Los
10 mandamientos son un resumen de las condiciones para una vida liberada de la
esclavitud del pecado, según el catecismo # 2057. Y según el resumen que hizo Nuestro Señor, deben entenderse como la
aplicación de la ley del amor: el amor a Dios y el amor al prójimo. Lo cual
resume la ley natural dada por Dios.
Fundado por esa ley del amor, aparecen entonces los 10 mandamientos, que
son el mínimo requerido por ese amor.
Los 10
mandamientos, que maneja la Iglesia Católica y que están expresados en el
Catecismo y abajo hacemos un resumen, se
deben a la tradición establecida por San Agustín. Pero puede haber
algunos cambios ligeros según las distintas confesiones cristianas.
JESÚS
LOS RESUMIÓ EN LA LEY DEL AMOR
Son una prescripción para la liberación del pecado,
necesario para vivir como cristiano.
Un mínimo debajo del cual no podemos ir.
Son un todo
coherente, al punto que la entrada del catecismo # 2069 dice que si rompes uno de ellos, los rompes todos. Expresan
los deberes hacia Dios y hacia el
prójimo, mirados en perspectiva. Y violarlos voluntariamente implica cometer un pecado mortal, como
habla el catecismo #2702 y #2703. Deben considerarse la expresión de la ley natural. Desde el principio Dios dio al hombre
mandamientos para guiarlo en la elección de lo que es bueno y unirlo a
Dios y a otros hombres. Pero la historia de la humanidad muestra que el hombre abusó de su libertad, desobedeció
los mandamientos de Dios, rompió la armonía y cayó de la gracia. En medio de este caos Dios entrega los
mandamientos a Moisés, luego de liberar al pueblo judío de la esclavitud
en Egipto. Originalmente estos preceptos les fueron revelados a Moisés en el monte Sinaí y grabados en dos tablas
de piedra. Están expresados en el Éxodo 20 y Deuteronomio 5. Transformándose
en un documento escrito para llevar al
hombre hacia la paz y la felicidad. A pesar de estar escritos
detalladamente, el hombre moderno
rechaza los mandamientos porque rechaza a Dios. Considera que no hay pecados
y por lo tanto tampoco hay preceptos. Entonces la tolerancia se regula de acuerdo al consenso político y moral
del momento. Es así como el hombre está
en la ruta de la cultura de la muerte a través del aborto, la eutanasia.
Y en la de diversos pecados
respecto a la sexualidad, al matrimonio y a la familia. Pero no puede escapar de las consecuencias de
romper los mandamientos y por eso la vida se está haciendo tan oscura en
la Tierra. La misión de Jesús no fue
abolir los mandamientos del pueblo judío, sino todo lo contrario. Vino a reiterar que se deben guardar los
mandamientos como lo dice Mateo 5: 17-19. Y en Mateo 19: 16-21, Jesús habla de
la validez de los mandamientos al joven rico. Y a través de su predicación en
su ministerio público da ejemplos para
una comprensión más acabada de ellos. Culminando en una nueva síntesis del decálogo que está en Mateo
22: 37-40, “…amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. Este
es el gran el primer y gran mandamiento. Y el segundo mandamiento es semejante
a este. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende
toda la ley y los profetas”.
Y en Juan
13: 34 dice. “Les doy un nuevo mandamiento, que se amen los unos a los otros;
así como yo los he amado también ámense los unos a los otros”. En su
misión de enseñar los mandamientos Jesús
explica detalles con ejemplos y parábolas.
Que el amor incluye el perdón, el amor a los enemigos, abstenerse de
juzgar habitualmente a los demás.
Manda la ejecución de actos de misericordia,
ordena a los hombres que sean misericordiosos para entrar en el cielo,
ofreciendo diversas parábolas e incluso lavando el mismo los pies a los
apóstoles. Cuando enseña los hombres el Padre Nuestro llama a orar con persistencia, y además da un texto donde aparecen
mandamientos. También insiste en el arrepentimiento
y la confesión, y concede a los apóstoles el poder de perdonar los
pecados reconciliando a los hombres con Dios. En la última cena enseña a los
hombres a participar en la Eucaristía,
comiendo su cuerpo y su sangre.
Y deja claro que los mandamientos no son un ideal sino un requisito
absoluto, que se debe guardar para entrar en la vida eterna.
