LAS BUENAS AMISTADES PUEDEN SER UNA GRAN BENDICIÓN,
Y VICEVERSA.
La amistad es
afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y
se fortalece con el trato. La amistad es una de las relaciones interpersonales
más comunes de los seres humanos.
Aristóteles menciona tres
tipos de amistad: por interés, por placer y por el
bien; pero sólo la que surge del bien merece llamarse amistad.
Para Cicerón y Séneca, la
amistad implica armonía, buena voluntad y afecto, «querer
y rechazar lo mismo».
La amistad moderna se
distingue por el elevado grado de autonomía que se atribuye a una persona, en
la medida que tiene en sus manos la relación tanto para iniciarla como para
romperla. Cuidado con este tipo de amistad, no es realmente amistad. Un amigo
de verdad es el que está en todo momento, el que te levanta cuando estás
decaído. Es en la turbación donde la amistad se pone a prueba. Un amigo, es uno
que nos extiende la mano, y también nos confronta cuando hacemos algo
incorrecto.
Proverbios
18:24 El hombre que tiene amigos debe ser amistoso, y amigos hay más unidos que
un hermano.
Juan
15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
Las amistades que son
respetuosas, que edifican, que comparten las mismas creencias, son amistades
que se deben conservar y valorar. Todo matrimonio necesita parejas de amigos
para compartir y disfrutar. No obstante debemos aclarar que los amigos de un
matrimonio tienen que ser amigos de los dos y ser igualmente aceptados por los
dos. No puede haber amigos individuales por separado. O son amigos de los dos,
o de ninguno.
Si tienes amistades en contra
de la voluntad de tu cónyuge, estás haciendo mal y vas a tener problemas tarde
o temprano. Aunque tengas una amistad de toda la vida y muy valiosa para ti, si
a tu cónyuge no le agrada, debes dejar esa amistad de inmediato. Porque tu
matrimonio y tu familia tienen la prioridad.
Si tu cónyuge estaba
equivocado(a) el Señor se lo revelará en su momento, pero tú debes defender y
cuidar el corazón de tu cónyuge, rompiendo con toda amistad que no es de
edificación para la familia.
Las relaciones con amistades,
por excelentes que sean, tienen sus límites. Cada matrimonio debe conocer los
límites de la amistad. El respeto debe ser una valla protectora de toda
amistad. Nunca le falte el respeto a sus amistades, ni permita que sus
amistades le falten el respeto a usted ni a ningún miembro de su familia.
La consideración es otro
elemento indispensable en la amistad. Trate de no exceder la confianza que le
han dado sus amistades y no permita que sus amistades excedan su límite de
confianza. Háblense siempre con la verdad. Las amistades sanas y que perduran
para siempre, son este tipo de amistades.
Habla con tu cónyuge y hagan
un buen análisis de todas sus amistades y decidan cuales van a cultivar y de
cuales se van a retirar definitivamente. El matrimonio debe construir sus
propias amistades, desarrollando relaciones sanas con otras familias con
quienes tengan algo en común. Y que más importante que compartir una FE en Cristo Jesús. Estas son las amistades que
deben alimentarse y desarrollarse.
Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado.
¡CUÍDALO!
Luis y Hannia
Fernandez.
www.libresparaamar.org
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