INFORME REVELA LA HISTORIA DOLOROSA Y LOS FRACASOS DEL VATICANO ANTE ABUSOS DE MCCARRICK
El
Vaticano publicó este martes el informe sobre el excardenal Theodore McCarrick,
expulsado del sacerdocio en 2019 luego de comprobarse los abusos sexuales que
cometió durante décadas contra menores y jóvenes adultos en Estados Unidos, y
que revela la historia dolorosa y los fracasos del Vaticano durante tres
pontificados.
El informe, escrito en inglés e italiano, tiene 461 páginas y fue hecho público este 10 de noviembre.
“Publicamos el
Informe afligidos por las heridas que el caso ha provocado en las víctimas, en
sus familias, en la Iglesia en los Estados Unidos, en la Iglesia Universal”, afirmó el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin.
El Cardenal Parolin señaló que
el “Informe sobre el conocimiento institucional y
el proceso de toma de decisiones de la Santa Sede en relación con el ex
cardenal Theodore Edgar McCarrick” fue elaborado por la Secretaría de
Estado por mandato del Papa Francisco.
Se trata de “un texto exhaustivo, que ha requerido un cuidadoso
examen de toda la documentación relevante en los archivos de la Santa Sede, la
Nunciatura en Washington y las diócesis de los Estados Unidos involucradas de diversas
maneras” que duró dos años de trabajo.
Dijo que en estos dos años la
Santa Sede ha dado “pasos significativos para
asegurar mayor atención a la protección de los menores e intervenciones más
eficaces para evitar que se repitan ciertas decisiones tomadas en el pasado”, como
el Motu proprio Vos
estis lux mundi, y el
Secretario de Estado insistió en la importancia de la honestidad.
“De la lectura
del documento se desprenderá que todos los procedimientos, incluido el de
obispos, dependen del compromiso y la honestidad de las personas interesadas.
Ningún procedimiento, incluso el más perfeccionado, está libre de error porque
involucra las conciencias y las decisiones de hombres y mujeres”, señaló el Cardenal Parolin. “Son páginas que nos empujan a una profunda reflexión y a
preguntarnos qué más podemos hacer en el futuro, aprendiendo de las dolorosas
experiencias del pasado”, indicó.
Por ello, el Secretario de
Estado dijo que para que estos hechos no se repitan, “además
de normas más eficaces, necesitamos una conversión de los corazones”;
con “pastores creíbles anunciadores del Evangelio”.
“Todos debemos ser muy conscientes de que esto solo es posible con la gracia
del Espíritu Santo, confiando en las palabras de Jesús: ‘Sin mí nada podéis
hacer’”, dijo.
EL INFORME MCCARRICK
El texto del informe publicado
describe que el 6 de octubre de 2018 el Papa Francisco solicitó un estudio
preciso de la documentación sobre el excardenal Theodore Edgar McCarrick “con la información de los archivos de los dicasterios y
de las oficinas de la Santa Sede con el fin de cerciorarse sobre todos los
hechos relevantes, situarlos en su contexto histórico y evaluarlos
objetivamente”.
El informe sobre el
conocimiento institucional y el proceso decisional de la Santa Sede sobre el
excardenal Theodore Edgar McCarrick (de 1930 a 2017) “se
basa sobre el examen de todos los documentos pertinentes”.
En el ámbito de la Curia
Romana la información fue recogida principalmente en la Secretaría de Estado,
la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Congregación para el Culto Divino
y la Disciplina de los Sacramentos, la Congregación para los Obispos y la
Congregación para el Clero.
Además, fueron examinados
todos los documentos relevantes de la Nunciatura Apostólica en los Estados
Unidos y fueron incluidas más de 90 entrevistas de testigos, entre ellos,
empleados actuales y pasados de la Santa Sede, Cardenales y Obispos en los
Estados Unidos, oficiales de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos
(USCCB), ex seminaristas y sacerdotes de diversas diócesis, secretarios de
McCarrick en Metuchen, Newark y Washington y laicos en los Estados Unidos, Italia
y otros lugares. Las entrevistas citadas en el informe se llevaron a cabo entre
mayo de 2019 y octubre de 2020.
El informe no aborda la
cuestión de la culpabilidad de McCarrick en base al derecho canónico, porque
esa ya fue definida por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Según indica el informe, “McCarrick no fue nunca un diplomático de la Santa Sede,
sino que su trabajo se basó en trabajo pastoral y sobre el diálogo cultural,
educativo, científico e interreligioso”.
Además, el informe vaticano
señala que “las donaciones hechas habitualmente por
McCarrick no influyeron en las decisiones significativas tomadas por la Santa
Sede”.
En 1977 Papa Pablo VI lo
nombró obispo auxiliar de Nueva York. En 1981 Papa Juan Pablo II lo nombró
obispo de Metuchen y en 1986 arzobispo de Newark. En noviembre de 2000 Papa
Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Washington, lo creó Cardenales a
principios de 2001.
Sin embargo, el texto reconoce
que el Vaticano recibió acusaciones, resumidas, en términos generales, en una
carta el 28 de octubre de 1999 del Cardenal O’Connor, Arzobispo de Nueva York,
al Nuncio Apostólico y fueron comunicadas al Papa Juan Pablo II.
El entonces Nuncio en Estados
Unidos, Mons. Montalvo, preguntó a los obispos de New Jersey sobre tales acusaciones
y “confirmaron que McCarrick había compartido la
cama con jóvenes varones, pero no indicaron con certeza que McCarrick habría
tenido una mala conducta sexual”.
Por su parte, McCarrick
escribió el 6 agosto 2000 una carta a Mons. Dziwisz, secretario particular del
Papa Juan Pablo II en la que rechazó las acusaciones del Cardenal O’Connor y
dijo que “nunca había tenido relaciones sexuales
con varones ni con mujeres”.
Después de eso, las
acusaciones fueron calificadas como voces y habladurías.
Juan Pablo II encontró a
McCarrick a mitad de los años 70, McCarrick viajó a Roma frecuentemente por la Papal Foundation, y por la visita papal a Newark en 1995, entre otros.
El informe escribe que “la relación directa de McCarrick con Juan Pablo II tuvo
probablemente un impacto sobre el proceso decisional del Papa” y añade
que al inicio del Pontificado de Benedicto XVI las informaciones recibidas por
la Santa Sede acerca de la mala conducta de McCarrick fueron generalmente
similares, por lo que en abril de 2005 prolongó por dos años el mandato de
McCarrick en Washington.
Sin embargo, el informe
describe que nuevas acusaciones de un sacerdote provocaron que a finales de
2005, la Santa Sede cambie drásticamente su orientación y “buscó con urgencia un nuevo arzobispo para la sede de
Washington, pidiendo a McCarrick que renunciara ‘espontáneamente’ de su cargo
después de la Pascua de 2006”.
Mons. Viganó trabajando en la
Secretaría de Estado escribió dos notas, una en el 2006 y otra en 2008 para
llamar la atención de los superiores sobre las cuestiones relativas a
McCarrick. Con referencia a las voces de mala conducta durante los años 80.
El informe describe que “los superiores de Viganò, el Cardenal Secretario de
Estado, Tarcisio Bertone y el Arzobispo Sustituto, Leonardo Sandri,
compartieron las preocupaciones de Viganò y el Cardenal Bertone presentó la
cuestión directamente al Papa Benedicto XVI”.
Pero el proceso canónico para
resolver la duda de los hechos no se realizó, en cambio se le pidió a McCarrick
un “llamado a la conciencia al espíritu eclesial” y
se le indicó que “por el bien de la Iglesia” debía
mantener “un bajo perfil y reducir al mínimo los
viajes”.
En 2006, el Cardenal Giovanni
Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos pidió al Nuncio
Apostólico, Mons. Pietro Sambi, transmitir verbalmente estas indicaciones a
McCarrick. En 2008 el Cardenal Re escribió estas indicaciones por escrito a
McCarrick, pero no incluían la prohibición del ministerio público porque no
llevaban el explícito imprimatur del Papa Benedicto XVI.
Según el informe, “una serie de factores parecen haber influido sobre el
hecho que el Papa Benedicto XVI no haya comenzado un procedimiento canónico formal:
no había acusaciones creíbles de abusos de menores; McCarrick declaró nuevamente
con ‘juramento de obispo’ que las acusaciones eran falsas; los cargos de
mala conducta con adultos se referían a hechos ocurridos en los años 80; no
existían indicaciones de alguna mala conducta reciente”.
En ausencia de sanciones
canónicas o de instrucciones explícitas de parte del Papa, McCarrick continuó
con sus actividades en los Estados Unidos y en el extranjero, el ministerio
público activo, el trabajo con el Catholic Relief Services (incluídos los
viajes al extranjero), las presencias en Roma por diferentes encuentros, el
servicio como miembro de Dicasterios de la
Santa Sede (APSA y Pontificios Consejos).
A mediados de 2009, el
principal contacto de McCarrick fue el Nuncio Apostólico, Pietro Sambi; y ni el
Papa Benedicto XVI ni la Congregación para los Obispos “estuvieron
al corriente” de la actividad de McCarrick en EEUU o en el extranjero. A
finales de 2011, el Arzobispo Carlo María Viganò fue nombrado Nuncio Apostólico
en los Estados Unidos, a quien McCarrick informó regularmente sobre sus viajes
y sus actividades.
Sin embargo, a finales del
Pontificado de Benedicto XVI otro sacerdote de Metuchen informó al Nuncio
Viganò sobre una causa legal al afirmar que en 1991 “había
tenido relaciones sexuales explícitos con McCarrick”.
El informe vaticano describe
que Mons. Viganò escribió al prefecto de la Congregación para los Obispos,
Cardenal Marc Ouellet en 2012 y, el Cardenal Ouellet dio instrucciones a Mons.
Viganò para realizar una investigación con el sacerdote y otras personas de la
diócesis “para determinar si las acusaciones eran
creíbles”, pero Mons. Viganò “no realizó
estos pasos. Por lo que McCarrick permaneció activo viajando a nivel nacional e
internacional”.
Posteriormente, “debido a la jubilación y a la edad avanzada de
McCarrick, los oficiales de la Santa Sede, desde 2013 hasta inicios del año
2017, afrontaron raramente el tema de las indicaciones dadas originalmente a
McCarrick en 2006 y 2008, cuya aplicación no había sido modificada durante el Pontificado de
Benedicto XVI”.
“Ni el Papa Francisco,
ni el Cardenal Parolin, ni el Cardenal Ouellet revocaron o modificaron las
precedentes ‘indicaciones’ relativas a la actividad o al lugar de residencia de
McCarrick, el cual, en general, durante este periodo, continúo con su obra
religiosa, humanitaria y caritativa… con mayor dificultad a causa de su edad
avanzada”, destaca el
informe y añade que “en el período de 2013 a 2017,
McCarrick no actuó como agente diplomático de la Santa Sede, ni con algún
mandato oficial de la Secretaría de Estado”.
Además, el informe subraya que
“antes de 2018, el Papa Francisco nunca habló sobre
McCarrick con el Cardenal Ouellet, que era el prefecto del Dicasterio
competente en materia o con el Papa emérito Benedicto XVI”.
“Hasta 2017,
ninguno -ni el Cardenal Parolin, ni el Cardenal Ouellet o el Arzobispo Becciu o
el Arzobispo Viganò- dieron al Papa Francisco alguna documentación en contra de
McCarrick, incluidas las cartas anónimas de los primeros años de la década de
los 90 o de las acusaciones de los dos sacerdotes que acusaron a McCarrick”, advierte.
En esta línea, el informe
describe que “el Papa Francisco había escuchado
solamente que había voces relacionadas a una conducta inmoral con adultos,
ocurridas antes del nombramiento de McCarrick en Washington. Creyendo que las
acusaciones habían sido examinadas y rechazadas por Juan Pablo II, y siendo
consciente que McCarrick estaba en actividad durante el Pontificado de
Benedicto XVI, Francisco no vio la necesidad de modificar la línea adoptada en
los años anteriores”.
