La familia es un centro de amor.
Así lo ha afirmado el santo padre Francisco en el mensaje dirigido al primer
Congreso latinoamericano de Pastoral familiar, que se celebra en Panamá del 4
al 9 de agosto. El encuentro lleva por lema "Familia y desarrollo social
para la vida plena” y ha sido promovido por el Departamento Familia, Vida y
Juventud del CELAM,
"¿Qué es la familia?",
se pregunta Franciso al inico del mensaje. "Más allá de sus acuciantes
problemas y de sus necesidades perentorias, la familia es un 'centro de amor',
donde reina la ley del respeto y de la comunión, capaz de resistir a los
embates de la manipulación y de la dominación de los 'centros de poderp
mundanos", responde. Asimismo añade que "en el hogar familiar, la
persona se integra natural y armónicamente en un grupo humano, superando la
falsa oposición entre individuo y sociedad". Del mismo modo recuerda que
en el seno de la familia, nadie es descartado: "tanto el anciano como el
niño hallan acogida". La cultura del encuentro y el diálogo, la apertura
a la solidaridad y a la trascendencia tienen en la familia su cuna, afirma el
Papa.
A continuación, el Papa subraya
dos aportes primordiales en el mensaje: la estabilidad y la fecundidad.
"Las relaciones basadas en
el amor fiel, hasta la muerte, como el matrimonio, la paternidad, la filiación
o la hermandad, se aprenden y se viven en el núcleo familiar", afrima
Francisco. De este modo, explica que cuando estas relaciones forman el tejido
básico de una sociedad humana, le dan cohesión y consistencia. "Pues no
es posible formar parte de un pueblo, sentirse prójimo, tener en cuenta a los
más alejados y desfavorecidos, si en el corazón del hombre están fracturadas
estas relaciones básicas, que le ofrecen seguridad en su apertura a los
demás", indica.
Además -prosigue el Papa- el
amor familiar es fecundo, y no sólo porque engendra nuevas vidas, sino porque
"amplía el horizonte de la existencia, genera un mundo nuevo; nos hace
creer, contra toda desesperanza y derrotismo, que una convivencia basada en el respeto
y en la confianza es posible". El Pontífice reconoce que frente a una
visión materialista del mundo, "la familia no reduce el hombre al
estéril utilitarismo, sino que da cauce a sus deseos más profundos".
Por otro lado, Francisco afirma
que, desde la experiencia fundante del amor familiar, "el hombre crece
también en su apertura a Dios como Padre". Y es que, en la familia
"se refleja la imagen de Dios que en su misterio más profundo es una
familia y, de este modo, permite ver el amor humano como signo y presencia del
amor divino". En la familia -añade- la fe se mezcla con la leche materna.
Al respecto, pone como ejemplo "ese sencillo y espontáneo gesto de pedir
la bendición, que se conserva en muchos de nuestros pueblos", porque según
el Santo Padre, "recoge perfectamente la convicción bíblica de que la
bendición de Dios se transmite de padres a hijos".
Finalmente, el papa Francisco
advierte que es importante animar a las familias "a que cultiven
relaciones sanas entre sus miembros, a que sepan decirse unos a otros
'perdón', 'gracias', 'por favor', y a dirigirse a Dios con el hermoso nombre
de Padre".
Para concluir el mensaje, pide a
la Virgen de Guadalupe que "alcance de Dios abundantes bendiciones para
los hogares de América y los haga semilleros de vida, de concordia y de una fe
robusta, alimentada por el Evangelio y las buenas obras". Y, como ya es
costumbre en el papa argentino, les pide que recen por él.
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