viernes, 25 de noviembre de 2016

PAPA FRANCISCO: HAY MÁS RIESGOS EN AISLARSE QUE EN ABRIRSE A LOS DEMÁS


VATICANO, 25 Nov. 16 / 08:21 am (ACI).- En un nuevo videomensaje, enviado esta vez a los participantes en el VI Festival de la Doctrina Social de la Iglesia, el Papa Francisco advirtió del daño que puede hacerle a las personas el aislamiento y de la urgente necesidad de encontrarse con los demás.
En sus palabras a los participantes del evento que este año se realiza en la ciudad italiana de Verona y que tiene como lema “En medio de la gente”, el Santo Padre recordó que “estamos hechos para estar con los demás” ya que “el aislamiento es caldo de cultivo para el miedo y la desconfianza e impide disfrutar de la fraternidad”.
“Se corren más riesgos cuando nos aislamos que cuando nos abrimos a los demás: la capacidad de hacerse daño no es propia del encuentro, sino del cierre y del rechazo”, resaltó el Pontífice.
Esto mismo puede aplicarse a la ayuda al prójimo: “pienso en una persona enferma, en un anciano, en un emigrante, en un pobre, en un desempleado. Cuando nos ocupamos de los demás nos complicamos menos la vida que cuando estamos centrados solamente en nosotros mismos”, indicó el Santo Padre.
En este sentido, el Papa destacó que “hay una verdadera riqueza humana entre nuestra gente. Son innumerables las historias de solidaridad, de ayuda, de apoyo, vividas en nuestras familias y en nuestras comunidades. Es impresionante cómo algunas personas viven con dignidad las dificultades económicas, el dolor, el trabajo duro, las pruebas”.
Por todo ello, es importante estar en medio de la gente, lo cual “no significa solamente estar abiertos y encontrar a los demás, sino también dejarse encontrar”.
“Estando en medio de la gente tenemos acceso a la enseñanza de los hechos”.
El Papa puso un ejemplo de esto: “me dijeron que hace poco murió una chica de 19 años. El dolor fue inmenso, muchísimos asistieron al funeral. Lo que sorprendió a todos no fue solo la ausencia de la desesperación, sino la percepción de una cierta serenidad. Las personas, después del funeral, se decían unas a otras con asombro que habían salido de la celebración como liberadas de un peso. La madre de la joven dijo: ‘He recibido la gracia de la serenidad’”.
“La vida cotidiana está entretejida con estos hechos que marcan nuestra existencia: nunca pierden eficacia aunque no pasen a ser titulares de los diarios. Sucede así: sin discursos ni explicaciones se entiende lo que en la vida vale o no la pena”.
Por otra parte, el Obispo de Roma destacó que “estar en medio de la gente también significa darse cuenta de que cada uno de nosotros es parte de un pueblo”. “Estar juntos nos ayuda a ver el conjunto”, resaltó.
El Pontífice recordó que los gobernantes no pueden regir de espaldas al pueblo ya que “cuando se separa al pueblo de los que mandan, cuando se toman decisiones basadas en el poder y no en la compartición popular, cuando el que manda es más importante que el pueblo y las decisiones las toman unos pocos, o son anónimas, o están siempre dictadas por emergencias verdaderas o presuntas, la armonía social se ve amenazada y las consecuencias son graves para las personas: aumenta la pobreza, peligra la paz, manda el dinero y la gente está mal”.
“Por lo tanto –subrayó– estar en medio de la gente no solamente hace bien a la vida del individuo, sino que es un bien para todo el mundo”.
“Para resolver los problemas de la gente hay que empezar desde abajo, ensuciarse las manos, tener valor, escuchar a los últimos”, concluyó.

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