Le he estado dando
vueltas al tema de si es lícito un ataque preventivo a Corea del Norte. Mi
opinión es que no. Permitidme la brevedad en este post para no alargarme, yendo
directamente a las conclusiones.
En un planeta en el que las
naciones independientes se fueran conformando como una familia humana, habría
que arbitrar un mecanismo de derecho internacional, un mecanismo ajeno a
intereses particulares, que determinara en qué casos concretos la soberanía de
un país no es un absoluto que hay no se pueda traspasar.
Es decir, si la Humanidad fuese
una casa de vecinos, hace tiempo que la policía hubiese echado abajo la puerta
de un vecino peligroso que acumula dinamita en su piso. ¿Pero se puede echar la
puerta abajo cuando detrás de la puerta hay 25 millones de vecinos armados y
unidos como un solo hombre? En mi opinión, no.
En un caso así, por muy duro que
sea, hay que esperar a que se cometa la agresión para actuar de forma
proporcionada. La familia humana debe estar tan preocupada por esos 25 millones
de prisioneros como por el mal que pueden hacer a otros hombres libres. No
deberíamos evitar un mal a cambio de otro mal superior. Por muy legal que
pareciese, para evitar un mal de escala 5 estaríamos cometiendo un mal de
escala 20.
Se debe hacer todo lo posible
para que ese país de prisioneros respire la libertad, pero la solución no es
matarlos ni a todos ni a la mitad ni a una cuarta parte.
Algunos dicen que su líder
supremamente gordo sólo entiende el lenguaje de la fuerza. Eso no es verdad. La
cabecita loca de ese ser villano de película no entiende ningún lenguaje, no va
a captar ninguna señal. Si se envalentona, no se va a detener ante nada ni ante
nadie.
Así que es mejor no iniciar una
carnicería. Si algún día hay que hacer algo, se hace; pero con la mayor
prudencia, del modo más razonable, sometiéndose a los dictados de la razón. Si
la respuesta puede ser limitada, mejor.
Algún día quizá haya que hacer
algo. Pero no me arrepentiré, pase lo que pase, de haber esperado hasta el
límite máximo de lo que el sentido común dicte. Algún día, a ese
Mussolini-Kon-un le puede dar por invadir Corea del Sur totalmente engañado por
el mundo de ilusión que le rodea en palacio.
Algún día ese sujeto puede
hacerla muy gorda. Si ese día llega y la decisión más razonable es que hay que
bombardear en una sola mañana todos los palacios presidenciales, la sede del
Estado Mayor y los principales cuarteles militares de esa nación, pues se hace.
Pero eso, como con el Adolf Kim Jon Un alemán que sufrimos, debe hacerse con la
tranquilidad de que se esperó hasta el máximo posible.
Insisto, siempre es mejor que
respondamos ante él con contramedidas limitadas, las estrictamente necesarias.
Cuanto menos daño hagamos a un pueblo ciego, encadenado y vampirizado, mejor.
Si
hacemos lo que es justo, lo que es lo mejor (tratándose de vidas humanas),
podemos estar seguros de que Dios nos ayudará. Y si en algún momento se nos
obliga a descargar la espada de la justicia con toda la fuerza posible, lo
haremos con toda tranquilidad de conciencia.
P. FORTEA
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