Cuando el fantasma del abuso
sexual de sacerdotes vuelve a rondar por estos días (ver Gran Jurado en Pensilvania
concluye que SACERDOTES ABUSARON de Cientos de Niños y 2 Obispos lo Ocultaron…
y El Cardenal
Pell, una FIGURA CERCANA A FRANCISCO, está siendo Interrogado por casos de
Pederastia en Australia…) es un buen momento
para analizar cómo sucedió el mayor escándalo de perversión, el de
Marcial Maciel Degollado.
Aún hoy los católicos se
preguntan ¿cómo pudo suceder? ¿Cómo Marcial Maciel pudo sobrevivir y crecer
dentro de la Iglesia durante 50 años siendo un pederasta, teniendo hijos con
varias mujeres, siendo un drogadicto, abusando del poder y llevando una vida de
príncipe?
La respuesta no es fácil, pero
no deberíamos barrer para debajo de la alfombra lo que sucedió, para que no
vuelvan a suceder la compra de voluntades y las maniobras ocultaron la verdad
sobre Marcial Maciel durante décadas.
Las
acusaciones a Maciel datan de la década de los ’50. Pero en el 2004 el cardenal
Ratzinger comenzó una investigación a fondo y reservada sobre él. En el
2006, ya como Benedicto XVI, determinó que Maciel se abstuviera de
ejercer el ministerio sacerdotal públicamente, y fue conminado a “una
vida de oración y penitencia”. El fundador de los Legionarios de Cristo
falleció el 30 de enero de 2008.
EL RECONOCIMIENTO DEL PAPA
FRANCICO AL PAPA BENEDICTO XVI
En
el vuelo de regreso de la peregrinación del Papa Francisco a México el día 18
de febrero de 2016 refirió el agradecimiento
al Papa Benedicto por la labor que había hecho en los abusos cometidos
por miembros del clero. Esto fue en una clara mención al fundador de los
legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado.
La primera vez que se había referido a Marcial
Maciel lo había hecho un año atrás y lo había catálogo como un gran enfermo,
agregando que el papa Juan Pablo II y
Benedicto XVI actuaron con gran celo cuando investigaron el caso.
Él dijo en esa oportunidad: “cuando me enteré
del ‘escandalazo’ realmente me dolió mucho me escandalicé”
Y se preguntaba: “¿cómo esta persona pudo llegar
hasta esto. Evidentemente era persona
muy enferma. Porque además de todos los abusos creo que también había
dos o tres mujeres de por medio, hijos con una o con otra y mucha plata.
Volviendo a lo mismo, lo de la corrupción empieza por los bolsillos ¿no? pero
creo que se trataba de un enfermo, un gran enfermo”
El papa señaló en esa oportunidad que el Vaticano cuando tomó conciencia de la cosa
empezó a actuar fuerte.
Y agregó: “Entonces el Cardenal Ratzinger llevó la cosa delante y el papa San Juan Pablo II
le dio el lugar de para llevarla o sea él dio lugar y cuando lo hicieron
Papa lo activó más fuertemente porque estaba
maduro el proceso”.
En esa oportunidad le preguntaron si hubo encubrimiento y Francisco señaló:
“Uno puede presumir que sí
aunque siempre en la justicia hay que presumir la inocencia. Pero sería raro
que no, que no tuviera ningún padrinito por ahí medio engañado, medio que
sospechaba y no supiera bien, eso yo no lo he investigado”.
El CARDENAL DZIWISZ DICE QUE A
JUAN PABLO II SE LE OCULTO LA VERDAD
En el libro, “Viví
con un Santo”, del Cardenal Stanislaw Dziwisz, quien fuera secretario
personal del Papa Juan Pablo II durante más de 40 años, aseguró que
el santo nunca supo la verdad sobre la vida inmoral que llevaba el
fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
Dziwisz
dijo que la reunión que Juan pablo II tuvo con Maciel fue sólo un ejemplo de
una grave falta de comunicación en la Curia romana, que el Papa
Juan Pablo trató, en gran medida sin éxito, de reformarla.
