Según estudios médicos
recogidos por el American College of Pediatricians y ex-transexuales.
¿De verdad es lícito mutilar partes sanas del cuerpo de un niño
-genitales- porque lo diga él o unos adultos sin ciencia real?
La doctora Michelle Cretella,
pediatra con 20 años de experiencia en esta especialidad y presidenta del Colegio Americanos de Pediatras (www.acpeds.org),
declaró hace unos meses, con motivo de un reportaje en National
Geographic que hacía propaganda de ideología de género con un caso de
niño transexual, que transgenerar a los niños (hormonarles y operarles los
genitales y otros rasgos) los daña.
Refiriéndose a su experiencia médica en el campo, la doctora Cretella alertaba de que los bloqueadores de la pubertad y la toma de hormonas provocan “la esterilidad permanente”. Además, recordaba transgenerar implica que a “niñas que están en ‘transición’ a chicos y están tomando testosterona pueden hacerles una doble mastectomía a los 16 años".
El uso prolongado en el tiempo de tal cantidad de hormonas "pone en riesgo a estos niños de poder sufrir un problema cardiovascular, una enfermedad cardíaca, diabetes, cánceres...".
"ABUSO INFANTIL INSTITUCIONALIZADO"
La doctora Cretella explicaba por qué "es poco ético y muy perjudicial" que los padres tomen la decisiónd e mutilar los genitales de su hijo o de hormonarles.
“Cuando un niño menor de 12 años cree que es del sexo opuesto y se le permite naturalmente llegar a la pubertad, entre el 75-95% de las veces ese niño aceptará su sexo biológico al final de su adolescencia”, aseguró la pediatra en LifeSiteNews.
De una manera muy tajante, la presidenta del Colegio Americano de Pediatras sostiene que el apoyo público de "transexualidad" en los niños es equivalente al "abuso infantil". "Cuando las instituciones académicas, médicas y otras de carácter público promocionan la toma de hormonas tóxicas y la extirpación quirúrgica de partes del cuerpo sanas como parte de la asistencia sanitaria para los niños acaban involucrados en el abuso infantil institucionalizado”.
El Colegio Americano de Pediatras publicó en marzo de 2016 una contundente declaración que desacredita la ideología de género y recoge los datos científicos y médicos que muestran que transgenerar a los menores “daña a los niños”.
El inicio del texto ya dejaba muy a las claras su postura urgiendo a legisladores y educadores “a rechazar todas las políticas que condicionen a los niños para aceptar como normal una vida de suplantación química o quirúrgica de su sexo por el sexo opuesto. Son los hechos, y no la ideología, quienes determinan la realidad”.
El Colegio Americano de Pediatría publicó una declaración y un análisis con tres firmantes: la presidenta de la Asociación Americana de Pediatría, Michelle A. Cretella; su vicepresidente y endocrinólogo pediátrico, Quentin Van Meter; y el psiquiatra Paul McHugh, antiguo jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Johns Hopkins, uno de los más prestigiosos centros médicos de Estados Unidos tanto desde el punto de vista clínico como de investigación. (Pincha aquí para leer el artículo del doctor McHugh en el que explica por qué en su hospital dejaron de hacer operaciones de cambio de sexo.)
Destacaban ocho puntos con argumentos científicos que explicaban por qué la ideología de género (y la petición de transgenerar niños) no se sostienen desde el punto de vista de la ciencia médica:
Refiriéndose a su experiencia médica en el campo, la doctora Cretella alertaba de que los bloqueadores de la pubertad y la toma de hormonas provocan “la esterilidad permanente”. Además, recordaba transgenerar implica que a “niñas que están en ‘transición’ a chicos y están tomando testosterona pueden hacerles una doble mastectomía a los 16 años".
El uso prolongado en el tiempo de tal cantidad de hormonas "pone en riesgo a estos niños de poder sufrir un problema cardiovascular, una enfermedad cardíaca, diabetes, cánceres...".
"ABUSO INFANTIL INSTITUCIONALIZADO"
La doctora Cretella explicaba por qué "es poco ético y muy perjudicial" que los padres tomen la decisiónd e mutilar los genitales de su hijo o de hormonarles.
“Cuando un niño menor de 12 años cree que es del sexo opuesto y se le permite naturalmente llegar a la pubertad, entre el 75-95% de las veces ese niño aceptará su sexo biológico al final de su adolescencia”, aseguró la pediatra en LifeSiteNews.
De una manera muy tajante, la presidenta del Colegio Americano de Pediatras sostiene que el apoyo público de "transexualidad" en los niños es equivalente al "abuso infantil". "Cuando las instituciones académicas, médicas y otras de carácter público promocionan la toma de hormonas tóxicas y la extirpación quirúrgica de partes del cuerpo sanas como parte de la asistencia sanitaria para los niños acaban involucrados en el abuso infantil institucionalizado”.
