Acabo de llegar de Medjugorje. Ya
son muchos años los que he ido a este lugar, tierra de María. Y cada año me
sorprendo más al ver la fe tan grande de la gente sencilla de corazón, y de
todos los niveles sociales. Lo importante de Medjugorje es el encuentro íntimo
con la Virgen, que nos lleva de la mano al Señor. Son Impresionantes las Misas
y la Adoración de la Eucaristía bajo el cielo estrellado de aquella inmensa
explanada que cada día se llena de fieles que rezan con el corazón. Ofrezco el
video y el comentario de la página oficial de la Parroquia de Medjugorje: Mensaje del 2 de junio de 2017 en
Medjugorje, Bosnia-Herzegovina
"Queridos
hijos, como en otros lugares donde he venido, también aquí los llamo a la
oración. Oren por aquellos que no conocen a mi Hijo, por aquellos que no han
conocido el amor de Dios; contra el pecado; por los consagrados: por aquellos
que mi Hijo ha llamado a tener amor y espíritu de fortaleza para ustedes y para
la Iglesia. Oren a mi Hijo, y el amor que experimentan por Su cercanía, les
dará fuerza y los dispondrá para las obras de amor que ustedes harán en su
Nombre. Hijos míos, estén preparados: ¡este tiempo es un momento crucial! Por
eso yo los llamo nuevamente a la fe y a la esperanza. Les muestro el camino a
seguir: el de las palabras del Evangelio. Apóstoles de mi amor, el mundo tiene
mucha necesidad de sus manos alzadas al Cielo, hacia mi Hijo y hacia el Padre
Celestial. Es necesaria mucha humildad y pureza de corazón. Confíen en mi Hijo
y sepan ustedes que siempre pueden ser mejores. Mi Corazón materno desea que
ustedes, apóstoles de mi amor, sean pequeñas luces del mundo; que iluminen allí
donde las tinieblas desean reinar: que con su oración y amor muestren el camino
correcto, y salven almas. Yo estoy con ustedes. ¡Les doy las gracias!”
Ciertamente, cuando leímos las declaraciones por primera vez nos
quedamos un poco helados al escuchar la opinión del Papa. ¿Cómo podía decir “que prefiere a la Virgen Madre que a la Virgen que se
vuelve encargada de una oficina de telégrafos y envía un mensaje cada día?” ¿Y
que, según su opinión, esas presuntas apariciones no tienen tanto valor?
Pero… si realmente analizamos todas las palabras
que dijo el Papa, pienso que este 13 de Mayo del 2017 fue un gran día para los
que profundizamos en la Escuela de María y tratamos de vivir los mensajes de la
Gospa.
Fue un día feliz porque aparte de
celebrar el centenario de las
apariciones de Fátima, precisamente ese mismo día, el Santo Padre nos habló
de Medjugorje, como nunca antes un Papa había hablado a nivel público de estas
apariciones. Estoy seguro que es un guiño del cielo, y lo afirmo convencido
porque en el libro escrito por el postulador de la causa de canonización de
Juan Pablo II, Slawomir Oder, titulado “Por qué es
Santo”, precisamente detalla como Juan Pablo II le comentó al arzobispo
eslovaco Pavel Hnilica que “Medjugorje es la continuación de Fátima”. Y
los que seguimos los mensajes de la Reina de la Paz, sabemos que en el mensaje del 25 de agosto de 1991, la
Virgen dijo que nos invitaba a orar y ayunar durante nueve días a fin de que,
con nuestra ayuda, todo lo que quiere que se realice por medio de los secretos
que comenzaron en Fátima, se pueda cumplir. No es casualidad pues, que el Papa
hablara de Medjugorje precisamente ese día.
Además, es un motivo de alegría
que el resultado del estudio de la comisión
presidida por el cardenal Ruini sobre las apariciones de
Medjugorje, se haya hecho pública. Tanto tiempo esperando y el Papa, justo en
el aniversario de las apariciones de Fátima, nos desvela unas pinceladas. Y un
día más tarde, la agencia de noticias católica Vatican Insider, a través del
prestigioso vaticanólogo Andrea Tornielli, nos mostró con detalle los
resultados.
¿Y por qué no celebramos con
exultante alegría el resultado de la comisión que nos desvela la
sobrenaturalidad de las primeras apariciones por un resultado contundente de
trece votos a favor, una abstención y un voto en contra? ¿Quién podía
imaginarse recibir esta noticia en este día tan señalado?