En Juan
14:15 dice “si me amas guarda mis mandamientos”.
Agrega en Mateo 5: 48 un llamado
a la perfección para que seamos perfectos así como el Padre Celestial es
perfecto. Y cuando llama a los hombres
a entrar por la puerta estrecha, da el camino para entrar en Mateo 19:
26, cuando dice “para los hombres esto es
imposible pero para Dios todo es posible”. Queriendo significar que la entrada al cielo es posible por la gracia
de Dios. Finalmente manda a los
hombres evangelizar. En Mateo 28: 19-20 les dice que vayan por todas las naciones haciendo
discípulos y bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Lo que significa que
enseñen la observancia de lo que Él ha mandado, o sea los 10
mandamientos. Ahora veremos un resumen de los 10 mandamientos extraído del
Catecismo de la Iglesia Católica.
RESUMEN
DE CADA UNO DE LOS 10 MANDAMIENTOS
Primer
Mandamiento. «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con
todas tus fuerzas»
2133 ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu
alma y con todas tus fuerzas’ (Dt 6, 59).
2134 El
primer mandamiento llama al hombre para que crea en Dios, espere en El y lo ame
sobre todas las cosas.
2135 ‘Al Señor tu Dios adorarás’ (Mt 4, 10). Adorar a
Dios, orar a Él, ofrecerle el culto que le corresponde, cumplir las promesas y
los votos que se le han hecho, son todos ellos actos de la virtud de la
religión que constituyen la obediencia al primer mandamiento.
2136 El
deber de dar a Dios un culto auténtico corresponde al hombre individual y
socialmente considerado.
2137 El
hombre debe ‘poder profesar libremente la religión
en público y en privado’ (DH 15).
2138 La superstición es una desviación del culto que debemos
al verdadero Dios, la cual conduce a la idolatría y a distintas formas de
adivinación y de magia.”
2139 La
acción de tentar a Dios de palabra o de obra, el sacrilegio y la simonía son
pecados de irreligión, prohibidos por el primer mandamiento.
2140 El
ateísmo, en cuanto niega o rechaza la existencia de Dios, es un pecado contra
el primer mandamiento.
2141 El
culto de las imágenes sagradas está fundado en el misterio de la Encarnación
del Verbo de Dios. No es contrario al primer mandamiento.
Segundo
Mandamiento. «No tomarás en falso el nombre del Señor tu Dios»
2160 ‘Señor, Dios Nuestro, ¡qué admirable es tu nombre por
toda la tierra!’ (Sal 8, 2).
2161 El
segundo mandamiento prescribe respetar el nombre del Señor. El nombre del Señor
es santo.
2162 El
segundo mandamiento prohíbe todo uso inconveniente del nombre de Dios. La
blasfemia consiste en usar de una manera injuriosa el nombre de Dios, de
Jesucristo, de la Virgen María y de los santos.
2163 El
juramento en falso invoca a Dios como testigo de una mentira. El perjurio es
una falta grave contra el Señor, que es siempre fiel a sus promesas.
2164 ‘No jurar ni por Criador ni por criatura, si no fuere con
verdad, necesidad y reverencia’ (S. Ignacio de Loyola, ex. spir. 38).
2165 En el
Bautismo, la Iglesia da un nombre al cristiano. Los padres, los padrinos y el
párroco deben procurar que se dé un nombre cristiano al que es bautizado. El
patrocinio de un santo ofrece un modelo de caridad y asegura su intercesión.
2166 El
cristiano comienza sus oraciones y sus acciones haciendo la señal de la cruz ‘en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén’.
2167 Dios
llama a cada uno por su nombre (cf Is 43, 1).
El
Tercer Mandamiento. «Recuerda el día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y
harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es día de descanso para el Señor,
tu Dios. No harás ningún trabajo»
2189 ‘Guardarás el día del sábado para santificarlo’ (Dt
5, 12). ‘El día séptimo será día de descanso
completo, consagrado al Señor’ (Ex 31, 15).
2190 El
sábado, que representaba la coronación de la primera creación, es sustituido
por el domingo que recuerda la nueva creación, inaugurada por la resurrección
de Cristo.
2191 La
Iglesia celebra el día de la Resurrección de Cristo el octavo día, que es
llamado con toda razón día del Señor, o domingo.
2192 ‘El domingo ha de observarse en toda la Iglesia como
fiesta primordial de precepto (? CIC can. 1246, 1). ‘El domingo y las demás fiestas de precepto, los fieles
tienen obligación de participar en la misa’ (CIC can. 1247).
2193 ‘El domingo y las demás fiestas de precepto… los fieles
se abstendrán de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios,
gozar de la alegría propia del día del Señor o disfrutar del debido descanso de
la mente y del cuerpo‘ (? CIC can. 1247).
2194 La
institución del domingo contribuye a que todos disfruten de un ‘reposo y ocio suficientes para cultivar la vida
familiar, cultural, social y religiosa‘ (GS 67, 3).
2195 Todo
cristiano debe evitar imponer, sin necesidad, a otros impedimentos para guardar
el día del Señor.
El
Cuarto Mandamiento. «Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la
tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar»
2247 ‘Honra a tu padre y a tu madre’ (Dt 5,16 ; Mc
7,10).
2248 De
conformidad con el cuarto mandamiento, Dios quiere que, después que a Él,
honremos a nuestros padres y a los que El reviste de autoridad para nuestro
bien.
2249 La
comunidad conyugal está establecida sobre la alianza y el consentimiento de los
esposos. El matrimonio y la familia están ordenados al bien de los cónyuges, a
la procreación y a la educación de los hijos.
2250 ‘La salvación de la persona y de la sociedad humana y
cristiana está estrechamente ligada a la prosperidad de la comunidad conyugal y
familiar’ (GS 47, 1).
2251 Los
hijos deben a sus padres respeto, gratitud, justa obediencia y ayuda. El
respeto filial favorece la armonía de toda la vida familiar.
2252 Los
padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos en la fe, en
la oración y en todas las virtudes. Tienen el deber de atender, en la medida de
lo posible, las necesidades materiales y espirituales de sus hijos.
2253 Los
padres deben respetar y favorecer la vocación de sus hijos. Han de recordar y
enseñar que la vocación primera del cristiano es la de seguir a Jesús.
2254 La
autoridad pública está obligada a respetar los derechos fundamentales de la
persona humana y las condiciones del ejercicio de su libertad.
2255 El deber de los ciudadanos es cooperar con las
autoridades civiles en la construcción de la sociedad en un espíritu de verdad,
justicia, solidaridad y libertad.”
2256 El
ciudadano está obligado en conciencia a no seguir las prescripciones de las
autoridades civiles cuando son contrarias a las exigencias del orden moral.
‘Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres’ (Hch 5, 29).
2257 Toda
sociedad refiere sus juicios y su conducta a una visión del hombre y de su
destino. Si se prescinde de la luz del Evangelio sobre Dios y sobre el hombre,
las sociedades se hacen fácilmente totalitarias.
El
Quinto Mandamiento. No matarás
2318 ‘Dios tiene en su mano el alma de todo ser viviente y el
soplo de toda carne de hombre’ (Jb 12, 10).
2319 Toda
vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte, es sagrada,
pues la persona humana ha sido amada por sí misma a imagen y semejanza del Dios
vivo y santo.
2320 Causar
la muerte a un ser humano es gravemente contrario a la dignidad de la persona y
a la santidad del Creador.
2321 La
prohibición de causar la muerte no suprime el derecho de impedir que un injusto
agresor cause daño. La legítima defensa es un deber grave para quien es
responsable de la vida de otro o del bien común.
2322 Desde
su concepción, el niño tiene el derecho a la vida. El aborto directo, es decir,
buscado como un fin o como un medio, es una práctica infame (cf GS 27, 3),
gravemente contraria a la ley moral. La Iglesia sanciona con pena canónica de
excomunión este delito contra la vida humana.
2323 Porque
ha de ser tratado como una persona desde su concepción, el embrión debe ser
defendido en su integridad, atendido y cuidado médicamente como cualquier otro
ser humano.
2324 La
eutanasia voluntaria, cualesquiera que sean sus formas y sus motivos,
constituye un homicidio. Es gravemente contraria a la dignidad de la persona
humana y al respeto del Dios vivo, su Creador.
2325 El suicidio es gravemente contrario a la justicia, a la
esperanza y a la caridad. Está prohibido por el quinto mandamiento.”