“Razonando a posteriori, el Santo Padre nunca debió
haber recibido a ese individuo. Pero Juan
Pablo II cuando lo encontró ¡no sabía nada, absolutamente nada!”
Según explicó el Arzobispo de Cracovia, para Juan
Pablo II Maciel
“¡era todavía el fundador de
un gran orden religiosa y basta, ninguno le había dicho nada! ¡Ni siquiera de
los rumores que corrían!”.
El Cardenal Stanislaw Dziwisz explicó que
la lenta reacción ante las denuncias de
abusos se debió a la burocracia en el Vaticano.
“Son, por desgracia, las consecuencias de una estructura aun extremadamente burocrática”, lamentó.
La misma falta de comunicación, dijo, fue la que afectó al Papa Benedicto XVI cuando el
levantamiento de la excomunión al obispo tradicionalista Richard Williamson en
2009, antes de descubrir que el obispo era un negador del
Holocausto; “hubiera sido suficiente conectarse a Internet” para
descubrirlo.
LOS SUCESOS OCULTOS QUE CUENTA
UN OPERADOR DEL INFAME MARCIAL MACIEL
Cuando
los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II fueron canonizados juntos fue
gran regocijo en la Iglesia pero surgió bajo una sombra, debido en gran parte a
dos documentales de televisión de alto perfil que detallan cómo la Iglesia
respondió – o no respondió – a las acciones criminales de Marcial Maciel
Degollado, fundador de la Legión de Cristo.
Una investigación de PBS
Frontline titulada Secretos del Vaticano, y un documental en la
televisión irlandesa titulado La Legión; ambos hablan del hecho de que los
tres Papas – Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II – no tomaron medidas cuando
se les informó que el P. Maciel abusaba sexualmente, era adicto a las drogas, y
hacía mal uso de los fondos.
Este es el testimonio de un hombre que vio la
crisis operando dentro de la Legión de Cristo. Jay Dunlap se desempeñó como director de comunicaciones en Norte América
para la Legión de Cristo y su filial laica, Regnum Christi, de 1998 a
2006 y como asesor de comunicaciones de 2006-2010. Actualmente es Presidente
de Madonna School & Workshop, de la Arquidióceis de Omaha para niños y
adultos con discapacidades intelectuales y de desarrollo.
Cuando
Dunlap se desempeñó como director de comunicaciones de la Legión de Cristo en
Norteamérica, desde 1998 hasta 2006, sus responsabilidades incluían relaciones con los
medios y ayudar a la Legión en la gestión de crisis.
Los
informes publicados de las acusaciones contra el padre Maciel le mantuvieron
a él y a sus colegas ocupados durante largos períodos de tiempo. Y una parte
central de la respuesta de la Legión, según él, explica por qué los tres Papas
ignoraron las acusaciones: “Los cargos se habían examinado a fondo y se
encontraron sin fundamento”. O al menos eso se nos hizo creer.
LAS PRIMERAS DENUNCIAS Y LA
INVESTIGACIÓN VATICANA
Aunque Maciel
había sido expulsado de dos seminarios antes de comenzar lo que sería la Legión
en 1941, el primer registro que
se tiene de las acusaciones en su contra proviene de 1954, cuando un
seminarista legionario llamado Federico Domínguez escribió una carta a la Santa
Sede en que detalla abuso sexual de
Maciel, el uso indebido de drogas, el uso indebido de fondos y más.
En 1956 la Santa Sede envió
visitadores apostólicos a buscar la verdad. Cinco clérigos llevaron a cabo la
investigación. Uno de ellos, un líder de los Carmelitas Descalzos Anastasio
Ballestero, encontró a la Legión en “caos jurídico” pero por lo demás “calló”.
Otro, un misionero belga en Chile, Polidoro van Vlierberghe, fue ganado por los
jóvenes legionarios y se convirtió en un defensor fuerte de Maciel.
