En la vida siempre habrá personas que quieran meterlos en su molde, personas que
los quieren presionar para que ustedes sean como ellos quieren, y quizá sean
buenas personas, quizás tengan buenas intenciones, pero el problema es que
ellos no te dieron la vida, ellos no te equiparon, no te dieron poder, no te
formaron; fue Dios quien lo hizo y si quieres llegar a ser lo que Dios te creo
para ser, tendrás que ser valiente. No puedes ser inseguro y preocuparte por lo
que todos piensan.
Si
intentas quedar bien con las personas para intentar ganártelas, entonces vas a
vivir la vida siendo manipulado, permitiendo que la gente te amolde a su
voluntad. Tienes que entender que es imposible mantener a toda la gente feliz,
no puedes caerles bien a todos, nunca podrás ganarte a todos los que te
critican aun si te cambiaras e hicieras exactamente lo que ellos quieren, aun
así encontrarían algún problema.
Nunca serás realmente libre hasta que dejes de querer complacer a todo el mundo. Puedes ser amable, respetuoso pero tú no vives para complacer a la gente, tú vives para complacer a Dios. Y cuando te levantes por la mañana debes de buscar en tu corazón, y si estás haciendo lo mejor que puedes, lo que sabes que Dios quiere que tu hagas, no tienes que mirar a la derecha ni a la izquierda solo mantén el enfoque en tus objetivos.
Si las
personas no te entienden no pasa nada, si pierdes algunos amigos porque no
permitías que te controlaran no eran amigos verdaderos de todas formas, estas
mejor sin ellos. Si las personas comienzan a hablar mal de ti, te critican,
están celosas, tratan de hacerte ver mal, no permitas que eso te cambie tu no
necesitas su aprobación, tú tienes la aprobación de Dios.
Algunos de
ustedes llegarían a un nivel mayor si tan solo dejaran de preocuparse por lo
que la gente piensa y empezaran a ser fiel a lo que Dios quiere que sean.
Pasamos mucho tiempo intentando presionar a los demás, tratando de tener su
aprobación, imaginando que estarán pensando de nosotros; si tomo este trabajo, si
me peino así, si vivo en este vecindario, tomamos muchas decisiones en base a
cosas superficiales.
Escuche a
alguien decir a los 20 años de edad nos preguntamos lo que todos piensan de
nosotros, a los 40 años no nos importa lo que la gente piense de nosotros y a
los 60 años nos damos cuenta que nadie estaba pensando en nosotros.
Leí un
reportaje de una enfermera que cuida de las personas que están a punto de
morir. Ella le pregunto a cientos de pacientes en sus últimas semanas de vida,
¿Cuál es la cosa por la que más se arrepienten? Y el primer lugar de lo que la
gente más se arrepiente es “me hubiera gustado mantenerme fiel a lo que soy y
no vivir para cumplir las expectativas de los demás”.
¿Cuántas
personas el día de hoy viven sin ser verdaderos? Tienen miedo de decepcionar a
alguien, tienen miedo de caer de su gracia. Quizás no los acepten en cierto
grupo si hacen una cosa y digo esto con respeto, tú no puedes vivir intentando
ser la persona que tus padres quieren que seas o que tu jefe quiere que seas o
que tus amigos quieren que seas; tú tienes que mantenerte fiel a la persona que
Dios te hizo.
Y cuando
mi padre partió con el Señor tuve que aceptar el hecho de que el propósito de
Dios para mi vida no era el mismo propósito que el de mi padre; su llamado fue
derribar las barreras denominacionales en la religión, que las personas
pudieran conocer la diversidad del Espíritu de Dios y cuando me hice cargo de
la iglesia sentí la presión de ser como mi padre, de caber en ese molde, pensé
que tenía que ministrar igual que él, dirigir la iglesia igual que él y seguir
ese mismo camino pero cuando busque en mi corazón me di cuenta que mi llamado
era sembrar una semilla de esperanza, animar a los demás, que pudieran conocer
la bondad de Dios y al principio fue difícil, había personas en la iglesia que
llevaban 40 años; yo pensé no puedo ser diferente, que van a pensar, quizás no
les agrade, quizás no me acepten.
