La niña católica pakistaní de 13 años, Arzoo Raja, secuestrada y obligada a convertirse al islam y a casarse con un hombre de 44 años, ha sido liberada por la policía.
Según informó Ayuda a la Iglesia Necesitada por
medio de un comunicado de prensa, la menor se encuentra ahora en un centro de
acogida por decisión del Tribunal Superior de Sindh, Estado de Karachi.
El Tribunal enmienda así su anterior sentencia en la que validaba la
conversión y el matrimonio con su secuestrador, Ali Azhar, ahora detenido. El
Tribunal Superior también ha dictaminado que la niña deberá estar presente en
la audiencia el próximo 5 de noviembre, una medida que no se cumplió en la
audiencia en la que se aceptó su conversión y su matrimonio como legal.
Según se explica en el comunicado de Ayuda a la Iglesia Necesitada,
organización que está cubriendo los gastos de la defensa de la niña, “la liberación de Arzoo no significa que el proceso
judicial haya terminado definitivamente”.
“Todavía es necesario verificar cuáles serán las
próximas decisiones del tribunal competente, confiando en la aplicación del
Acta de Matrimonio Infantil que establece como ilegales los matrimonios con
menores”.
Por lo tanto, en este caso como en otros similares, la base de la defensa
se sostiene en demostrar la minoría de edad de la víctima. De otro modo no
habría forma de demostrar la ilegalidad del matrimonio y de la conversión, ya
que la declaración de la víctima apenas tiene valor ante el tribunal frente a
la declaración del agresor.
Por ello, la familia desde el principio mostró ante el Tribunal el
certificado de nacimiento que prueba que Arzoo tiene 13 años, pero el Tribunal,
inicialmente, no tuvo en cuenta el documento y sólo dio credibilidad al
testimonio del secuestrador.
Según señaló la agencia Asia News, el secuestro se produjo el 29 de
octubre. El secuestrador vivía en una casa cercana al hogar familiar de Arzoo
Raja. Ese mismo día, la niña fue obligada a convertirse al islam y a contraer
matrimonio.
La familia de la niña denunció el secuestro inmediatamente ante la
policía, pero los secuestradores se dirigieron al Tribunal Superior que
dictaminó que la conversión al islam y el matrimonio de Arzoo fue libre y
voluntario.
Además, el 27 de octubre se emitió una orden judicial confirmando la
sentencia con el argumento de que, aunque la niña era católica, “con el tiempo, habría entendido que el islam es una
religión universal y pedido a sus padres y otros miembros de la familia que
abrazaran el islam, pero estos se negaron categóricamente”.
En esa orden también se pide a la policía “que
no realice ningún arresto en relación con la denuncia registrada en virtud del
artículo 364-A del Código Penal de Pakistán [sobre el secuestro de una persona
menor de 14 años]”.
En la sentencia también se ordena a la policía que de “protección a la niña recién casada”.
Este caso ha causado una ola de indignación entre las minorías
religiosas de Pakistán. El secuestro de niñas cristianas e hindúes para
convertirlas al islam y casarlas con hombres musulmanes se repite de forma
periódica en Pakistán.
En los últimos días, manifestantes en todo el país se congregaron y
alzaron la voz para denunciar la violencia contra las minorías, los matrimonios
forzados y para protestar por la injusticia cometida contra Arzoo Raja.
El 28 de octubre, el Vicario General de la Arquidiócesis de Karachi y
responsable de la Comisión Diocesana de Justicia y Paz, el P. Saleh Diego,
lideró una protesta en la entrada de la Catedral de San Patricio, en la que
participaron más de 300 personas entre cristianos, hindúes y musulmanes, señaló
Fides.
El Arzobispo de Karachi, Cardenal Joseph Coutts, pidió justicia por el
caso de Arzoo y exigió medidas severas para evitar que estos ataques sigan
ocurriendo. “Pedimos a las autoridades del gobierno
de Sindh, a los agentes de policía y al poder judicial que se haga justicia con
un juicio justo”.
Redacción ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario