REDACCIÓN CENTRAL, 06 Jun. 17 / 03:01 am (ACI).- Un recuento
de cinco crudos testimonios de mujeres que participaron en películas
pornográficas reafirma que la industria del sexo no solo se relaciona con drogas y enfermedades,
sino con personas abusadas y explotadas, incluso a veces por sus propios
familiares.
En un nuevo
artículo, el sitio especializado en alertar sobre las consecuencias
de la pornografía, Fight the
New Drug (Lucha contra la nueva droga) indicó que el simple hecho de
que una mujer busque “dinero rápido” y
acceda a un “acuerdo de una sola vez” puede
convertirse en una “situación de coacción y
chantaje”.
Además, se indica que “cada clic en el
contenido del porno, alimenta directamente la demanda de los traficantes de
sexo para ganar dinero mediante la venta de videos de esclavos sexuales en la
web”.
Aquí 5 testimonios que confirman que la pornografía no es, para nada, un
estilo de vida “glamoroso” y que sí está relacionada con el
tráfico de personas.
1. LINDA BOREMAN
Linda comenzó su actividad en la industria pornográfica en 1972 debido a
la coerción de su esposo.
Protagonizó un filme considerado muy popular de aquella época, pero más tarde se
reveló que fue obligada a aparecer en él.
Años más tarde, Linda se convirtió en defensora del movimiento que busca
que se acabe la pornografía, y compartió su testimonio afirmando haberse
iniciado en la industria con “una violación en grupo” y haber
sido “amenazada con una pistola”.
“Nunca he estado tan asustada y deshonrada y
humillada en mi vida. Me sentí como basura. Me involucré en actos sexuales
pornográficos contra mi voluntad, para así evitar ser asesinada. Las vidas de
mis familiares fueron amenazadas”, denunció.
2. JODI
Durante años, Jodi estuvo cautiva por su ex novio Marcus. Vivió en un
departamento con otras mujeres que también eran esclavas sexuales. Cuando Jodi
se negó a reclutar a su hermana menor como esclava, su pareja le infligió
severos castigos físicos.
Después, este la obligó a participar en películas pornográficas para
luego subirlas a su propio sitio web. Cuando Jodi dijo que no quería seguir
haciéndolo, Marcus la castigó y abusó de ella, infligiendo castigos que fueron
documentados y publicados en el sitio web.
Cuando Jodi le dijo a Marcus que no podía continuar, el hombre amenazó
con enviar fotos de Jodi a su familia y a los medios de
comunicación.
Sobre estos y otros sucesos similares, un jurado encontró a Marcus
culpable tanto de tráfico sexual como trabajo
forzado.
3. INCONTABLES MUJERES
DEL SUR DE LA FLORIDA
Por años, un ex policía de Miami pasó “la
mayoría de sus horas de vigilancia acechando a modelos en línea”.
Utilizando un alias se puso en contacto con cientos de ellas y las atrajo a
falsas audiciones de modelos en el Sur de la Florida.
Al llegar, las drogaba y luego las llevaba a un lugar donde otro hombre
abusaba de ellas en cámara. Luego, el material era vendido en línea y en
tiendas de pornografía. Algunas víctimas no se enteraron de los videos hasta
que fueron alertadas por amigos o desconocidos.
“Algunas de
las víctimas no recuerdan nada hasta el día siguiente, cuando
despertaron, medio desnudas y semiconscientes, ya sea en sus propios coches o
en sus habitaciones de hotel”, escribieron los fiscales en un
documento judicial.
Dos hombres, Lavont Flanders Jr. y Emerson Callum, fueron hallados
culpables de tráfico sexual por estos casos; y fueron luego sentenciados a
cadena perpetua.
4. ANNIE
Annie también fue forzada en la industria pornográfica. Sus captores le
aseguraban que nadie le creería que había sido retenida contra su voluntad y la
calificaban de “prostituta”.
Noel Bouche, abogado del sitio de ayuda PureHope, indicó que muchas de
las “víctimas de tráfico son utilizadas en la
producción de pornografía” y que esta industria junto a la prostitución “van de la mano”.
En un documental llamado Rape for
Profit, Annie comparte su historia.
5. F.V.
En el 2007 una joven mujer salió en la portada de una conocida revista
pornográfica, tras haber pasado varios años como víctima de tráfico sexual.
Poco antes de cumplir 17 años, la víctima sufrió 6 años de tortura,
agresión sexual, prostitución, mutilación genital y prostitución a manos de sus
traficantes.
En total, seis personas fueron acusadas de diversos grados de
participación en esos crímenes. Sus
principales proxenetas eran Edward y Marilyn Bagley, una pareja de esposos.
Según una acusación federal sobre los crímenes de los Bagley, estos
invitaron a FV, que tenía 16 años en ese momento, a su remolque después de que
ella huyera de su casa en diciembre de 2002.
Le prometieron a F.V., que había crecido en hogares de crianza temporal,
una “gran vida”, y que la ayudarían a
convertirse en modelo y bailarina, pero todo era un engaño.
Edward Bagley solía amenazar a F.V. mostrándole cómo la enterrarían viva
si no se sometía a sus exigencias. Inclusive, para asegurarse que la víctima
seguiría siendo “obediente”, le tatuaron un
código de barras.
La pareja Bagley ganó aproximadamente 112.200 dólares abusando de F.V..
En el 2013 Edward Bagley fue sentenciado a 20 años de prisión y su esposa a 5
años libertad condicional. Otros implicados también recibieron sentencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario