El Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado
del Vaticano, destacó la alegría como principal característica de los cinco
años de pontificado del Papa Francisco.
El Cardenal, que destacó la rapidez con la que han pasado estos cinco
años, afirmó, en una entrevista ofrecida a Vatican News, afirmó que “me impresiona que todos los documentos o, al menos,
aquellos de mayor importancia –hablo de la
Evangelii gaudium, que ha sido un poco el documento programático de su
Pontificado, y luego también de Amoris laetitia y también, quizás
indirectamente, la Laudato si’– siempre hagan referencia a la alegría”.
Por lo tanto, “entiendo que la
característica fundamental de este pontificado es, precisamente, la alegría,
una alegría que no nace, evidentemente, de la razón, sino del hecho de saberse
amado por el Señor”.
“De aquí surge la otra directriz del Pontificado:
la misericordia, es decir, un amor personal y total que Dios tiene por cada una
de sus criaturas y, de otra parte, la alegría de
comunicar a los demás esta buena noticia del Evangelio”.
Señaló que la alegría del anuncio del Evangelio “es
una alegría compartida” entre el que la anuncia y el que la recibe: “El hecho de anunciar, de llevar a los demás el anuncio
de la salvación de Jesús, se convierte en fuente de alegría para el que la
recibe, pero también para el que la anuncia”.
Por último, “la tercera línea” del
pontificado de Francisco “es la evangelización de
una Iglesia en salida que debe llevar el Evangelio a todas las criaturas”.
LAS CRÍTICAS AL
PONTIFICADO
En la entrevista el Secretario de Estado de la Santa Sede también se
refirió a las críticas al Pontificado. “Ciertamente,
una de las características del Pontificado del Papa Francisco es esta dimensión
de una Iglesia en salida, una Iglesia en movimiento, como la invitación urgente
que el Papa realizó desde el principio a no quedarse parados, a no quedarse en
el principio del ‘si siempre se ha hecho así’ para no dar ningún paso
adelante”.
“Posiblemente este empuje, este dinamismo que el
Papa ha impreso, y que quiere imprimir a la Iglesia, puede ser causa de
diversos juicios, conflictos y, a veces, incluso oposiciones. En cierto
sentido, es normal, creo, el hecho de que todos los pontificados sean sometidos
a críticas”.
En lo que respecta a las críticas, el Cardenal distinguió entre las
críticas destructivas y las constructivas. “Yo
distinguiría entre aquellas que son críticas destructivas, agresivas,
verdaderamente malvadas, y aquellas que, por el contrario, son críticas
constructivas. Probablemente exista un modo diferente de reaccionar y de
responder a estos dos tipos de críticas”.
Sobre las críticas agresivas y destructivas, “no
queda más que aceptarlas ‘con la cruz’ y considerarlas como parte de esa corona
de espinas que todos debemos llevar, sobre todo aquellos que tienen
responsabilidad en la Iglesia y que, por lo tanto, también tienen un papel
público”.
En cuanto a las críticas constructivas, “creo,
en cambio, que deben tenerse en cuenta porque pueden ayudar a que se produzca
una mejora, un perfeccionamiento también del servicio. Pienso que las críticas
constructivas son aquellas críticas que nacen de una actitud fundamentalmente
de amor y que están destinados a construir la comunión en la Iglesia”.
Redacción ACI
Prensa
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