miércoles, 11 de noviembre de 2020

NOVIOS... PERO SOLTEROS

El noviazgo debería ser un tiempo para diseñar juntos el plano para un gran proyecto, para el matrimonio.

Por: Ana Gabriela Mayorga Novo | Fuente: ConMasGracia.org

Actualmente vivimos en una sociedad inmersa en el individualismo, vivimos como si fuéramos habitantes de islas, cada uno en su mundo y espacio, alejados y algo temerosos de construir relaciones profundas y comprometidas. Hoy en día para poder comunicarnos de manera adecuada con otra persona resulta complejo y extraño ¿cuándo fue la última vez que pudiste hacer completamente a un lado la tecnología y sentarte sin pensar en el tiempo o las prisas de la vida y dedicarle tu completa atención a otra persona? Incluso ¿cuándo fue la última vez en la que verdaderamente te sentiste escuchado y atendido en verdad? Tal vez estoy polarizando un poco, sé que hay muchas personas que aún conservan relaciones sanas, pero es una realidad que cada vez parecemos más comunicados pero menos cercanos.

En el noviazgo no es diferente, me ha tocado conocer varias parejas en las que cada uno tiene su propia vida, en la que ambos tienen un “acuerdo silencioso” que dice: no te metas en mis cosas y yo no me meteré en las tuyas, nos queremos y nos acompañamos, pero resulta, que el noviazgo no es tener a un caballero o a una dama de compañía, no es no estar sólo en eventos y sentirse seguro.

Tenemos que entender que el noviazgo significa diseñar juntos el plano para un gran proyecto, para el matrimonio, es conocerse profundamente, los valores, metas y sueños de la otra persona y compartirle los tuyos y así ir uniendo las vidas poco a poco hasta concretarlas en el Sacramento del Matrimonio, o bien, descubrir que no es la persona indicada para ti y habrá que seguir adelante.

¿CÓMO PODEMOS SER NOVIOS NO SOLTEROS?

  1. Ten fuerza de voluntad para alejarte de las redes sociales y del celular varios momentos al día y sobre todo cuando se tenga que compartir tiempo con tu pareja.
  2. No entres en una relación si no quieres dejar nada de tú vida y la otra persona pasa sólo a ser parte de tu lista de actividades. El compromiso implica renuncias y entrega.
  3. Sal de la peligrosa zona del egoísmo, empieza a interesarte en verdad por la otra persona, trata de ver más allá, se empático.
  4. Busca espacios en la semana en la que atiendas a alguien de tu familia o amigos que tengas descuidados y compártelo con tu pareja.
  5. Has una actividad generosa por alguien necesitado, puedes ir una vez al mes o a la semana a un asilo con tu pareja, no sabes lo que esta experiencias unen.
  6. Reza, sean piadosos, si pueden hacerlo juntos ¡mejor! Recuerda que si poner a Dios primero a todo, aprenderás a amar en verdad.
  7. Deja de pensar todo el día en ti, empieza a pensar en los demás ¿cómo puedes alegrarle el día a los demás?
  8. Conócete a ti mismo y descubre tus limitaciones y virtudes. Todos los días esfuérzate por ser mejor persona que ayer, como decía el P. Tomás Morales “nunca es tarde para estar empezando siempre”.

Así como estas cosas hay muchas más.

No tengas miedo: ¡Comprométete! Vale la pena dar la vida por el amor verdadero.

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