Después, en junio de 2017 la
Arquidiócesis de Nueva York “recibió la primera
acusación conocida de abuso sexual de una víctima de edad inferior a los 18
años realizada por McCarrick a inicios de los años 80” y “poco después que la acusación fue retenida creíble, el
Papa Francisco pidió la renuncia de McCarrick del Colegio de Cardenales”.
“Después de un
procedimiento penal administrativo conducido por la Congregación para la
Doctrina de la Fe, McCarrick fue juzgado culpable de actos contrarios al sexto
mandamiento que involucraron menores y adultos, y sobre tal base fue dimitido
del estado clerical”, recuerda el informe.
Como es conocido, el 16 de
febrero de 2019, la Congregación para la Doctrina de la Fe condenó al
excardenal y exarzobispo de Washington, Theodore Edgar McCarrick, por abusos
sexuales a menores y adultos con agravante de abuso de poder y lo despojó de su
condición de sacerdote de la Iglesia Católica.
En un comunicado oficial, la Oficina de Prensa de la
Santa Sede indicó que la condena a McCarrick es definitiva, por lo que no cabe
ningún posible recurso contra ella.
El decreto conclusivo y
condenatorio del proceso penal contra McCarrick finalizó el pasado 11 de enero.
POR MERCEDES DE LA
TORRE | ACI Prensa
INFORME
MCCARRICK: CATÓLICOS EN EEUU ESTÁN SORPRENDIDOS Y ESCANDALIZADOS, AFIRMAN
OBISPOS
Los obispos católicos de Estados Unidos expresaron este martes 10 de
noviembre su deseo de sanación tras la publicación del esperado informe
realizado por el Vaticano sobre el excardenal Theodore McCarrick, culpable de
haber cometido abusos sexuales. Los prelados manifestaron su compromiso de
responsabilidad y preocupación por las víctimas de abuso.
El informe McCarrick tiene más de 450 páginas y su elaboración fue
anunciada por el Papa Francisco en octubre de 2018. El documento se publicó
este martes luego de dos años de investigaciones del Vaticano sobre lo que se
sabía en la Iglesia y la toma de decisiones respecto a McCarrick.
El futuro Cardenal Wilton Gregory, Arzobispo de Washington, sede de la
que McCarrick fue también Arzobispo y en la que luego fue creado cardenal, dijo
que la publicación del informe fue “importante,
difícil y necesaria”.
“Aunque recién ahora estoy recibiendo este
documento, así como ustedes, y no he tenido oportunidad de leerlo atentamente,
en virtud del simple hecho de que esta investigación tuvo que realizarse y se
tuvo que escribir este informe, me duele el corazón por todos los que están
sorprendidos, entristecidos, escandalizados y enojados por las revelaciones
contenidas en él”, dijo Mons. Gregory en una declaración publicada hoy.
Mons. Gregory dijo que tendrá “más que decir” una
vez que pueda “estudiar el informe más de cerca, especialmente en lo que
respecta a la Arquidiócesis de Washington”.
El informe reveló que, si bien había acusaciones de inconductas de
McCarrick y estas se conocían en su camino de ascenso en la jerarquía de la
Iglesia, en el momento de la toma de decisiones para promoverlo estas carecían
de evidencia. El informe también indicó que varios obispos estadounidenses
dieron información “imprecisa e incompleta”
sobre McCarrick al Papa San Juan Pablo II.
La Arquidiócesis de Newark, donde McCarrick fue Arzobispo por 15 años,
emitió una declaración firmada por el Cardenal Joseph Tobin, que calificó la
publicación del informe como algo “sin precedentes
y sustancial”.
“Felicitamos el liderazgo del Papa Francisco y la
Santa Sede para llevar la sanación colectiva a las víctimas de Theodore
McCarrick y a todos aquellos que han sufrido a causa de los abusos sexuales del
clero, mientras se intenta restaurar la justicia, el abuso de poder y el mal
manejo de las acusaciones”, dijo el Cardenal Tobin.
El Purpurado indicó que el informe es “un
significativo y poderoso paso para la responsabilidad y la transparencia
respecto al abuso sexual”.
“Más allá de las víctimas, las fallas de algunos
líderes de la Iglesia Católica han herido a muchos incluyendo a las familias y
seres queridos de las víctimas y los fieles. Es importante reconocer que la
Iglesia ha hecho un progreso al responder al abuso de clérigos implementando y
actualizando políticas y programas para la seguridad de los fieles,
especialmente los más vulnerables entre nosotros”, afirmó el Cardenal Tobin.
El Cardenal Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York, donde McCarrick fue
ordenado sacerdote y obispo, y donde se realizó una investigación sobre
McCarrick en 2018, rindió homenaje a las víctimas de abuso que han salido al
frente en el proceso de la investigación.
“Permítanme comenzar nuevamente expresando mi
profunda y sincera pena a cualquiera que haya sufrido abuso sexual, y los
miembros de las familias y seres queridos de las víctimas-sobrevivientes que
también han sufrido como resultado de estos pecados y crímenes”.
“Se le debe dar mucho crédito a las
víctimas-sobrevivientes que valientemente salieron al frente en 2018 e hicieron
las acusaciones iniciales de abusos ante esta Arquidiócesis. Nos tomaron la
palabra de que queremos asistirlos y, al hacer eso, nos ayudaron a sacar este
tema a la luz, probando que cualquiera que abuse de un menor, incluso un
cardenal, debe ser castigado”.
El Cardenal Dolan dijo que la publicación del informe es un “paso necesario” para entender cómo McCarrick
logró ascender tanto en la vida de la Iglesia.
McCarrick fue ordenado sacerdote en 1958 y fue consagrado obispo
auxiliar de la Arquidiócesis de Nueva York en 1977. Se convirtió en Obispo de
Metuchen en el estado de Nueva Jersey en 1981, luego fue Arzobispo de Newark en
1981 y en 2001 fue designado Arzobispo de Washington, cargo al que renunció en 2006.
Se convirtió en cardenal en 2001 pero renunció al Colegio de Cardenales
luego de que en junio de 2018 se supiera que la acusación de abusos contra un
menor era creíble. Luego siguieron las acusaciones de abusos a otros menores,
seminaristas y sacerdotes, y McCarrick fue expulsado del estado clerical en
febrero de 2019.
Las acusaciones contra McCarrick en 2018 y su expulsión un año después
escandalizaron a los católicos en Estados Unidos y el mundo, y suscitaron una
crisis internacional de credibilidad para la jerarquía de la Iglesia, llevando
al Papa Francisco a anunciar una cumbre mundial de obispos en febrero de 2019,
algo sin precedentes, para tratar el tema del abuso sexual y la responsabilidad
de la Iglesia.
Lo que siguió a las acusaciones de 2018 contra McCarrick, y los informes
sobre líderes de la Iglesia que supieron por años de posibles inconductas pero
no actuaron, también contribuyeron a que el Papa Francisco promulgara el motu
proprio Vos estis lux mundi, un documento sobre la investigación y juicio a
obispos que no actúan debidamente ante acusaciones de abusos.
El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos y
Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, dijo en una declaración que el
informe “es otro trágico capítulo en la larga lucha
de la Iglesia para confrontar los crímenes de abusos sexuales cometidos por el
clero”.
“A las víctimas de McCarrick y sus familias, y a
todas la víctimas-sobrevivientes de abuso sexual del clero, les expreso mi
profunda pena y mis más sinceras disculpas. Por favor sepan que mis hermanos
obispos y yo estamos comprometidos en hacer lo que sea que esté en nuestro
poder para ayudarlos a seguir adelante y asegurar que nadie sufra lo que
ustedes se vieron forzados a sufrir”.
Otros obispos de Estados Unidos también se han manifestado sobre el
informe Mc Carrick. El Obispo de Kalamazoo en el estado de Michigan, Mons. Paul
Bradley, dijo que al leer el documento “vemos la
tragedia del horrible impacto del pecado en todos nosotros”.
“Que todos nos unamos en oración, especialmente por
todos los sobrevivientes del abuso sexual del clero, que este pecado sea
erradicado de raíz de la Iglesia para siempre”, afirmó.
Traducido y adaptado por Walter
Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
Redacción ACI Prensa
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