Y un día
leí un versículo que hablaba acerca de David, decía así “David cumplió su
propósito para su generación”. Escuche a Dios hablar a mi corazón, “Joel tu
padre cumplió su propósito ahora deja de intentar ser como él y cumple tu
propósito”. Y cuando escuche eso es como si una luz se hubiera encendido, me di
cuenta que no debía intentar ser como mi padre, no tenía que intentar caber en
su molde, está bien correr mi carrera, yo soy libre para ser yo. Después de
todo Dios no quiere que seamos limitación de alguien más, se el original que
Dios te creo para ser.
Amigos
existe una bendición especial en tu vida, no para que seas como alguien más, tu
estas ungido por Dios para ser tú mismo y si permites que las personas te metan
en su molde, si te doblas ante la presión, si cambias con cada critica, no solo
vas a perder tu originalidad también reducirás el favor de Dios, reducirás la
bendición en tu vida.
Y cuando
la iglesia comenzó a crecer y más gente nos veía en televisión la crítica se
puso a trabajar. Ellos decían, él no es como su padre, es muy joven no tiene
una experiencia, aun ahora Joel es mucho de esto y no es suficiente de aquello.
Si tú cambias con cada comentario no tendrás oportunidad. Yo creo que una de
las razones por la cuales Dios me ha promovido es que he dejado de sintonizar
las voces negativas y he hecho mi mejor esfuerzo para convertirme en quién Dios
me creo. Yo no intento competir con alguien más, no permito que la gente me
controle, no me siento culpable si no les agrado, no me siento triste porque
alguien dijo algo negativo, yo tengo mi vista adelante, como el apóstol Pablo
hago lo mejor y corro con propósito cada parte del camino. Y hace mucho aprendí
que para poder complacer a Dios vas a tener que decepcionar a algunas personas.
La biblia
habla de personas que aman más el reconocimiento de los hombres que el
reconocimiento de Dios y una de las pruebas que todos debemos enfrentar es que
alguien de nuestra vida que amamos y admiramos puede ser un amigo, un jefe, un
familiar, ellos quieren que vayas en una dirección, pero tú sabes en tu corazón
que Dios quiere que vayas en otra dirección. Y nosotros no queremos perder su
amistad, no queremos decepcionarlos, queremos su aprobación pero si queremos
cumplir nuestro destino tenemos que ser fuertes. Tienes que tener la actitud
¡Yo quiero tener el reconocimiento de Dios más que el reconocimiento de las
personas, yo tengo una misión, tengo un propósito, tengo un destino, yo me
convertiré en la persona que Dios me creo para ser! He aprendido que si
complaces a Dios, si eres fiel a la persona que te creo para ser tarde o
temprano también tendrás el reconocimiento de las personas.
Quizás
pierdas algunos amigos en el camino, la gente no te va a entender, pensaran que
cometes un gran error pero después te verán caminando en la plenitud de tu
destino. Algunos de ustedes verían mayores bendiciones de Dios verían grandes
oportunidades, nuevas relaciones si tan solo se liberaran de los que las
personas piensan y comienzan a hacer lo que Dios puso en su corazón.
He
aprendido que todas las personas tienen una opinión, las personas harán fila
para dirigir tu vida, te dirán como vestir, que carro comprar, como peinarte,
como criar a tus hijos, como gastar tu dinero; si tratar de complacer a todo el
mundo una cosa te puedo garantizar cien por ciento, te vas a confundir, te vas
a frustrar y tu vida será miserable. Yo vivo en base a este principio, todo el
mundo tiene derecho a opinar, yo tengo todo el derecho a no escucharlos. Si lo
que dicen no concuerda con lo que Dios puso en tu corazón deja que te entre por
un oído y te salga por el otro.
Escuche la
historia de una persona que cayó en un pozo y varias personas vinieron con su
opinión. El fariseo le dijo te mereces estar en el pozo, el católico dijo tú
necesitas sufrir entonces estas en el pozo, el bautista dijo: si te hubieras
salvado no te hubieras caído al pozo, el carismático dijo: solo confiesa no
estoy en el pozo, el matemático dijo: déjame calcular como caíste al pozo, el
agente de haciendo dijo: ¿has pagado impuesto por ese pozo?, el optimista dijo:
las cosas podrían estar peor, el pesimista dijo: las cosas se pondrán peor,
cada quien tiene una opinión, si intentas complacer a cada persona, la persona
que no será feliz serás tú.