Mientras tanto, el propio Maciel fue enviado a una clínica para determinar si era drogadicto.
Después de un par de semanas se le dio un certificado de buena salud. Décadas
más tarde Dunlap preguntó a expertos en adicción a las drogas si una persona
podía ocultar con éxito la adicción durante una estancia, y le aseguraron que
sería fácil de ocultar.
En
1958 los visitadores terminaron su investigación. Presentaron informes
contradictorios y falta de pruebas concluyentes. Domínguez, y
otras víctimas de él, observaron cómo Maciel había elaborado con éxito una cultura del secreto y el engaño que
fácilmente lo protegió durante las breves estancias de los visitadores en las
comunidades legionarias. Aun así, el Vaticano se movió lentamente, deliberando
cuidadosamente sobre las conclusiones de los visitadores.
JUAN XXIII HEREDÓ EL PROBLEMA
El
Papa Pío XII, que había desarrollado una enfermedad gastrointestinal grave en
1953, se debilitó notablemente en los últimos cinco años de su papado. El 9 de
octubre de 1958, cuando una decisión con respecto a la situación de la Legión
aún no se había alcanzado, Pío XII fue a su eterna recompensa. Más tarde ese
mes, Juan XXIII se convirtió en su sucesor.
El Papa Bueno Juan heredó el
lío de la Legión y las tensiones sobre la posibilidad de reintegrar a Maciel o
disolver la congregación. El nuevo Santo Padre tuvo que confiar en los informes
de los visitadores y la orientación de los asesores. Se puso del lado de los
partidarios de Maciel, encabezados por el Cardenal Clemente Micara,
Pro-Prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos.
El periodista de investigación Jason Berry, coautor
de Votos de Silencio, un libro que expone largamente sobre Maciel y
la Legión, señala que en 1946, durante
el primer viaje de Maciel a Roma, el joven fundador dio al Cardenal Micara U$S
10,000 – una “gran suma” en Roma posterior a la Segunda Guerra. Maciel consiguió su pago trece años más tarde,
cuando Micara impulsó y ganó el asentamiento de la investigación a favor de
Maciel y sus legionarios.
UNA TRAMA DE COMPRA DE
VOLUNTADES
En consecuencia, Juan XXIII y sus dos sucesores nunca actuarían sobre las denuncias
presentadas con ellos acerca de Maciel. ¿Por qué?
Examinemos las pruebas que iban a ver – o no ver. El Secretario personal de Juan Pablo II por
mucho tiempo, Stanislaw Dziwisz, ahora cardenal, ha dicho que el elogio
de Juan Pablo II de Maciel fue un error claro que sucedió porque “cuando el
Santo Padre se reunió con él, no sabía nada, absolutamente nada. Para él,
seguía siendo el fundador de una gran orden religiosa y eso es todo. Nadie le
había dicho nada, ni siquiera sobre los rumores dando vueltas”.
El
Secretario de de Estado de toda la vida de Juan Pablo, el Cardenal Angelo
Sodano, había sido exitosamente “cultivado” por Maciel durante décadas. Berry sigue el
camino de Sodano que fue llenado con dinero en efectivo y otros regalos de
lujo.
Cuando, en los últimos años de
pontificado de Juan Pablo II, el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, se ocupó de los cargos contra Maciel,
él y sus investigadores informan, tuvieron que recurrir al uso de direcciones
de correo electrónicos fuera para eludir a Sodano y sus aliados de la curia.
Había
otros en el contacto diario con el cardenal Dziwisz y Juan Pablo II, quienes
también tenían conexiones cercanas a la Legión, como el fotógrafo papal Arturo Mari, cuyo hijo
fue ordenado sacerdote legionario de Cristo en 2007.
¿Qué
conocían los papas acerca de Maciel y la Legión? Sólo sabían lo que vieron:
abundantes vocaciones; jóvenes, sacerdotes entusiastas lanzando nuevas escuelas
y misiones; un fuerte apoyo de importantes funcionarios de la Curia – aunque los
Santos Padres no habrían sabido que Maciel había “comprado” su favor.
Para colmo de males, las acusaciones contra
Maciel, “ya habían sido
investigadas por la Santa Sede y se encontraron sin fundamento”. Esta es la forma contundente que
expresamos en algunas comunicaciones oficiales legionarias:
“No sólo se encuentran las acusaciones vacías y sin
fundamento, ellas reportaron que la Legión y el Padre Maciel eran ejemplares,
consolidando una gran promesa para la Iglesia”.
En retrospectiva, no es
difícil ver cómo la investigación llegó a una conclusión falsa. Desde sus
primeros días en Roma, Maciel mostró una gran habilidad en el cultivo de la
gente en el poder.
LA VINCULACIÓN CON PABLO VI
Un ejemplo elocuente: cuando Maciel fundó su orden,
su nombre original (y todavía su nombre oficial en los documentos del Vaticano)
fue Congregación del Sagrado Corazón y de la Virgen de los Dolores. Ese
nombre era a la vez demasiado largo y demasiado similar a tantas otras
congregaciones religiosas, así que Maciel consultó con líderes de la Iglesia.
Sugirió al Padre Giovanni Montini que se llamara “Legionarios del Papa”. Montini se dice que habría sugerido
“Legionarios de Cristo”. Montini más tarde se convertiría en el Papa Pablo VI.
Durante
su pontificado, Pablo VI seguía siendo un amigo y defensor de Maciel. La
historia cuenta que cuando Maciel trató de lanzar una universidad en la
ciudad de México, el arzobispo local no le concedía su aprobación.
Maciel fue directo a Pablo VI,
le mostró un mapa de la tierra en la que él quería construir lo que se
convertiría en la Universidad Anáhuac, y Pablo VI ideó una nueva diócesis en la
que nombró a un obispo receptivo a Maciel y a la Legión. ¿Cómo es eso de la
influencia?
EL CAMBIO DEL 2004
Si la investigación supuestamente definitiva de la
década de 1950, el crecimiento pujante de la Legión, y el “cultivo” exitoso de
prelados bien situados ayudan a explicar el fracaso de tres pontificados en
responder a los alegatos de fondo en contra de Maciel, ¿qué cambió la situación?
¿Por qué, en 2004, unos
cincuenta años después de que las acusaciones surgieran por primera vez, el
cardenal Ratzinger comienza la investigación que deshizo el mito de Maciel y
expuso la horrible verdad acerca de él y de sus mentiras y engaños?
Hay
paralelismos fascinantes entre las dos investigaciones que están
separadas por medio siglo: se pusieron en marcha dos investigaciones cuando
grandes Papas estaban disminuidos por la edad y la enfermedad; ambas se
concluyeron durante una papado, pero quedaron para manejar a pontífices
sucesivos; ambas fueron impedidas de una manera u otra por las fuerzas de la
curia que Maciel había ganado para su lado.
En última instancia, la
investigación del cardenal Ratzinger, que quedó encima de su propio papado,
mostró que los acusadores de Maciel estaban diciendo la verdad, y que el
fundador legionario llevaba una “vida torcida” que estaba “fuera de
los límites morales”, como Ratzinger (luego Papa Benedicto XVI) concluiría.
LA MOVILIZACIÓN DE LAS
VICTIMAS Y LAS INVESTIGACIONES PERIODÍSTICAS
La
tenacidad de las víctimas de Maciel es, sin lugar a dudas, el principal factor
que llevó la verdad a la luz. En la década de 1950 solo un puñado de
seminaristas y un joven sacerdote trataron de exponer la verdad; no eran
rivales para los insiders influyentes de Maciel.
En
la década de 1960 las acusaciones fueron dejadas fácilmente a un lado. En la década de
1970 hombres abusados como seminaristas, que habían servido como sacerdotes
legionarios, empezaron a dejar la orden, notablemente Juan Vaca, quien envió su
propio informe detallado de las fechorías de Maciel al Vaticano a través Obispo
John McGann de Rockville Centre, Nueva York, donde Vaca fue incardinado hasta
que abandonó el sacerdocio a finales de 1980.
En la década de 1990 las
víctimas fueron públicas. Trabajando con Jason Berry y Hartford Courant el
escritor de religión Gerald Renner, levantó el perfil de la operación secreta
de Maciel con una galardonada serie de revelaciones en profundidad, publicada
por primera vez en febrero de 1997 (Berry sigue informando sobre la Legión en
la actualidad; Renner murió en 2007).
Las
víctimas también contrataron a una abogada canónica Martha Wegan, para abogar
por su caso en el Vaticano.
Para
1998 ya no estaban en silencio tratando de trabajar a través de los canales
traseros; ellos habían dado a Maciel el alto perfil mediático que había evitado
cuidadosamente, ya que estaban presionando su caso lo mejor que podían a través
del aparato legal de la Iglesia.
Las víctimas no obtuvieron la satisfacción
inmediata, pero siguieron adelante.
LA REACCIÓN DE LOS LEGIONARIOS
Y MACIEL
Dunlap
fe contratado por la Legión en marzo de 1998 para ayudar a lidiar con los
informes de los medios en curso y otros temas de comunicaciones. Como
muchos, dice que: “Me sentí atraído
por la fidelidad de los Legionarios, sus buenas obras, y los hombres
jóvenes inspiradores que conocí, que eran seminaristas y sacerdotes
legionarios.
Dimos
a Maciel el beneficio de la duda fundada en las pruebas evidentes de una nueva
orden de sacerdotes que parecía como un don de Dios a la Iglesia para combatir
el descenso que estaba en todas partes a nuestro alrededor: la disidencia,
la laxitud y el éxodo catastrófico de los hombres y mujeres del sacerdocio y la
vida religiosa. La Legión parecía la respuesta, o al menos una parte de ella”.
Maciel era muy inteligente en
la forma en que se posicionó respecto a las revelaciones de la verdad. El
profesó orar por la persecución de modo que cuando llegó la crisis, parecía la
respuesta a las oraciones de un “mártir moderno”. Se negó a responder
personalmente a las acusaciones, haciendo parecer como si él eligiera “sufrir
la traición” en silencio.
Además hicieron un abundante uso de fotografías de Maciel con Juan Pablo II.
Su recurso final era siempre decir, “¡Vea lo mucho que el Papa nos ama!”. Aquí es donde los documentales
y otros informes que arrojan una sombra sobre Juan Pablo II y los demás lo
entienden al revés: Juan Pablo II no sabía nada de las acusaciones en contra de
Maciel, y Maciel – y aquellos que lo defendían – explotaban a fondo el favor
del Santo Padre.
LA CAMPAÑA EN LOS MEDIOS
CONTRA MACIEL
Pasaron los años, las víctimas continuaron su
campaña, y cuando el canal de derecho canónico pareció cerrado, empezarían una
nueva campaña de medios de comunicación. Brian Ross del programa 20/20 de ABC News hizo una exposición en abril de 2002, que
elevó el perfil de las acusaciones a un nuevo nivel.
En 2003 a partir de una copia
preliminar del libro de Berry y Renner Votos de Silencio, cuyo u
subtítulo era El abuso de poder en el papado de Juan Pablo II,
surgió un nuevo argumento en la defensa de Maciel: “Ellos atacan a la
Legión, pero lo que realmente quieren es acabar con el Santo Padre”.
Dunlap dice: “Pasé meses excavando en el libro, señalando los detalles y en la preparación
de los argumentos en contra de ellos. El libro contiene algunos defectos
e imprecisiones (cosas como usar el título incorrecto para posiciones dentro de
la Legión) que hemos explotado con el fin de poner en duda la calidad de los
informes de los autores. Pero para el momento en que había terminado el peinado
del texto, estaba en una crisis personal y profesional. Hubo testimonios de
víctimas y testigos para los que simplemente no tenía respuestas adecuadas”.
“Me reuní
con mi Legionario superior y le conté de mi crisis. Su respuesta hizo
que pareciera como si él también estuviera preocupado y luchando. Oré, y seguí
adelante. En retrospectiva, debería haber dejado entonces. Pero yo estaba
profundamente enredado en la cultura de la defensa de Maciel. Era mi trabajo, y
no tenía hijos pequeños que alimentar”.
“Poco
a poco me fui desde la oración por la vindicación de Maciel a orar sólo por la
victoria de la verdad”
GRACIAS AL CARDENAL RATZINGER
ACONTECIÓ LA VICTORIA
Votos de Silencio salió a principios de 2004.
Y fue en este momento que el cardenal Ratzinger nombró a un abogado canónico respetado, mons.
Charles Scicluna de Malta, para asumir la investigación sobre Maciel.
Se
comunicaban mediante correos electrónicos externos con el fin de escapar de la
atenta mirada del cardenal Sodano y otros protectores de alto rango de Maciel. Y
estos dos hombres trajeron a Maciel a la justicia, por fin.
EN REUMEN: EN QUE CONSISTIÓ LA
MANIPULACIÓN DE MACIEL
En
una Iglesia compuesta por pecadores, Maciel manipuló con éxito a suficientes
como para aislarse a sí mismo durante décadas de la verdad de sus crímenes.
Tenía
ojo para las “estrellas nacientes” eclesiásticas, encantador a su manera en la amistad con muchas
personas en posiciones importantes y solidificador de esas relaciones en virtud
de su control total de las finanzas de la Legión.
Independientemente de la intención de los donantes,
Maciel volvió la destreza de recaudación de fondos en lujosos regalos para los obispos y conocedores del Vaticano que eran más
receptivos. Sabía que no tenía que convencer a todos ellos, sólo a los
suficientes para mantenerse a salvo.
Y el impresionante
crecimiento de una congregación que atrae a hombres y mujeres jóvenes a la vida
religiosa y lanza innumerables escuelas y misiones, era sin duda
suficiente para convencer incluso a los papas de darle el beneficio de la duda
– lo que hicieron.
Es uno de los profundos
misterios de la Iglesia moderna, que un hombre pudiera fundar una congregación
religiosa tan vibrante como una cubierta para su doble vida como ladrón,
megalómano, mujeriego y pederasta.
Mientras que la Santa Sede ha pedido la reforma de la Legión, no ha cerrado la orden.
El mismo Benedicto declaró que: A pesar que Maciel “sigue siendo una figura
misteriosa”, y un “falso profeta, por así decirlo”, el “dinamismo y la fuerza con la que
se construyó la congregación” es evidente.
“Naturalmente se deben hacer correcciones”, dijo, “pero
por lo general la congregación es sólida. En ella hay muchos jóvenes que
quieren servir con entusiasmo a la fe. Este
entusiasmo no debe ser destruido. Muchos de ellos han sido llamados por una
figura falsa a lo que es, al final, después de todo, correcto”.
Fuentes:
- http://www.newoxfordreview.org/article.jsp?did=0614-dunlap
- http://es.gaudiumpress.org/content/52376-Cardenal-Dziwisz-escribe-libro-sobre-el-Beato-Juan-Pablo-II
- http://es.wikipedia.org/wiki/Marcial_Maciel
- https://todomaciel.wordpress.com/
- https://www.aciprensa.com/noticias/papa-francisco-habla-por-primera-vez-sobre-el-escandalo-de-marcial-maciel-68745/
- https://www.aciprensa.com/noticias/el-papa-francisco-reconoce-y-agradece-a-benedicto-xvi-todo-su-esfuerzo-en-caso-maciel-51524/
Foros de la
Virgen María
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