2326 El escándalo constituye una falta grave cuando por acción
u omisión se induce deliberadamente a otro a pecar.”
2327 A causa
de los males y de las injusticias que ocasiona toda guerra, debemos hacer todo
lo que es razonablemente posible para evitarla. La Iglesia implora así: ‘del hambre, de la peste y de la guerra, líbranos
Señor’.
2328 La
Iglesia y la razón humana afirman la validez permanente de la ley moral durante
los conflictos armados. Las prácticas deliberadamente contrarias al derecho de
gentes y a sus principios universales son crímenes.
2329 ‘La carrera de armamentos es una plaga gravísima de la
humanidad y perjudica a los pobres de modo intolerable’ (GS 81, 3).
2330
‘Bienaventurados los que construyen la paz, porque ellos serán llamados hijos
de Dios’ (Mt 5, 9).
El
Sexto Mandamiento. No cometerás adulterio
2392 ‘El amor es la vocación fundamental e innata de todo ser
humano’ (FC 11).
2393 Al
crear al ser humano hombre y mujer, Dios confiere la dignidad personal de
manera idéntica a uno y a otra. A cada uno, hombre y mujer, corresponde
reconocer y aceptar su identidad sexual.
2394 Cristo
es el modelo de la castidad. Todo bautizado es llamado a llevar una vida casta,
cada uno según su estado de vida.
2395 La
castidad significa la integración de la sexualidad en la persona. Entraña el
aprendizaje del dominio personal.
2396 Entre
los pecados gravemente contrarios a la castidad se deben citar la masturbación,
la fornicación, las actividades pornográficas y las prácticas homosexuales.
2397 La
alianza que los esposos contraen libremente implica un amor fiel. Les confiere
la obligación de guardar indisoluble su matrimonio.
2398 La
fecundidad es un bien, un don, un fin del matrimonio. Dando la vida, los
esposos participan de la paternidad de Dios.
2399 La
regulación de la natalidad representa uno de los aspectos de la paternidad y la
maternidad responsables. La legitimidad de las intenciones de los esposos no
justifica el recurso a medios moralmente reprobables (p.e., la esterilización
directa o la anticoncepción).
2400 El
adulterio y el divorcio, la poligamia y la unión libre son ofensas graves a la
dignidad del matrimonio.
El
Séptimo Mandamiento. No robarás
2450 ‘No robarás’ (Dt 5, 19). ‘Ni
los ladrones, ni los avaros…, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios’
(1Co 6, 10).
2451 El
séptimo mandamiento prescribe la práctica de la justicia y de la caridad en el
uso de los bienes terrenos y de los frutos del trabajo de los hombres.
2452 Los
bienes de la creación están destinados a todo el género humano. El derecho a la
propiedad privada no anula el destino universal de los bienes.
2453 El
séptimo mandamiento prohíbe el robo. El robo es la usurpación del bien ajeno
contra la voluntad razonable de su dueño.
2454 Toda
manera de tomar y de usar injustamente un bien ajeno es contraria al séptimo
mandamiento. La injusticia cometida exige reparación. La justicia conmutativa
impone la restitución del bien robado.
2455 La ley moral prohíbe los actos que, con fines mercantiles
o totalitarios, llevan a esclavizar a los seres humanos, a comprarlos,
venderlos y cambiarlos como si fueran mercaderías.”
2456 “El dominio, concedido por el Creador, sobre los recursos
minerales, vegetales y animales del universo, no puede ser separado del respeto
de las obligaciones morales frente a todos los hombres, incluidos los de las
generaciones venideras.
2457 Los
animales están confiados a la administración del hombre que les debe
benevolencia. Pueden servir a la justa satisfacción de las necesidades del
hombre.
2458 La
Iglesia pronuncia un juicio en materia económica y social cuando lo exigen los
derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas. Cuida del
bien común temporal de los hombres en razón de su ordenación al supremo Bien,
nuestro fin último.
2459 El
hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económica y social. El
punto decisivo de la cuestión social estriba en que los bienes creados por Dios
para todos lleguen de hecho a todos, según la justicia y con la ayuda de la
caridad.
2460 El
valor primordial del trabajo atañe al hombre mismo que es su autor y su
destinatario. Mediante su trabajo, el hombre participa en la obra de la
creación. Unido a Cristo, el trabajo puede ser redentor.
2461 El
desarrollo verdadero es el del hombre en su integridad. Se trata de hacer
crecer la capacidad de cada persona a fin de responder a su vocación y, por lo
tanto, a la llamada de Dios (cf CA 29).
2462 La
limosna hecha a los pobres es un testimonio de caridad fraterna; es también una
práctica de justicia que agrada a Dios.
2463 En la
multitud de seres humanos sin pan, sin techo, sin patria, hay que reconocer a
Lázaro, el mendigo hambriento de la parábola (cf 16, 19-31). En dicha multitud
hay que oír a Jesús que dice: ‘Cuanto dejasteis de
hacer con uno de éstos, también conmigo dejasteis de hacerlo’ (Mt 25,
45).
El
Octavo Mandamiento. No darás testimonio falso contra tu prójimo
2504 ‘No darás falso testimonio contra tu prójimo’ (Ex
20, 16). Los discípulos de Cristo se han ‘revestido
del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad’ (Ef
4, 24).
2505 La
verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse verdadero en sus
actos y en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía.
2506 El
cristiano no debe ‘avergonzarse de dar testimonio
del Señor’ (2 Tm 1, 8) en obras y palabras. El martirio es el supremo
testimonio de la verdad de la fe.
2507 El
respeto de la reputación y del honor de las personas prohíbe toda actitud y
toda palabra de maledicencia o de calumnia.
2508 La
mentira consiste en decir algo falso con intención de engañar al prójimo que
tiene derecho a la verdad.
2509 Una
falta cometida contra la verdad exige reparación.
2510 La
regla de oro ayuda a discernir en las situaciones concretas si conviene o no
revelar la verdad a quien la pide.
2511 ‘El
sigilo sacramental es inviolable’ (? CIC can. 983, 1), Los secretos
profesionales deben ser guardados. Las confidencias perjudiciales a otros no
deben ser divulgadas.
2512 La
sociedad tiene derecho a una información fundada en la verdad, la libertad, la
justicia. Es preciso imponerse moderación y disciplina en el uso de los medios
de comunicación social.
2513 Las
bellas artes, sobre todo el arte sacro, ‘están
relacionadas, por su naturaleza, con la infinita belleza divina, que se intenta
expresar, de algún modo, en las obras humanas. Y tanto más se consagran a Dios
y contribuyen a su alabanza y a su gloria, cuanto más lejos están de todo
propósito que no sea colaborar lo más posible con sus obras a dirigir las almas
de los hombres piadosamente hacia Dios’ (SC 122).
El
Noveno Mandamiento. No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu
prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de
tu prójimo
2528 ‘Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió
adulterio con ella en su corazón’ (Mt 5, 28).
2529 El
noveno mandamiento pone en guardia contra el desorden o concupiscencia de la
carne.
2530 La
lucha contra la concupiscencia de la carne pasa por la purificación del corazón
y por la práctica de la templanza
2531 La
pureza del corazón nos alcanzará el ver a Dios: nos da desde ahora la capacidad
de ver según Dios todas las cosas.
2532 La
purificación del corazón es imposible sin la oración, la práctica de la
castidad y la pureza de intención y de mirada.
2533 La
pureza del corazón requiere el pudor, que es paciencia, modestia y discreción.
El pudor preserva la intimidad de la persona.
El
Décimo Mandamiento. No codiciarás… nada que sea de tu prójimo
2551 “Donde está tu tesoro allí estará tu corazón” (Mt
6,21).
2552 El
décimo mandamiento prohíbe el deseo desordenado, nacido de la pasión inmoderada
de las riquezas y del poder.
2553 La
envidia es la tristeza experimentada ante el bien del prójimo y el deseo
desordenado de apropiárselo. Es un pecado capital.
2554 El
bautizado combate la envidia mediante la caridad, la humildad y el abandono en
la providencia de Dios.
2555 Los
fieles cristianos “han crucificado la carne con sus
pasiones y sus concupiscencias” (Gal 5,24); son guiados por el Espíritu
y siguen sus deseos.
2556 El
desprendimiento de las riquezas es necesario para entrar en el Reino de los
cielos. “Bienaventurados los pobres de corazón”.
2557 El
hombre que anhela dice: “Quiero ver a Dios”. La
sed de Dios es saciada por el agua de la vida (cf Jn 4,14).
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