Muchas
veces las personas que quieren manejar tu vida, y si los observas, ni siquiera
pueden manejar su vida, así que mucho menos la tuya. Y está bien, está bien
escuchar consejos, está bien escuchar opiniones, pero tienes que tener la
confianza suficiente en quien Dios te creo, que cuando algo no concuerda con lo
que llevas dentro, tengas la confianza para decir “gracias pero no, gracias, te
quiero, respeto tu consejo pero esta vez no es para mí”.
Tengo un
amigo que es parte de nuestro equipo y hace varios años un hombre se acercó con
él y le dijo:
- estoy
convencido fuertemente que tú debes empezar tu propia iglesia, eres un gran
ministro, tienes la bendición, yo sé que será un éxito.
Y mi amigo
aprecio bastante esta palabra pero lo que él le dijo que no lo sentía, él sabe
que debe estar aquí este es el lugar donde Dios quiere que este, y mes tras mes
este hombre se le acercaba:
- ¿Cuándo vas
a comenzar tu iglesia, cuando vas a dar ese paso de fe? - Pasó de animarlo a
presionarlo, tratando de meterlo en su molde.
Mi amigo
un día le dijo:
- Vamos a
ver, ¿tú me vas a rentar un auditorio, me vas a comprar el equipo de sonido,
pagarías en mi equipo, pagarías los servicios, pagarías la publicidad?.
Ese hombre
se le quedo viendo como si estuviera loco, le dijo:
- Claro
que no, no lo podría pagar-
Mi amigo
le dijo:
- Si Dios
me llama a hacerlo, él se encargara de mí, él pagara mis cuentas, él traerá las
personas adecuadas, él pondrá el auditorio pero si lo hago porque tú me lo
pides, voy a tener que depender de ti y por lo que estoy viendo voy a estar muy
decepcionado.
La razón
por la que muchas personas no están disfrutando su vida es porque se han
alejado de su destino divino, todo es difícil y es porque han permitido que las
personas las convenzan. No importa lo buena que pueda parecer una idea, no
importa que tan buena se pueda escuchar, si no concuerda con lo que sientes en
tu espíritu. Sé cómo mi amigo, sé fuerte y corre tu propia carrera.
Hace
tiempo mis padres conocían a una pareja, habían sido amigos por mucho tiempo;
esta pareja querían mucho a mis papás pero no venían a Lakewood, porque pensaba
que quedaba muy lejos, ellos vivían del otro lado de la ciudad como a unos 30
minutos, bastante normal al día de hoy. Y durante años le dijeron a mis padres,
si alguna vez trae las iglesia a este lado de la ciudad estaremos ahí cada vez
que se abran las puertas, hay muchas personas, miles de personas que les
encantaría poder asistir a Lakewood. Y mi padre escucho esto tantas veces que
lo convencieron que existía esta gran cantidad de gente del otro lado de la
ciudad esperando a Lakewood, así que reto un auditorio a 5 minutos de su casa,
gasto miles de dólares en el edificio, equipo de sonido y toda la publicidad y
durante un mes cada jueves por la noche llevo la iglesia al otro lado de la
ciudad y la verdad es que Dios no lo llamó a hacer esto, estas personas lo
lograron persuadir, lo pudieron convencer, era una buena idea, pero no era una
idea que provenía de Dios; existe una diferencia, puede haber muchas cosas que
se ven bien a primera vista, pero tienes que buscar en tu corazón y preguntar,
¿Dios, será esto para mí, es parte de mi destino, es esto una idea tuya o es
solo una distracción, o solo son las personas tratando de meterme dentro de su
molde?. Mi padre llevó a cabo este gran servicio al otro lado de la ciudad,
gasto miles de dólares en la publicidad y saben que, prácticamente nadie
asistió, menos de 200 personas. Lo más increíble es que esa pareja no asistió a
un solo servicio. La primer semana jugaba beisbol el niño, la segunda semana
tenían un invitado que venía de afuera, la tercera su pescadito estaba enfermo,
la cuarta semana su gato se deprimió; tenían las excusas más ridículas. Mi
padre se fue de ahí lamentándose todo el camino devuelta. ¿Saben qué? Aprendió
su lección. Si la gente te llama a hacer algo, ellos tendrán que encargarse de
ti, pero cuando Dios te llame, Dios se encargara de ti.
