DENVER, 23 Nov. 16 / 10:03 pm (ACI).- Infidelidad, divorcio,
violencia sexual, pornografía, cultura del “sexo
casual”. Todo esto ha crecido de forma masiva en la sociedad durante las
últimas décadas, y ha generado dolor en la vida de hombres y mujeres.
¿Cómo abordar este problema? Partiendo por las personas, especialmente
los jóvenes, que eligen vivir en una comunidad verdadera, auténtica y virtuosa,
explica el Arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), Mons. Charles Chaput.
Actualmente se vive en “una cultura
enormemente preocupada por la sexualidad, en donde la opción por abstenerse
sexualmente ya no se considera más una virtud, aparentemente. Creo que eso es
muy doloroso para todos”, dijo Mons. Chaput a ACI Prensa durante la
asamblea general de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos
(USCCB) en Baltimore.
El Prelado aseguró que los jóvenes católicos necesitan establecer
relaciones virtuosas para poder vivir castamente en medio de una cultura
promiscua.
“Me parece realmente importante que animemos a la
juventud a formar comunidades de jóvenes, compañeros, que puedan apoyarse ante
esta cultura de relaciones humanas degradadas”, insistió.
En su discurso del
15 de septiembre en la Universidad de Notre Dame, Mons. Chaput
insistió en que la tarea de reconstruir la sociedad, que vive un declive
cultural, proviene de la conversión personal y no de la política.
Como evidencia de esto, el Arzobispo mencionó el aumento de pecados
sexuales que ha escuchado en el sacramento de la confesión, así como sus “alcances”, “novedades”, “violencias” y “compulsividades”.
Lamentó además “el rol fatal de la
pornografía en los matrimonios quebrados, familias e incluso vocaciones de
clérigos y religiosos”, y dijo que los pecados sexuales “crean una destrucción de la humanidad” en una
escala que genera “una cultura disfuncional”.
De esta manera, “mientras las familias y la fe se
derrumban, el poder del estado crece”.
Frente a esto, una comunidad virtuosa es “realmente
lo que debe ser la Iglesia”,
continuó Mons. Chaput, “debe ser una comunidad
de personas que piensan como Jesús y quieren actuar como Él nos llama a
actuar”.
“De alguna manera, ese es el propósito fundacional
de la Iglesia, proveernos compañeros en la virtud y en la alabanza, y cuidar de
los pobres. Se supone que somos compañeros que se llaman unos a otros a todas
esas cosas que son esencialmente parte del ser cristiano”, dijo el Arzobispo.
ELECCIONES
Mons. Chaput también conversó con ACI Prensa acerca de la forma en que
los católicos deben reaccionar a las últimas elecciones presidenciales en el
país: Con “gratitud” y “preocupación”.
“Gratitud a Dios por las oportunidades que nos dará
para proteger a la Iglesia en los temas de libertad religiosa”, dijo el Arzobispo refiriéndose a cambios anticipados en el mandato
abortista HHS (de Salud y Servicios Humanos).
“Y también en asuntos relacionados la vida, parece
existir una apertura a apoyar la postura de la Iglesia que antes no estaba
presente”.
Sin embargo, advirtió que continúan existiendo serias preocupaciones en
temas como la inmigración, con “la posible
deportación de personas que terminará por socavar la vida familiar de forma muy
seria”.
“Hay muchas personas en mi diócesis que tienen
mucho miedo de las cosas que imaginan que van a suceder. Y eso puede ser muy
perjudicial y destructivo para la vida de las familias”, explicó.
“El miedo no es una buena manera de vivir tu vida.
Y para los niños el miedo intenso es especialmente perturbador. Creo, por
tanto, que a veces debido a nuestro entusiasmo por las noticias positivas a
favor de la vida podemos ser ingenuos ante los peligros que existen”.
En última instancia, además de rezar por los funcionarios de gobiernos,
los católicos deben estar abiertos a trabajar con la administración de Trump en
áreas de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia, pero también deben estar
atentos a otros ámbitos de las políticas que se oponen a la doctrina social
católica.
“Me parece que es realmente importante hacer todo lo
posible para darle al nuevo Gobierno la oportunidad de desarrollar su plan y
apoyarlo en las cosas buenas que propone, así como también expresar nuestras
preocupaciones”, sostuvo Mons. Chaput.
Traducido y adaptado por Bárbara
Bustamante. Publicado originalmente en CNA.
Por Matt Hadro
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