Velo humeral: Paño que cubre los hombros del
ministro cuando lleva el Santísimo Sacramento en procesión o cuando da la
bendición con Él.
¿Qué dice la Iglesia sobre
tocar la Hostia o el Ostensorio durante la adoración al Santísimo Sacramento?
“Durante el
momento de adoración al Santísimo Sacramento, los fieles no deben tocar el
Ostensorio”.
Llegan a nuestras parroquias
innumerables preguntas, como las que describimos abajo.
“Cuando Jesús
estaba vivo, las personas intentaban ser curadas sólo tocando sus vestidos. ¿No
podemos hacer eso hoy? ¿Quién tiene mucha fe, no podría curarse?”
La pregunta responde por sí
misma.
En el tiempo en que Jesús
estaba en la tierra (porque Jesús aún está vivo), una mujer (cf. Lc 8,43) se
curó no porque tocara a Jesús, sino porque tenía fe.
De la misma manera, no
necesitamos tocar a Jesús, sino creer en Él.
Nuestro Señor nunca dijo que
deberíamos tocarlo para curarnos, pero sí, que si creemos en Él, nunca
moriremos (cf. Jn 11,26).
Nosotros podríamos citar
diversas teologías y reglas litúrgicas que muestren que no es correcto tocar el
Santísimo. Sin embargo, aquí vemos que la cuestión es otra.
Quien tiene mucha fe, confía
en Dios y en Él espera. Si nosotros creemos que seremos curados de nuestros
males porque tocamos el Ostensorio o los vestidos del Papa o vamos a Jerusalén,
nuestra fe es vana. Nuestra fe sólo deja de ser vana si creemos que Cristo ha
resucitado (cf. 1Co 15,14).
¿Podemos tocar la
Hostia o el Ostensorio durante la adoración al Santísimo Sacramento?
Empiezo recordando que en
buena hora tenemos documentos importantes que corrigen ciertas posturas
equivocadas en relación a la Eucaristía. Son muchos documentos. Dos de ellos
recientes que aún no han llegado a muchas comunidades. Son la Instrucción
General para el Misal Romano y la Encíclica del papa Juan Pablo II sobre el
sacramento de la Eucaristía (Ecclesia de Eucharistia, 17/4/2003).
Nuestros equipos de liturgia necesitan sumergirse en esos documentos para
entender y ayudar a l pueblo a entender la riqueza del sacramento del Cuerpo y
la Sangre del Señor.
La pregunta sobre poder o no tocar
la hostia consagrada durante las bendiciones del Santísimo Sacramento está en
la dirección correcta, y se refiere a lo que se ve ne determinadas
celebraciones. El Santísimo Sacramento pasa en medio del pueblo y las personas
tocan el Ostensorio. Aunque no se niega la fe de estas personas, es necesario
decir que no es litúrgicamente correcta esta “manipulación”
de la hostia consagrada. Peca contra la sacralidad del sacramento.
Nosotros tomamos a Cristo
Eucarístico en las manos y lo ponemos en la boca, nosotros lo tomamos y comemos
como Cristo dijo. Nosotros adoramos a Cristo en el Sagrario, porque creemos en
su presencia. Nosotros acogemos la bendición que la Iglesia no da con el
Santísimo Sacramento, porque es el propio Cristo presente en el sacramento, el
autor de la bendición.
Y ya está. Fuera de esto,
cualquier manipulación, cualquier aproximación indebida se vuelve una falta de
respeto al don más precioso que hizo Cristo de sí mismo a nosotros. Esto por no
decir que ciertas actitudes terminan no pasando por un hábito devocional vacío.
Frente la grandeza del misterio eucarístico acoger las indicaciones de la
Iglesia es el mejor camino para evitar exageraciones, imprecisiones y errores.
In Iustitia Christi. Mons. Inácio José Schuster, Vicario Geral
Por Fé Explicada
Marko Vombergar-ALETEIA
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