El Padre Pío profetizó que
habría una cura contra el cáncer tan simple que los médicos se sorprenderán.
Incluso él mismo fue diagnosticado de cáncer en la década de 1950, se negó a
hacerse quimioterapia y se curó milagrosamente.
El Padre Romano Zago, otro
fraile franciscano dice que descubrió una cura sumamente eficaz contra el
cáncer en base a aloe vera y da la receta que ha recorrido el mundo.
LOS CASOS DE CÁNCER SE
INCREMENTARÁN 80% EN LOS PRÓXIMOS 20 AÑOS
La cantidad de personas que
van a desarrollar cáncer se duplicará en las próximas dos décadas, afirma un
informe difundido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La tasa
global de unos 14 millones de casos de cáncer al año se situará en alrededor de
25 millones de nuevos casos para el año 2035.
También
un informe de Francia calcula de manera similar un aumento del 75 por ciento en
los diagnósticos de cáncer para 2030. Con la excepción de unas pocas variaciones
menores, ambos informes especulan que, con base en las tendencias actuales, los
nuevos casos de cáncer se dispararán en los próximos años.
Este aumento previsto de casos nuevos de cáncer ya ha sido bautizado como una inminente
“catástrofe humana”, según The Guardian.
La OMS dice que la devastación que está por venir,
tanto en términos de costos médicos no
sostenibles como de pérdida generalizada para la sociedad, no tendrá
precedentes.
“El peso global del cáncer está aumentando y muy
notablemente, debido principalmente al
envejecimiento de la población y al crecimiento de la población”, afirma Chris
Wild, director de la Agencia Internacional de la OMS para la Investigación
sobre el Cáncer, citado por la BBC.
Esto
nos lleva directamente a la profecía del Padre Pío y a su eventual
cumplimiento.
LA PROFECÍA DEL PADRE PÍO
Donal
Enright, de la ciudad de Cork, Irlanda, que vivió en San Giovanni Rotondo junto
con el padre Pio, ha hablado en un reportaje de declaraciones proféticas que le
transmitió María Pyle, una mujer estadounidense
de la ciudad de Nueva York, que pasó cuarenta y cinco años en San Giovanni
Rotondo como asistente personal e intérprete para el santo.
La Pyle le dijo que San Pio sostenía que
“habrá una cura para el
cáncer, y será tan simple que los expertos médicos se preguntarán por qué ellos
nunca pensaron en ello antes”.
Hay que considerar que el padre Pío tuvo una milagrosa curación de cáncer. Le dieron tres meses de
vida y se negó a hacerse quimioterapia y lo superó.
EL CÁNCER DEL PADRE PÍO
En 1958, el Santo Padre Pío
fue terriblemente afectado por una neumonía bronquial que lo postró. No lo
dejaría, a pesar de los mejores esfuerzos.
A
principios de mayo, llamaron a su enfermedad “pleuresía” y ordenaron
reposo absoluto en cama. Nada funcionaba.
“Después
del 5 de mayo, fue confinado a su habitación, sin poder celebrar misa o
escuchar confesiones”, recuerda Bernard Ruffin en uno de los mejores
libros sobre este santo (Padre Pio: La Verdadera Historia).
“Tres veces
durante mayo, los médicos de Pio extrajeron un litro de líquido sanguinolento
de sus cavidades pleurales sin traer alivio. El Padre Carmelo de Sessano, el
guardián, convocó a reconocidos especialistas. Después de hacer varias pruebas,
se llegó a un diagnóstico sombrío: ‘neoplasia pleural con exudaciones de
sangre’. Recomendaron un terrible régimen de quimioterapia”.
“Con rostros solemnes, tres médicos entraron en la
habitación de Pío y le dijeron que
tenía cáncer y que no tenía más de unos pocos meses de vida”.
“Para su sorpresa, el hombre
enfermo se echó a reír y les dijo que no sabían lo que estaban hablando”.
Pio
se negó a la quimioterapia, pero permaneció enfermo.
El
5 de agosto del mismo año (la Fiesta de Nuestra Señora de las Nieves, y
también considerada por muchos como el cumpleaños real de María), la famosa estatua peregrina internacional de
Fátima fue llevada en helicóptero a esa parte de Italia y durante varios
días los fieles le oraron.
También fue llevada a la iglesia del monasterio de
Pio – donde, a pesar de su enfermedad, San
Pio fue llevado al santuario y logró ponerse de rodillas ante la imagen
y colgar un rosario de oro alrededor de ella. Después, sin aliento y dolorido,
fue llevado a la cama.
Pero
un milagro estaba a punto de ocurrir. Pío no había aceptado el “mal informe”.
“Cuando la estatua estaba
siendo transportada en helicóptero, Pio murmuró: ‘Querida madre, desde que
llegaste a Italia, he estado inmovilizado por la enfermedad. Ahora que te vas,
¿no me vas a decir ni una palabra?’” escribe Ruffin.
Y sucedió el milagro:
“En un abrir y cerrar de ojos,
el Padre Pío sintió ‘una fuerza misteriosa’ recorrer todo su cuerpo”.
“Inmediatamente gritó, ‘¡estoy
curado!’ y saltó de la cama”.
“Pío se sintió completamente curado”.
“Luego
de dos semanas había reanudado todas sus labores”.
Esto
nos trae a la memoria de un fraile franciscano, hijo espiritual del Padre Pío,
que dedicó su vida a desarrollar en producto en base a aloe.
UN FRAILE FRANCISCANO DICE QUE
DESCUBRIÓ UN REMEDIO NATURAL PARA EL CÁNCER
Hay
muchos tratamientos naturales para combatir enfermedades, incluyendo el cáncer. De hecho, hay
por lo menos trescientos “tratamientos” conocidos como presuntas alternativas
para curar el cáncer, que actualmente es de proporciones epidémicas.
No tenemos idea cuántos de
ellos son medicinas creíbles. Como siempre, recomendamos la consulta médica
convencional para enfermedades graves. Pero esto no significa que no abramos la
mente a la medicina alternativa.
Hay
medios naturales que al menos añaden, complementan y suavizan los
procedimientos médicos regulares para el cáncer – la cirugía, la radioterapia
y la quimioterapia (que pueden tener repercusiones duras).
Uno
importante – que implica la planta de aloe – fue desarrollado por nada menos
que un sacerdote misionero, el Padre Romano Zago, un fraile franciscano y
académico.
¿Es algo que Dios ha provisto
en el camino de la curación? ¿Es un legado del padre Pío?
EL MEDICAMENTO SALE DEL ALOE
ARBORESCENS, UN PRIMO DE ALOE VERA
En
1988 – mientras que residía en un pequeño pueblo pobre en Brasil, en el estado
de Río Grande dol Sul – el Padre Zago aparentemente aprendió de los nativos
locales una
“potente
receta natural derivada del aloe aborescens, planta que se utilizan para
promover la salud del sistema inmunológico”, dice un libro
llamado Cáncer Un Paso
fuera de la Caja.
El
Padre Zago comenzó a recomendarlo a amigos y parece que registró resultados notables, como
también lo hizo cuando posteriormente lo promocionó en Jerusalén e Italia.
Esos resultados supuestamente
notables (con pacientes de cáncer) llevaron al franciscano a dedicar su vida a
investigar la receta brasileña de aloe con la esperanza de usarla, como él
mismo dijo, “en beneficio de la humanidad en todo el mundo”.
La receta es la que sigue:
Medio kilo de miel de abeja
(miel biológica de acacia)
40-50 ml (unas 6 cucharadas) de destilado (aguardiente, coñac, whisky, etc.)
350/400 gramos de hojas de Aloe vera /Aloe Arborescens.
40-50 ml (unas 6 cucharadas) de destilado (aguardiente, coñac, whisky, etc.)
350/400 gramos de hojas de Aloe vera /Aloe Arborescens.
Las
dosis se mide en cucharadas (una cucharada es una dosis única).
El
producto tiene que ser almacenado en un lugar fresco y oscuro y pierde su
potencia si está a la luz solar directa.
Todo
fue detallado en un libro del Padre Zago – ¡El cáncer se puede curar!
LA FUNCIÓN DE LOS INGREDIENTES
Y PREPARACIÓN
La
explicación de la función de los ingredientes es simple, dirá el propio
Padre Romano. Y efectivamente es así.
La
miel, siempre que se trate de miel de abeja, natural y no (demasiado) tratada,
tiene la propiedad de transportar, de conducir, las sustancias curativas contenidas en
el jugo del aloe hasta los receptores más remotos de nuestro organismo,
consintiéndole ejercitar su acción benéfica.
Por
su parte, el aguardiente efectúa una acción de vasodilatación, es decir,
ensancha los vasos sanguíneos facilitando la depuración general del organismo.
La sangre puede así purificarse, eliminando las sustancias patógenas.
Porque el
organismo humano no podría absorber íntegramente el líquido viscoso y rico en
propiedades, la aloína – que mana de la planta de aloe cuando se le
practica una incisión – sin disolverlo en un destilado.
Respecto
al Aloe,
debe utilizarse una planta madura de aloe, es decir de al menos cuatro años, y
es importante que la miel sea también de óptima calidad y sobre todo natural,
precisamente a causa de su carácter de “portadora” de las sustancias benéficas
contenidas en el aloe.
LA PREPARACIÓN Y LA INGESTA
Sobre
su preparación
el propio Padre Zago dice:
“Se eliminan las espinas de
los bordes de las hojas y el polvo depositado en ellas, utilizando un trapo
seco o una esponja.
.
Después se cortan en trozos las hojas (sin quitar la corteza) y se meten en la batidora junto a la miel y al destilado elegido. Se bate bien y el preparado está listo para su consumo.
.
No hay que filtrarlo, ni cocerlo, sino sólo conservarlo con cuidado en el refrigerador dentro de un envase oscuro, bien cerrado”.
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Después se cortan en trozos las hojas (sin quitar la corteza) y se meten en la batidora junto a la miel y al destilado elegido. Se bate bien y el preparado está listo para su consumo.
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No hay que filtrarlo, ni cocerlo, sino sólo conservarlo con cuidado en el refrigerador dentro de un envase oscuro, bien cerrado”.
Las dosis que aconseja el
Padre prevén la ingestión de una cucharada sopera media hora antes de cada una
de las tres comidas principales. Se debe agitar bien el producto antes del uso.
Una
vez terminado el primer frasco, se recomienda someterse a una visita médica para
comprobar el estado de la enfermedad. Según sea el parecer del facultativo,
después de una pausa de varios días, se
puede repetir el ciclo del tratamiento, hasta la eliminación del mal.
EFECTO POSTERIORES
Sobre
las reacciones que la administración del aloe puede causar, el Padre
Romano Zago advierte que no deben asustarnos.
Suponen la expulsión, la
liberación completa de las sustancias impuras por parte de nuestro organismo, y
sobre todo, cuando se producen, tienen una duración limitada, de uno a tres
días como máximo.
Por tanto, la persona que toma la bebida en base de
aloe puede experimentar erupciones
cutáneas, o diarrea o en los casos más acentuados, conatos de vómito,
pero, según el Padre Romano, ello indica que se va por el buen camino, y que
los esfuerzos realizados comienzan a dar sus frutos.
Todos pueden emplear éste preparado, aunque se desaconseja su uso a las embarazadas,
por su particular condición.
ESTAR ABIERTOS Y DISCERNIR CON
CAUTELA
Ciertamente,
no podemos dar fe de la eficacia de este tratamiento. Al mismo
tiempo, nos preocupa que los médicos en general ignoren la evidencia y son
refractarios a los productos naturales.
Pero no
dudamos que Dios ha puesto los recursos de sanación en Su Creación.
Tal
vez es el momento de “pensar fuera de la caja” (ya que el cáncer está
muy extendido y los procedimientos convencionales son difíciles).
Según el autor del libro, el aloe incluso se puede combinar con quimioterapia
“y puede reducir
considerablemente los efectos secundarios. Este tratamiento también se ha
demostrado para aliviar quemaduras por radiación”.
El Padre Zago citó artículos científicos y dijo que el potencial terapéutico y
anti-tumoral del aloe está demostrado.
Los defensores de la receta del Padre Zago dicen
que el aloe es un agente anti-inflamatorio
natural que estimula las células rojas y blancas de la sangre, es muy
eficaz contra las alergias, y ha sido utilizado con éxito para aliviar los
trastornos de enfermedades de la piel y fiebre, hasta problemas del corazón,
artritis y reumatismo.
El Aloe hace tiempo se sabe que funciona para combatir las infecciones y aliviar las
picaduras de insectos y el daño de las quemaduras solares.
¿Puede
ser una cura al cáncer o al menos proteger el cuerpo durante el tratamiento
estándar, como la radiación?
Debemos
orar y discernir.
El
Aloe es conocido, hace miles de años, por los egipcios, como la “planta de
la inmortalidad”, y la “varita del Cielo” por los indios americanos; el aloe vera
produce al menos seis antisépticos naturales que son capaces de luchar contra
el moho, bacterias, hongos y virus.
Es
lo suficientemente potente para que los investigadores incluso miraran su
potencial como un tratamiento para el SIDA.
El jugo de aloe, que básicamente se produce a
partir de la hoja exterior de la planta, se utiliza como un componente principal contra las diarreas.
Según la revista Shape:
“En un estudio realizado en el Reino Unido en el
2004, los investigadores dieron a las personas con colitis ulcerosa (un tipo de
enfermedad inflamatoria intestinal), aloe vera en gel para beber. Después de cuatro semanas de beber el gel de
aloe vera en agua dos veces al día, hubo una respuesta clínica de mejoría y
remisión de la colitis ulcerosa, en comparación con los que recibieron
sólo agua corriente. No hubo efectos secundarios negativos significativos experimentados
por beber el gel de aloe vera”.
Una vez más, hay que ser cautelosos.
Fuentes:
- http://forosdelavirgen.org/79716/notables-revelaciones-sobre-el-padre-pio-y-garabandal-de-un-hombre-que-aun-vive-14-06-28/
- http://www.amazon.es/Padre-Pio-The-True-Story/dp/0879736739
- http://www.aloe-shop.it/spa/padre-romano-zago.html
- http://www.aloe-shop.it/spa/catalogo/libros/libro-es-posible-curar-el-cancer-de-padre-romano-zago-adle-edizioni.html
- http://aloe-vera-comunidad.blogspot.com/2012/05/receta-contra-el-cancer-de-fray-romano.html
- http://www.spiritdaily.net/aloe.htm
- http://www.drjnaturalcancersupport.com/wp-content/uploads/2012/11/FATHER-ROMANO-ZAGO.pdf
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