lugar de ‘familias
tóxicas’ porque voy a centrarme en cómo la psicopatología de los padres, su
estilo educativo inadecuado y otras muchas cosas influyen en los hijos, explica
la psicóloga infantil, Úrsula
Perona, en la web Sapos y Princesas.
Los
padres son el pilar para un niño, sobre todo en los primeros años de vida. La influencia de los padres y la familia en la
salud psicológica del menor es decisiva. Algunas de las maneras en que esta
relación se convierte en tóxica o perjudicial para el niño, están relacionadas
con características del sistema familiar y del rol que ocupan en la familia,
así como con el estilo de crianza y las conductas de los padres.
1.
PADRES CON PROBLEMAS PSICOLÓGICOS NO TRATADOS
Una de
las circunstancias que podemos mencionar, es cuando los progenitores tienen problemas psicológicos no tratados.
Los padres con depresión, ansiedad,
trastornos de personalidad u otros problemas psicológicos que no están
diagnosticados o no están recibiendo tratamiento, pueden presentar carencias y
dificultades para cuidar adecuadamente a sus hijos. Para poder desempeñar
adecuadamente la tarea de criar, primero debemos cuidar de nosotros mismos.
Solucionar nuestros problemas psicológicos nos ayudará a encontrarnos
equilibrados, fuertes y capaces de educar a nuestros hijos.
2.
PADRES MALTRATADORES
Por
supuesto los padres maltratadores,
que utilizan con frecuencia la
violencia física o verbal con sus hijos, crean un ambiente tóxico en
casa, y minan la seguridad y la autoestima de los menores. Aprender otras
maneras de poner límites es necesario. También observar si esa violencia tiene
relación con una dificultad para gestionar la ira o la frustración.
3.
PADRES INDIFERENTES
En el
otro extremo estarían los padres indiferentes,
aquellos tan permisivos y laxos en la
educación de sus hijos que parece que éstos no les importen. La crianza
implica una serie de sacrificios y renuncias que no todos los progenitores
están dispuestos o preparados para asumir. Si ‘pasamos’
de nuestros hijos, si no les guiamos y educamos adecuadamente, el
mensaje que les enviamos es que no nos importan. Que no vale la pena molestarse
en educarles.
4.
PADRES MANIPULADORES O EXTORSIONISTAS
Hay otro
tipo de padres, los manipuladores y
extorsionistas. En este grupo podemos encontrar personas que instrumentalizan a los hijos: los usan sibilinamente
para ‘solucionar’ los problemas de la
pareja, para conseguir sus deseos o en general porque piensan que los niños
están a su servicio. Puede haber más o menos consciencia en estos actos, pero
desde luego, aunque no sean intencionados, perjudican gravemente a los niños.
5.
PADRES QUE SE ALÍAN CON LOS HIJOS PARA IR EN CONTRA DE LA PAREJA
Cuando
los padres se alían con los hijos para ir en contra de la pareja, cuando se crean coaliciones entre uno o varios
miembros de la familia, se producen alteraciones en el sistema familiar. Aquí
el niño también está instrumentalizado, es utilizado para algo. Para que la
madre o el padre tengan más fuerza frente a su pareja, para dejarle fuera del
sistema familiar o para lograr cualquier objetivo. El niño es usado como paño
de lágrimas, se convierte en confesor de alguno de los progenitores, ocupando
un lugar en la familia que no le corresponde.
6.
ROLES CAMBIADOS: NIÑOS QUE CUIDAN DE SUS PADRES
Los roles cambiados es otra de las formas en
que identificamos a las familias tóxicas. Niños que desde bien pequeños tiene que ‘cuidar’
de sus padres, bien porque tengan problemas físicos o mentales, o
bien porque son explotadores. Niños que asumen responsabilidades que no les
pertenecen. Niños forzados a madurar antes de tiempo y que se quedan sin
infancia. De mayores puede que sean dependientes emocionalmente, inseguros,
ansiosos… Niños a los que no se les ha permitido ser niños.
7.
PADRES QUE PROYECTAN SUS FRUSTRACIONES EN SUS HIJOS
Y por
último, los padres que proyectan sus
frustraciones en sus hijos. Padres
que no están satisfechos con su vida, que se sienten fracasados o infelices, y
pretenden que sus hijos realicen aquello que ellos no han realizado. Que
consigan éxito, sean famosos, bailen o canten o destaquen en el fútbol.
Cualquier expectativa que los padres ponen sobre los hombros de sus hijos, y
que no tienen que ver con los niños sino con ellos mismos, se convierten en una
pesada carga para el niño y una fuente de insatisfacción y frustración.
Como
vemos existen muchas conductas y situaciones que pueden convertir a la familia
en un entorno tóxico. La familia es el
sistema principal de interacción del niño, y debe ser un entorno cálido,
equilibrado, que proporcione estabilidad y bienestar, y donde los problemas de
los padres los resuelvan los padres, no los hijos.
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