El Colegio Americano de Pediatras publicó en marzo de 2016 una contundente declaración que desacredita la ideología de género y recoge los datos científicos y médicos que muestran que transgenerar a los menores “daña a los niños”.
El inicio del texto ya dejaba muy a las claras su postura urgiendo a legisladores y educadores “a rechazar todas las políticas que condicionen a los niños para aceptar como normal una vida de suplantación química o quirúrgica de su sexo por el sexo opuesto. Son los hechos, y no la ideología, quienes determinan la realidad”.
El Colegio Americano de Pediatría publicó una declaración y un análisis con tres firmantes: la presidenta de la Asociación Americana de Pediatría, Michelle A. Cretella; su vicepresidente y endocrinólogo pediátrico, Quentin Van Meter; y el psiquiatra Paul McHugh, antiguo jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Johns Hopkins, uno de los más prestigiosos centros médicos de Estados Unidos tanto desde el punto de vista clínico como de investigación. (Pincha aquí para leer el artículo del doctor McHugh en el que explica por qué en su hospital dejaron de hacer operaciones de cambio de sexo.)
Destacaban ocho puntos con argumentos científicos que explicaban por qué la ideología de género (y la petición de transgenerar niños) no se sostienen desde el punto de vista de la ciencia médica:
- La sexualidad humana es un
rasgo biológico objetivo binario.
- Nadie nace con un género.
Todos nacemos con un sexo biológico.
- La creencia de una persona
de que él o ella es algo que no es, constituye en el mejor de los
casos, un signo de pensamiento confuso.
- La pubertad no es una
enfermedad, y los bloqueadores hormonales pueden ser peligrosos.
- Según el DSM-V (Manual
Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) , hasta un 98% de
niños con género confuso y hasta un 88% de niñas con género confuso
aceptan finalmente su sexo biológico tras pasar la pubertad de forma
natural.
- Los niños que utilizan
bloqueadores hormonales para reasignación de sexo necesitarán hormonas
cruzadas al final de la adolescencia. Las hormonas cruzadas (testosterona
y estrógenos) se asocian con riesgos para la salud.
- Las tasas de suicidio son
veinte veces mayores entre los adultos que utilizan hormonas cruzadas y
sufren cirugía de reasignación de sexo.
- Condicionar a los niños a
creer que es normal estar toda la vida sustituyendo química y
quirúrgicamente su propio sexo por el opuesto constituye un abuso
infantil.
Puede leer íntegramente los ochos puntos de esta
declaración en el reportaje publicado por Religión en Libertad pinchando AQUÍ.
EL TESTIMONIO DE LOS EX-TRANSEXUALES
Hay que tener en cuenta también el testimonio de las personas ex-transexuales: personas que se operaron o empezaron el proceso médico, pero luego se arrepintieron. Para entonces, el proceso ya los había dañado físicamente.
“Mis padres me llevaban a casa de mi abuela, ellos no tenían ni idea, pero mi abuela, a mis cuatro años de edad me obligaba a ponerme vestidos de niña, todavía me acuerdo el vestido de color purpura que me ponía nada más llegar. Mi vida ha sido confusa, llena de dolor, abuso de alcohol y hasta un cambio de sexo innecesario. Mi vida la destrozó un adulto que me manipulaba”, denuncia hoy Walter Hayer.
“He decidido contar mi historia porque los medios de comunicación muestran a los niños ‘transgénero’ como un ‘producto de televisión pulido’“. Sin embargo, explica que la realidad es muy diferente, “el cambio de sexo es una aparente victoria a corto plazo, pero es un dolor que cargarás toda tu vida”. En la carta afirma que las personas transgénero sufren de enfermedades mentales, tendencias suicidas y una mortalidad temprana.
A través de su blog, Sex Change Regret denuncia las presiones de los lobbies LGTB sobre los niños. “Los LGTB creen que están logrando que los niños descubran quienes son, pero la verdad es que sólo son niños y lo que consiguen son pequeños robots que hacen lo que ellos quieren, manipulan su mente para que cambien su sexo“.
Recuerda su infancia a los cuatro años, cuando su abuela le pedía que no revelase a sus padres que le obligaba a ponerse vestidos, ”será nuestro pequeño secreto”, le decía siempre. “Durante la semana era un niño normal, pero cuando me vestía de niña, mi abuela me halagaba tanto que empecé a pensar que para ser aceptado tenía que ser una niña“, afirma.
EL TESTIMONIO DE LOS EX-TRANSEXUALES
Hay que tener en cuenta también el testimonio de las personas ex-transexuales: personas que se operaron o empezaron el proceso médico, pero luego se arrepintieron. Para entonces, el proceso ya los había dañado físicamente.
“Mis padres me llevaban a casa de mi abuela, ellos no tenían ni idea, pero mi abuela, a mis cuatro años de edad me obligaba a ponerme vestidos de niña, todavía me acuerdo el vestido de color purpura que me ponía nada más llegar. Mi vida ha sido confusa, llena de dolor, abuso de alcohol y hasta un cambio de sexo innecesario. Mi vida la destrozó un adulto que me manipulaba”, denuncia hoy Walter Hayer.
“He decidido contar mi historia porque los medios de comunicación muestran a los niños ‘transgénero’ como un ‘producto de televisión pulido’“. Sin embargo, explica que la realidad es muy diferente, “el cambio de sexo es una aparente victoria a corto plazo, pero es un dolor que cargarás toda tu vida”. En la carta afirma que las personas transgénero sufren de enfermedades mentales, tendencias suicidas y una mortalidad temprana.
A través de su blog, Sex Change Regret denuncia las presiones de los lobbies LGTB sobre los niños. “Los LGTB creen que están logrando que los niños descubran quienes son, pero la verdad es que sólo son niños y lo que consiguen son pequeños robots que hacen lo que ellos quieren, manipulan su mente para que cambien su sexo“.
Recuerda su infancia a los cuatro años, cuando su abuela le pedía que no revelase a sus padres que le obligaba a ponerse vestidos, ”será nuestro pequeño secreto”, le decía siempre. “Durante la semana era un niño normal, pero cuando me vestía de niña, mi abuela me halagaba tanto que empecé a pensar que para ser aceptado tenía que ser una niña“, afirma.
LA PSICÓLOGA QUE ADMITE QUE NO HAY PRUEBAS CIENTÍFICAS
En el programa televisivo "Camilo", que conduce el periodista de origen cubano Camilo Egaña en la CNN en Español, en septiembre de 2016 dos ex-transexuales han querido denunciar las contradicciones y absurdos del cambio de sexo y que se aplique este proceso a niños, usados, dicen, “como ratones de laboratorio”.
[Se puede ver aquí: dura 5 minutos y medio]
Paul y Maritza, dos transexuales arrepentidos, que se sentían a disgusto con su sexo real, se sometieron a un cambio de sexo y descubrieron que eso no solucionaba su insatisfacción.
Maritza, que se sometió a un cambio de sexo para intentar vivir como un hombre, llamándose Mark, pidió a la psicóloga Marisa Azaret, colaboradora de la CNN en temas de salud y favorable a las operaciones transgeneradoras, que explicase “qué exámenes objetivos, no subjetivos” hay para respaldar el cambio de sexo a menores.
“No porque alguien diga que se sienta que ha nacido en el cuerpo equivocado”, matizaba Maritza, sino “¿qué exámenes objetivos hay?” La psicóloga Azaret, “en respuesta clara y al punto” admitió: “no hay ningún examen objetivo ni subjetivo tampoco”.
La psicóloga admitió que los adultos que deciden cambiarle el sexo a un niño (parientes y médicos) lo único que hacen es "observar al niño” para ver si le quieren someter a reasignación sexual. No hay criterio científico ni prueba objetiva. "Al niño se le observa, y al niño se lo deja, se lo deja jugar como él quiera jugar, se lo deja que él poco a poco vaya guiándonos”, dijo la psicóloga.
El extransexual Paul respondió: “Esto es un experimento. Es como (que) los niños son como ratones de un laboratorio”. “Ellos [los médicos] no saben lo que va a pasar con ellos [los niños], y ellos están como ‘a ver ponerles hormonas, a ver bloquearles su puberty’ (pubertad)”, criticó.
“La verdad es que ustedes [los médicos que hacen cambios de sexo] no saben lo que están haciendo”, sentenció Paul. Detrás no hay ciencia, sino un negocio: “Hacen 20.000 dólares con una inyección que le pone un implante” a los menores, dijo Paul.
De todo esto se desprende que hay que proteger a los niños de quienes quieren mutilar su cuerpo y someterlos a graves tratamientos hormonales sin verdadera razón científica.
Periodistas de ReL acudieron a la charla de un propagandista de género en un colegio: admiten que la llamada "identidad de género" no tiene base científica ni es demostrable
Más información en ReL en la sección Ideología de Género
Para mayores de 16 años, recomendamos el vídeo Te Puede Pasar a Ti: Rubén García, el emocionante testimonio de un ex-transexual, que explica como desarrolló su deseo de ser femenino en su infancia, al sentirse amenazado por su padre y seguro con su madre, y como cambió después.
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