MADRID, 24 Nov. 16 / 01:05 pm (ACI).- La decisión del Papa
Francisco de extender a todos los sacerdotes la posibilidad
de perdonar el pecado del aborto
es una noticia que han acogido con ilusión desde el Proyecto Raquel, que
ayuda cada año a más de 300 mujeres y hombres en toda España a superar el
síndrome postaborto, un dolor que en ocasiones acompaña a las personas toda una
vida.
El síndrome postaborto son las secuelas psicológicas que mujeres y
hombres sufren después de haber abortado. Entre los síntomas destacan la
ansiedad, las pesadillas, el estrés post-traumático y la depresión acompañada
de un sentimiento de culpa que se agudiza en la fecha en la que el bebé hubiera
nacido.
La Presidenta de Spei Mater-Proyecto Raquel en España, María José
Mansilla, cuenta a ACI Prensa que además de agradecer el anuncio del Santo
Padre, es necesario “acompañar a estas personas,
darles luz y acogida. Esto es un reto tanto para los sacerdotes como para los laicos”.
Según explica Mansilla a ACI Prensa, lo que hace su organización es “una ayuda psicológica y espiritual, porque se trata de
un problema que afecta a toda la persona” y que se divide en 10 sesiones
que se realizan en unos 3 meses aproximadamente, pero “todo
depende de las necesidades de cada una de las personas que participan”.
En ese itinerario hay tres figuras fundamentales: el consejero, el
sacerdote y el profesional de la salud mental, que en ocasiones puede obviarse.
“Se sigue una metodología de acompañamiento y no de
terapia para que, como dice San Juan Pablo II
en la Evangelium Vitae,
‘se comprenda lo que ha sucedido y asuma la verdad de las cosas’”.
En ese sentido, Mansilla señala a ACI Prensa que, si bien es muy
importante “el perdón y la reconciliación
sacramental, muchas personas no son capaces de asimilarlo y por eso
necesitan un proceso para también perdonarse a sí mismas”.
De hecho, la presidenta de Spei Mater-Proyecto Raquel, asegura que es
necesario “vivir el duelo por la pérdida del bebé,
despedirse de él. En el proyecto se les hace un pequeño funeral en el que los
padres y las madres se despiden del pequeño no físicamente sino con la
oración”.
Pero no sólo acuden mujeres al Proyecto Mater, sino que “uno de cada cuatro personas afectadas por el síndrome
postaborto es un hombre”, asegura Mansilla. Ellos lo sufren de manera
parecida a las mujeres, pero con algunas diferencias,
“en muchos casos no se sienten con derecho a estar tristes y sufrir la pérdida
de ese hijo”.
“El plan en el proyecto Raquel para ellos está
adaptado en algunos puntos, ya que ellos no han pasado por la experiencia
física, y también depende del papel que tuvieron en ese aborto: si se negaron,
si dejaron a la mujer sola o si lo supieron años después”, asegura la presidenta.
“Los casos que más me llaman la atención son las
personas que abortaron hace muchos años, y que llevan como 40 años con ese
dolor en su corazón y que llegan buscando acabar con un sufrimiento que les ha
acompañado toda una vida”.
“A veces, después del acompañamiento dejan una
medicación que tomaban desde años. Ahí se ve la mano de Dios, al igual que
cuando acuden chicas muy jóvenes de apenas 15 años que tienen un dolor en el
corazón que les hace pensar que nada tiene sentido”.
“Tras esta ayuda vuelven a nacer. También hay
quienes cambian su vida por completo y llegan a decir, que a pesar de que
parece increíble, de algo tan horrible, puede salir algo bueno, porque conoces
la misericordia y eso cambia la vida”.
El Proyecto Raquel comenzó en el año 2010 y actualmente se encuentran en
unas 33 diócesis españolas. Según precisa a pesar de que no llevan unas
estadísticas “podemos atender a unas 300 mujeres al
año entre todas las diócesis, pero sería lo mismo si atendiéramos tan solo a
una”.
Este proyecto de ayuda a mujeres y hombres afectados por este síndrome
nació en Estados Unidos pero se ha extendido a muchos países en el mundo.
Más información sobre el Proyecto Mater AQUÍ.
Por Blanca Ruiz
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