Y, en la segunda fase de las
apariciones, que se han analizado hasta nuestros días, solamente hay dos votos
en contra de la sobrenaturalidad. El resto de la comisión, la mayoría, ve más
aspectos positivos que negativos, pero considera que se debe seguir
investigando. Lógico. Nadie con un poco de sentido común podía imaginar que se
hubiera aprobado esa segunda fase de las apariciones ¿Cómo podemos pensar que
el Vaticano apruebe la aparición y mensaje, por ejemplo, del último 25 del mes
pasado, si ha acabado de pasar y no han tenido tiempo de estudiarlo? Esto es
imposible, por lo que es totalmente natural, dentro del proceso canónico, que
se diga que se sigue investigando.
Pero tenemos que tener en cuenta
otro factor. Que estas apariciones tienen en parte un mensaje profético y se anuncian unos acontecimientos
futuros. Por lo tanto, lo lógico es que se espere a que sucedan o no, para dar
un juicio definitivo. Así ha sido siempre en la historia de las apariciones.
¿Se hubieran aprobado las apariciones de Fátima sin el milagro del sol? ¿Y qué
le hubiera pasado a la pobre Santa Bernadette si no hubiera brotado agua de la
roca y no se hubiera curado milagrosamente aquel niño moribundo? En Medjugorje
se anuncia, en el tercer secreto, un signo visible e indestructible en la
montaña del Pbdoro. Ante este hecho, cualquier comisión de investigación diría
que se debe de seguir investigando, salvo que las apariciones fueran demoníacas, cuestión que ya han descartado.
Por ello, cuando el Papa en el avión nos habla del
hecho espiritual y pastoral y dice que en Medjugorje “la gente se convierte,
encuentra a Dios y cambia la vida” ¿qué
más podemos esperar? ¡si esto es lo máximo que nos puede decir! ¿o es que
preferimos que hubiera dicho que las apariciones son ciertas pero que apenas
hay frutos? El Santo Padre reconoce los frutos que es lo que a nosotros nos
debe interesar. El evangelio de san Mateo (7, 15-20) dice: “un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un
árbol malo puede producir frutos buenos (…) por sus frutos los reconoceréis.”
El reconocimiento por parte de la Iglesia ya
llegará cuando Dios lo disponga. Recuerdo el evangelio de san
Juan (21,1-14) cuando Jesús después de haber resucitado se manifestó por
tercera vez a sus discípulos, esta vez a orillas del mar de Tiberíades, ninguno
de ellos reconoció en un principio a Jesús. ¿Y cuándo lo reconocieron? Cuando
después de estar toda la noche sin pescar Jesús les ordena que echen la red a
la derecha de la barca y no podían arrastrarla por la abundancia de pesca. Es
en ese momento cuando el discípulo, a quien Jesús tanto amaba, le dice a
Pedro: “Es el Señor”.
San Pedro, el Primer Papa, no reconoció la aparición de Jesús. Y san Juan no lo
reconoce hasta que vio el milagro de las redes. Y si vamos al evangelio, cuando
narra el encuentro con los discípulos de Emaús, en el momento en el que Jesús
se les acerca y se pone a caminar con ellos, el evangelio dice: “pero algo en sus ojos les
impedía reconocerlo”.
Por tanto, aunque nos hubiera
gustado que el Santo Padre, hubiera opinado más favorablemente sobre las
apariciones de Medjugorje, no es lo más importante en estos momentos. Estoy
seguro que está dentro de los planes de la Providencia y así Dios lo quiere.
Lo que debe de preocuparnos en
estos momentos es ser fieles a la
llamada de María. Debemos de seguir dando fruto. Y para eso no
podemos olvidarnos de orar con el corazón, de ayunar los miércoles y los
viernes, de confesarnos como mínimo una vez al mes, de meditar la Biblia y de
vivir la Eucaristía. Siendo fieles al mensaje de María se obtendrán abundantes
frutos, y podremos ayudar a extender el Reino de Cristo. Preocupémonos pues de
vivir la santidad.
Alegrémonos pues de estos días
que estamos viviendo. Es muy bonito este reconocimiento y saber que el Papa ha
nombrado un gran Obispo, monseñor
Henryk Hoser, para encontrar una solución a las necesidades pastorales
de los peregrinos en Medjugorje y en nuestras propias diócesis. Este enviado
del Papa, ha realizado una rueda de prensa y varias declaraciones hablando
maravillas de Medjugorje. Estamos en buenas manos.
No me gustaría acabar mi
reflexión sin preguntarme: ¿Qué hubiera sido de las apariciones de la Virgen de
Guadalupe si el obispo no hubiera presenciado el milagro de la Tilma de San
Juan Diego?
Oriol Vives
Fuente: www.centromedjugorje.org
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