Escuche a
alguien decir esto: “lo que Dios ordena, Dios lo paga” y quizá algo puede
parecer bueno, pero si no es el plan de Dios para tu vida, no habrá una
bendición de por medio. Escucha lo que sientes en tu interior no vayas en
contra de la voz interior de Dios en tu corazón, tú no tienes la bendición de
hacer lo que sea, tú tienes la bendición de hacer lo que Dios te llamo para
hacer.
No permitas que las personas te alejen de tu punto óptimo. Pero muchas personas saltando de una iglesia a otra, de relacione en relación, de trabajo en trabajo, siempre buscando tendencias nuevas, y claro que existen tiempos para cambiar, pero a menudo no es Dios quien los está moviendo, son las personas que lo mueven.
No permitas que las personas te alejen de tu punto óptimo. Pero muchas personas saltando de una iglesia a otra, de relacione en relación, de trabajo en trabajo, siempre buscando tendencias nuevas, y claro que existen tiempos para cambiar, pero a menudo no es Dios quien los está moviendo, son las personas que lo mueven.
Algunas
personas incluso utilizaran la biblia, utilizaran un lenguaje muy espiritual
para convencerte de que hagas lo que ellos quieren. Cuantas veces lo he
escuchado. Joel: “Dios me dijo que te dijera como dirigir la iglesia”, “Dios me
dijo que te dijera que hagas menos de esto”, algunas personas cuando las
escuchas piensas que Dios les habla más que a Moisés, David, Ester y Sara
juntos.
Había un
hombre que cada domingo me daba una palabra del Señor, cuando lo veía en la
recepción hacia todo lo posible por esconderme. Dios por favor dame un descanso
el día de hoy.
Siempre me
encontraba, estaba frustrado porque yo no dirigía la iglesia como él quería y
finalmente hable con él de una manera muy respetuosa, le dije Señor agradezco
su consejo, pero estoy en constante comunicación con Dios, él me puede hablar a
mi directamente, de hecho hable con él esta mañana y todo está muy bien.
Y la
verdad Dios te dará dirección para tu vida más que cualquier otra persona. Dios
no me va a decir algo a mí acerca de ti, sin decirte a ti también. Si alguien
te da una palabra de Dios deberá confirmar lo que tú ya conoces. Y me puedes
decir: Joel en el antiguo testamento los profetas le decían a la gente que
deben hacer, claro pero en el nuevo testamento el Espíritu Santo vive dentro de
cada uno de nosotros.
Una
persona se le acerco a mi padre y le dijo: pastor Osteen un hombre me dio una
palabra del Señor que debo de ir a África, ¿usted cree que debo ir? Mi padre le
contestó: yo no sé si deba decir si o no, pero si vas asegúrate de llevarlo
también a él para que sepas cuando regresar.
Tú no
necesitas que alguien te diga que hacer o que dejar de hacer. Tenemos que saber
que cuando lleguemos al final de nuestra vida no nos vamos a parar frente a la
gente y dar cuenta de lo que hicimos, nos vamos a parar enfrente de Dios y él
no te va a preguntar ¿porque no hiciste lo que ellos querían, porque no te
amoldaste a su voluntad, porque no seguiste su opinión? Él te va a preguntar
¿te convertiste en la persona que yo te cree para ser, te mantuviste fiel a lo
que puse en tu corazón?.
Aquí fue
donde Saúl se equivocó. Saúl tenía un gran destino, Dios tenía grandes cosas en
su futuro pero Saúl era tan inseguro que permitía que las personas lo amoldaran
a su voluntad, tenía miedo de decepcionar a alguien. Él dijo en 1 Samuel 15:24
“desobedecí las instrucciones del Señor, porque tenía miedo de las personas,
por eso hice lo que me pidieron”. Noten que Saúl sabía lo que tenía que hacer
incluso admite y dice: “desobedecí las instrucciones del Señor” ¿saben por qué?
Le gustaba complacer a la gente, tenía miedo de herir los sentimientos de
alguien, a alguien podía decepcionar, a alguien no le iba a caer bien, así que
renunció a cumplir su destino para poder agradar a los demás.
No
permitas que esto te suceda a ti, tienes que tener cuidado especial con las
personas de alto mantenimiento, con personas así, estaba lidiando Saúl. A estar
personas es casi imposible mantenerlos felices, les tienes que llamar todo el
tiempo, mantenerlas animadas, hacer sus mandados, cumplir sus expectativas,
estar disponible las 24 hs, sino, se van a ofender y harán todo lo posible para
que te sientas culpable. Las personas de alto mantenimiento son casi siempre
controladoras, no están interesadas en ti, están interesadas en lo que puedes
hacer por ellas y si caes en la trampa de intentar hacerlos feliz, te vas a
desgastar y vivirás tu vida frustrado.
Yo lo sé,
conocí a una pareja hace algunos años, me caían muy bien y era muy bueno con
ellos, se cambiaron a vivir a otra ciudad, los ayude a cambiarse, le di dinero,
los llamé para ver como estaban, yo siempre estaba disponible, pero el
sentimiento que recibía de ellos es que nunca hacia lo suficiente, nunca
estaban satisfechos siempre tenían una queja. Yo había hecho hasta de más, para
ser amable y generoso pero siempre encontraban algún detalle tratando de
hacerme sentir culpable, y un día aprendí lo que les comparto a ustedes, ellos
son personas de alto mantenimiento y yo no soy responsable de mantenerlos
felices. Voy a correr mi propia carrera y no voy a permitir que me roben el
gozo. Y ese fue un gran día en mi vida, de hecho solo de acordarme me pongo
feliz.
Amigo su
tiempo es muy valioso para andar investigando como mantener a todo el mundo
feliz. Conozco personas que pasan más tiempo preocupados por lo que los demás
piensan de ellos, que lo que invierten en perseguir sus propios sueños y sus
metas. Tienes que liberarte de eso, si quieren lograr algo grande en la vida,
si vas a ser un gran empresario, un gran maestro, un gran padre, no todos te
van a animar. Me encantaría decirte que toda tu familia, tus amigos, tus
compañeros te van a animar, pero eso no es verdad. Algunas personas no pueden
aceptar que te esté yendo bien. Si todavía estuvieras donde te encontrabas hace
diez años, no tendrían ningún problema contigo pero cuando te empieza a ir
bien, cuando Dios te comienza a bendecir, alguien se pondrá celoso, alguien
comenzara a buscarte los defectos. Que no te sorprenda si un familiar comienza
a menospreciarte o descreditarte; o un amigo con el cual habías tenido una muy
buena relación, de repente ya no te habla. Permite que eso te resbale, como a
un pato se le resbala el agua, sino lo haces, comenzarás a cambiar, te pondrás
a la defensiva, e intentarás probarles que realmente estas bien, y en ese caso,
estarías permitiendo que te metan en su molde.
Tu destino
es muy grande para que te distraigas con personas a las cuales nunca les caerás
bien. No lo tomes personal, no se trata de ti, se trata del favor que Dios puso
en tu vida que despierta los celos dentro de ellos. Hasta que ellos enfrenten
sus problemas, nada cambiará. Tú por lo pronto sacúdete, se feliz y corre tu
carrera porque no importa lo bueno que seas, siempre te encontrarán un defecto,
no importa lo amable que seas, siempre encontrarán un motivo para criticarte.
Es como
esta historia que escuche un abuelo y su nieto, se encontraban viajando a la
ciudad, al principio el nieto iba montando el burro y su abuela iba caminando a
su costado. Alguien pasó y dijo:
- Mira que
niño tan egoísta haciendo que el viejo camine mientras él monta.
El abuelo
lo escuchó bajó al niño, él se montó en el burro y su nieto caminaba a su lado.
En unos minutos alguien más pasó y dijo:
- Mira que
hombre tan egoísta haciendo que el niñito camine mientras él va sentado, eso no
está bien; el abuelo escuchó eso, cargó al niño, lo subió al burro, ahora los
dos iban montados. Pasaron unos minutos y alguien pasó y dijo:
- Que
crueldad de ustedes dos poner tanto peso en un burrito tan pequeño, a la hora
que llegaron a la ciudad el abuelo y el nieto estaban cargando al burro.
Ustedes
saben lo que quiero decir, sin importar lo que hagas no podrás complacer a
todos, será mejor que aceptes el hecho que no todo el mundo te va a entender y
sabes que está bien, ellos tienen todo el derecho a opinar y tú tienes todo el
derecho a ignorarlos.
Si vas a
correr tu carrera no compartas tus sueños con todos, no vayas por la vida
contándole a todos lo que hay dentro de tu corazón y todos tus sueños; algunas
cosas te las tienes que guardar.
La biblia
habla incluso de las peticiones ocultas de tu corazón, eso debe ser entre tú y
Dios.
Muchas veces lo que nos saca del camino es que compartimos nuestros sueños con personas que no nos pueden entender. Si José hubiera entendido este principio le hubiera ahorrado muchos problemas. Cuando era adolecente tuvo un sueño en el cual sus hermanos mayores se inclinaban ante él, él iba a dirigir una gran nación, iba a tener mucho éxito. El problema que cometió fue contárselo a todos y por alguna razón sus hermanos no estuvieron muy contentos de saber que se iban a inclinar ante él, eso no les agrado mucho.
Muchas veces lo que nos saca del camino es que compartimos nuestros sueños con personas que no nos pueden entender. Si José hubiera entendido este principio le hubiera ahorrado muchos problemas. Cuando era adolecente tuvo un sueño en el cual sus hermanos mayores se inclinaban ante él, él iba a dirigir una gran nación, iba a tener mucho éxito. El problema que cometió fue contárselo a todos y por alguna razón sus hermanos no estuvieron muy contentos de saber que se iban a inclinar ante él, eso no les agrado mucho.
Algunos
sueños te los debes de guardar, quizá a ti te apasiona pero a esas personas no
los va a emocionar. Como la familia de José ellos no celebraran lo que Dios
puso en tu corazón. Sería mucho mejor si aprendieras a guardártelos.
Esto fue
lo que María hizo, la madre de Jesús. Cuando era un adolescente el ángel se le
apareció y le dijo que iba a tener un hijo sin conocer hombre alguno y María no
salió a contárselo a todo el mundo, no corrió al periódico a decir tengo
grandes noticias. La biblia dice que ella guardo las cosas en su corazón, ella
lo mantuvo entre ella y Dios. Fue suficientemente inteligente como para saber
que no todo el mundo lo iba a entender, algunas personas iban a intentar
disuadirla, otras se iban a burlar.
Aprende a
guardar tus sueños para ti, deja que echen raíces en tu espíritu, guárdalos en
el interior entre tú y Dios y cuando llegue el tiempo de que tu sueño suceda
Dios se encargara de hacer crecer los sueños que puso en tu corazón.
Lo reto el
día de hoy corran su carrera no permitas que las personas te metan en su molde,
siempre se amable, pero se lo suficientemente seguro en quién Dios te creó que
no vivas para complacer a las personas, vive para complacer a Dios. Tu actitud
debe ser ¡yo soy libre para ser yo mismo y seré el mejor yo que pueda hacer!
Recuerda que tú no tienes que buscar el complacer a la gente, ni tratar de
obtener su aprobación, tú tienes la aprobación de Dios, deja de preocuparte por
lo que todos piensan, mientras tú te mantengas fiel con lo que Dios puso en tu
corazón, no voltees a la derecha ni a la izquierda, mantente enfocado en tus
metas.
Y si tomas
esta decisión conmigo hoy de correr tu carrera, yo creo y declaro que Dios te
llevará donde debes llegar, superarás cualquier obstáculo y lograrás cumplir
todos los sueños que Dios puso en ti. En el nombre de Jesús si lo crees di
¡Amén!.
Joel Osteen
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